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Visión: Empalme, sujeto a un gobierno mediático

Sin lugar a dudas, el gobierno de Empalme ha construido una administración municipal que depende fundamentalmente de la publicidad mediática para poder gobernar.

El espacio que ocupa el gobierno de Empalme en los medios de comunicación, ya no es privilegiado para la difusión de las políticas públicas, de los programas de gobierno, del debate político con los diversos actores sociales y políticos del municipio, no, ahora ese espacio es ocupado por el desplazamiento y el manejo de imagen de la actual administración municipal.

Lo que caracteriza al actual gobierno es, primero, el intenso uso de la propaganda mediática de las acciones o programas -producto de desgracias o desastres naturales en su mayor parte-, para promocionar casi exclusivamente la imagen del Presidente y de los principales miembros de la administración municipal, en detrimento de la institucionalidad de una parte importante de la municipalidad, y segundo, la creciente dependencia de la publicidad mediática para poder mantener cierto nivel de legitimidad de sus acciones frente a la opinión pública, pues, la popularidad del Presidente y de su gobierno ya no es la misma en comparación con la simpatía que despertaba al inicio de su gestión.

Sin embargo, las contradicciones sociales sólo confirman la desconexión que ocurre en la opinión pública cuando un gobierno insiste en publicitar resultados que la gente no termina de ver en su propia realidad. Estas contradicciones se expresan de varias formas:

En primer lugar, se manifiestan en la creciente brecha entre la valoración pesimista sobre el estado del municipio y la calificación que alcanza mediáticamente la imagen presidencial; y en segundo lugar, el gobierno obtiene mejor calificación cuando se le evalúa de manera general y abstracta, que cuando se le juzga por sus programas específicos, aun en aquellos programas considerados insignia en la actual gestión, como son los que se derivan del programa Oportunidades, y aquellos que son productos de desastres naturales como el FONDEN.

Esas contradicciones sociales se explican en buena medida, por el efecto de la propaganda la cual desvincula las imágenes y los discursos oficiales de la realidad cotidiana de los ciudadanos, con el fin de mantener una opinión pública favorable. Esta disociación, sin embargo, tiene un efecto sobre la conducción política del municipio: comunicar se vuelve más importante que gobernar; proclamar se vuelve más importante que dialogar; prometer se vuelve más importante que cumplir; atender es más importante que resolver; y cuestionar a la oposición se vuelve más importante que acordar.

Para el actual gobierno, las acciones que importan no son las que dan resultados sino las que pueden ser trasmitidas por televisión, radio, prensa, o bien, fotografiadas por una cámara, al entregar una despensa o un apoyo a aquellas personas que se encuentran en una situación económica más precaria y difundirlas a través de un sitio web municipal.

En esta lógica, lo que importa no es si los planes son efectivos o no, lo que realmente importa es que sigan apareciendo en los medios para demostrar que el gobierno está haciendo algo, aunque ese algo sea lo más desacertado e inefectivo.

Esta forma de gobernar puede generar todavía legitimidad por un tiempo, pero no resolverá los problemas fundamentales de Empalme.