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+ Otra vez vamos por los cruceros turísticos; será el tercer intento y con muchas ventajas para lograrlos; con Rafael T. Caballero y Felipe Bárcenas inició la búsqueda; Astiazarán atrajo gran impulso; Durazo podría concretarlos; Nogales: el alcalde que no sabía nada

 

GUAYMAS, Son. –El gobernador Alfonso Durazo se esfuerza para revivir proyectos de cruceros turísticos y establecer rutas en esta región, como se intentó en los años 70 del pasado siglo y, con mucha fuerza, en la primera década del presente.

Memorables las imágenes setenteras con Rafael T. Caballero, creador e impulsor de San Carlos como no ha habido otro, junto a gobernadores como el de Arizona, Raúl Castro –de Cananea, emigrado para alcanzar tan importante posición--, y el alcalde Felipe Bárcenas, con directivos de Princess Cruises, línea de moda en ese tiempo.

Igual 3 décadas después las de Antonio Astiazarán, el alcalde que más impulso ha dado a Guaymas en el nuevo siglo y quien, en su trienio, se emprendió un Centro Internacional de Cruceros –muelle, área comercial y de servicios, explanada y estacionamiento--, un malecón envidia del mundo si lo cuidáramos más, y la fuente danzante inaugurada en 2008 frente a 10 mil visitantes, lamentablemente abandonada por sus sucesores.

Astiazarán tuvo gran respaldo del gobernador Eduardo Bours, y del legislador chihuahuense César Reyes Roel, fortaleciéndolo cuando Felipe Calderón lo hizo director de Puertos y Marina Mercante.

Se recuerda el reconocimiento ganado por el hoy promotor de inversiones, Walter Decima Pérez, por su pasión como titular de Economía y Turismo en ese trienio. Se volvió principal gestor de la gran proyección, codeándose con los más grandes ejecutivos navieros del mundo, como Michelle Paige, presidenta de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA), la persona con más poder en la industria, y Micky Arison, dueño de Carnival Corporation (Carnival, Holland America, Princess, Costa), un billonario dueño también del equipo NBA de Miami.

Iba todo bien cuando Astiazarán y él dejaron sus cargos. Pero el impulso declinó. Un barco llegó de vez en cuando al puerto. Creo que se anuncia uno para diciembre.

El magnífico muelle de 300 metros y 9 de calado del Centro Internacional de Cruceros, recibió por ejemplo al “Oosterdam” de Holland América, cuya eslora es de 299 metros. Hoy, el muelle se usa para subir y bajar fierros y costales. Una lástima la millonada invertida; igual que la marina Singlar, del Fondo Nacional de Turismo (Sectur), semiabandonada por grillas politiqueras.

Por eso mucha gente volteó y se pregunta si podría darse ese sueño de una industria de cruceros en el mar de Cortez, tras el anuncio del gobernador de “promover el turismo sustentable con cruceros en el Golfo de California y detonar el crecimiento económico y turístico del puerto de Guaymas”, al reunirse con Dustin Nason y Manuel Fernández, directivos de la División de Cruceros de Grupo Carrix y SSA México, líderes en la industria marítima y ferroviaria en el mundo.

Durazo ya tuvo acercamiento con autoridades de los puertos de altura más importantes del país y el mundo, promoviendo al de Guaymas. Eso abre la posibilidad de expandir inversiones y, con ellas, la llegada de nuevos cruceros a favor de la actividad turística de la región.

Eso puede convertirse en una de las vertientes fundamentales del ingreso de las familias de los estados colindantes con el Golfo, no solo para Sonora. Las y los sonorenses “podemos vivir dignamente con los ingresos generados por el turismo en el Golfo”, enfatiza en su intención de impulsar cruceros “para aprovechar óptimamente el potencial turístico de la región”.

Propone destinos para la llegada de cruceros a Puerto Peñasco, Guaymas, San Carlos y Bahía de Kino, pero solo Guaymas tiene infraestructura. Y desaprovechada. El plan para crearla en Peñasco fue una tranza gigante y todavía, después de perderse 800 millones de pesos de dinero público en el sexenio anterior, Sonora sigue atado a contratos que le cuestan cientos de millones más.

Sin embargo, como el gobernador involucró a los estados de la región, es más fuerte el esfuerzo para establecer la industria con toda la experiencia previa eliminando, eso sí, mañosadas que frenaron ese paso a partir de Guaymas, como esa de imponer la idea del “Home port” en Puerto Peñasco, donde la naturaleza es el principal impedimento y salieron con la historia de siempre: triplicar la inversión y abandonar la obra a medio camino.

Hoy volvemos a ascender a esos niveles y la oportunidad toca de nuevo a la puerta. A ver si somos capaces de aprovecharla.

EL ALCALDE QUE NO SABÍA NADA

Miguel Ángel Morgan Huerta, hoy exdirector de Imagen Urbana del municipio de Nogales, fue señalado por autoridades de Estados Unidos de operar para el Cártel de Sinaloa y pidió licencia “con la finalidad de que se esclarezcan los señalamientos de los que han sido objeto en diversos espacios, respetando siempre su presunción de inocencia”.

Es una de 13 personas acusadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, de traficar sustancias ilícitas junto con al menos 4 familiares. tiene más tiempo para pedir y dar explicaciones, pues duro golpe es estar en la mira de los “zares” antinarcóticos y lavado del dinero de ese país.

El alcalde Juan Gim Nogales dijo que la licencia es para esclarecer “señalamientos de los que ha sido objeto en diversos espacios, respetando siempre su presunción de inocencia”, de quien desde 2021 trabajaba como subdirector operativo de Imagen Urbana, luego administrador y era director general cuando el mundo se le vino encima.

En el documento emitido más para defenderlo que para informar, el alcalde manifestó que, “a la fecha, no ha recibido notificación oficial por parte de ninguna autoridad” en contra de Morgan Huerta y que hacían gestiones “para corroborar que los señalamientos que circulan por los diversos medios informativos y redes sociales son verídicos, para actuar conforme a Derecho”.

A ver si ya corroboró. Si lo ignora cualquier ciudadano no es raro, es difícil conocer datos oficiales. Pero si no lo sabe el alcalde, podría no saber muchas cosas más. Eso preocupa a los nogalenses.