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+ Reviven proyectos de megadesarrollos y Durazo confirma interés europeo; “Interport” y “El Soldado de Cortez”, los frustrados antecedentes; esta vez se palpa interés en puerto y plan de energía; turismo, el obvio complemento; reunión aquí del FAM Sonora

 

GUAYMAS, Son. – Cuando Manlio Beltrones comenzó a gobernar Sonora (1991), sembró grandes expectativas entre los ciudadanos a quienes dijo –y reiteró hasta el cansancio-- que el potencial de la entidad hacía posible echar a volar la imaginación.

Anunció inversión y empleo en la meta de elevar el nivel de vida de los sonorenses y fue cuando comenzamos a escuchar de megaproyectos. En el caso de Guaymas, el de objetivos turísticos “El Soldado de Cortez” y el marítimo comercial “Interport”, cada uno de los cuales requería una inversión de la, entonces, estratosférica suma de 100 millones de dólares.

No avanzaron ni uno ni otro. El puerto comercial siguió su rutina de dragados, construir un almacén o dos, movilizar minería o agricultura regional hasta llegar a 4 millones de toneladas de carga anual. Entonces, como ahora, la capacidad instalada eran 12 millones.

Algo se avanzó con Felipe Calderón y alcanzaron cerca de 9 millones de toneladas; Enrique Peña daría el salto –lo firmó, con número de proyecto--, para alcanzar esos 12 millones, pero no.

El turismo tampoco logró metas que incluían una marina para barcos de placer en el lecho del estero –cosa que violaba la ley— del cual se tomó el nombre. Todo se estancó y no se pudieron aprovechar proyectos en abandono, cuyos más ilustrativos ejemplos fueron los hoteles “Guaymas” y “El Presidente” en Playa San Francisco, luego dinamitados –literalmente-- por el Gobierno del Estado

Por fortuna, en los años posteriores a la pandemia, el turismo mejora con la promoción de eventos creadores de una inercia virtuosa y la presencia de nuevos inversionistas que hacen brotar edificaciones muestra de un prometedor futuro; y la espectacular Marina Bacochibampo, adelantada a su tiempo, sigue en espera de que la rescate el gobernador actual, quien impulsa el proyecto integral “Mar de Cortez”.

El puerto igual, que decreció durante el peñanietismo y no ha mejorado en el sexenio actual, pero por expectativas no queda. Y ese es el punto de tan extensa introducción. Las trae el gobernador Alfonso Durazo y lo comentamos antes, pero vale la pena ampliar, porque mire lo que dice en su rueda de prensa del lunes:

En Bélgica presentó su Plan Sonora de Energía Sostenible y fue de mucho interés para la presidenta de la Unión Europea; participó en el foro Gateway y busca algo del fondo 300 mil millones de euros, pues 50 mil son para apoyar proyectos de Latinoamérica.

Y aquí viene algo de fábula para Guaymas: visitó Amberes, el segundo puerto más grande de Europa, y le dijeron saber del potencial que tiene el Puerto de Guaymas “para convertirse en un puerto similar al de Los Ángeles”, pues tiene ventajas competitivas por su ubicación estratégica.

Desliza posible entrega a particulares la operación portuaria. Muchos le llamarán privatización, lo cual causa escozor a ciertos sectores, pero el gobierno prefiere un término distinto, aunque sea eso. Pronto pues, veríamos ese paso y hay tres opciones:

Una empresa mexicana que administra 300 puertos en el mundo, entre ellos Manzanillo, pero no revela el nombre.

Otra, Grupo México, minera que acarrea mineral del note de Sonora y suroeste de Estados Unidos y que está lista para invertir en una plataforma de operaciones, unos 4,300 millones de pesos

Y para abrir los ojos así de grandes, Durazo revela el mismo interés por parte de la administradora del Puerto de Amberes “que podría administrar en Guaymas con una visión integral”.

Ratificó lo que dijo en campaña: Guaymas debe ser la plataforma para el relanzamiento económico de Sonora “y a´i vamos”.

Estuvo con el Consejo empresarial de la Unión Europea y todos tenían conocimiento del Plan Sonora, “eso significa que la presidenta de la UE tomó en serio el proyecto” y eso simplificó el encuentro, en el que se pudo hablar de inversión y ventajas competitivas, lo cual se avanzará en enero, cuando una misión comercial devuelva la visita al puerto de Guaymas.

Eso es bueno, pues la meta planteada es la misma de siempre: atraer inversión y con ello el empleo porque, dice el gobernador, ya se sabe en muchos países “lo que estamos haciendo en Sonora, que tenemos esa habilidad, qué hay un gobierno facilitador de la inversión, que estamos haciendo un esfuerzo por mejorar la seguridad y mejores condiciones del estado de derecho”.

Qué mejor que eso para lograr el objetivo. Como él, muchos sonorenses esperamos que estas visitas de promoción desemboquen en inversiones para nuestro estado.

Sobre quién se quedaría con el puerto vía concesión o inversión público-privada, privatización o como le llamen, Mexicana de Cobre sería el más perfilado por sus muchos años en la operación portuaria, donde mueve este año más de millón y medio de toneladas de cobre y son comunes cifras similares de mineral de hierro, pero el mercado presiona y pronto cuadruplicaría esas cifras.

Por eso el poderoso señor Larrea se quedarían con el puerto. Los agricultores no, pues aparte del millón de toneladas de trigo y algunos cientos de miles de maíz, no tienden a crecer y la idea es figurar en grande en el comercio mundial para poder decir que, ahora sí, el gran capital hará crecer esta terminal marítima no como Los Ángeles, que mueve 190 millones de toneladas cada año –un comercio de 259 mil millones de dólares--, sino solo como Guaymas y su capacidad instalada de modestos 12 millones.

CÓNCLAVE DEL FAM

Pactan para este miércoles encuentro de liderazgos del Frente Amplio por México --Rogelio Díaz Brown (PRI), Gildardo Real (PAN) y Joel Ramírez (PRD)--, con figuras políticas afines en Guaymas.

Buscan acuerdos para fortalecer presencia local de ese frente, de cuya existencia se duda.

Se espera asistan representantes locales como Julio César Márquez, Freddy Osuna y Daniel Cota, entre otros invitados que significan fortaleza para esa alianza, incluidos Rogelio Sánchez y Jesús Saldaña, dos buenas cartas disponibles en esa aún indefinida alianza.