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Guaymas, la deuda increíble

+ Exponen la cruda realidad del Ayuntamiento a empresarios

 

GUAYMAS, Son.- No hubo información oficial del encuentro ni de planteamientos y resultados.

Se sabe que el alcalde Lorenzo de Cima Dworak convocó a personajes ligados a los principales intereses del Municipio para exponer sus dificultades como Presidente Municipal y resolver qué hacer para reducirlas.

Algo logró, según los rostros de preocupación entre los asistentes, dueños de empresas y directores de operaciones que representan decenas de miles de empleos, derrama, la base de la economía local.

La sala del Cabildo reunió al alcalde y cercanos colaboradores y el video, el power point y el rostro del munícipe lograron el efecto buscado. Impactaron a los 15 de 19 invitados a quienes propuso ir juntos a “bajarle dos rayitas” a la pugna que, “haiga sido como haiga sido” (Calderón dixit), tiene al Ayuntamiento en la ruina y al Municipio en penurias.

DEBEN 7,500 MILLONES

De entrada, el Ayuntamiento tiene poco ingreso; de ese poco paga mensualidades onerosas a gente “de fuera”; cubren obligaciones financieras escandalosas y que presumen delitos lesivos al patrimonio municipal; hay demandas laborales por hasta ahora, 180 millones de pesos y, en síntesis, la deuda crece hasta 7 mil 700 millones de pesos.

El escepticismo privó. La interrogante surgió. La explicación ató cabos y al final, todos sabían que el Municipio ha pasado por pésimas manos, sobre todo los últimos tres trienios. Y esas manos no solo se equivocaron, también habrían actuado con dolo para afectar el patrimonio –y con ello el nivel de vida—de los guaymenses, lo cual sugiere delitos de delincuencia organizada y desvío de recursos.

Cuidar las cuentas no es prioridad de la actual administración, que se la lleva “comiendo m…” desde la perspectiva del secretario Alan Jaramillo; pero lo desmiente el agonizante tesorero Arturo Lozano, quien con sus amigos de aquí y de Hermosillo ya habría desfalcado a la comuna más de 27 millones de pesos (“Todo lo ha sabido Lorenzo”, se mal defiende), agarrándole la pata a la vaca el oficial Mayor González Véjar.

Ni se diga el titular del Deporte, opaco e impune, fuertemente protegido ¿por el alcalde?

La lista no termina, pero el drama actual inicia al confirmar pillerías de César Lizárraga, el alcalde panista de 2009-2012, que la pasó “de poca” dejando hacer y deshacer al “Cártel de los ingenieros”.

Al margen de identidades, el peor legado a los guaymenses fue el fraude de las luminarias, 8 mil 500 colocadas en la ciudad –nunca se notaron, pues la oscuridad siguió privando—en un programa de arrendamiento puro. No pagó, César, 6 y medio millones y su sucesor ignoró a los cobradores; entonces, como la empresa Miffel no es de filántropos, se le agregaron intereses, moratoria, penalizaciones, etc.

Y tampoco se regresaron las piezas rentadas, entonces las tiene qué pagar la comuna… con los debidos recargos.

Total, la empresa del Estado de México que podría ser propiedad de una poderosa dama ligada al mandato federal azul de 2006 al 2012, asociada con priístas del Estado de México, reclama ¡6 mil 500 millones de pesos!

Mil millones más se deben entre demandas laborales, exigencias del sindicato y el préstamo de un irresponsable banco por 400 millones de pesos que pidió/aceptó Otto Claussen, de lo cual solo llegaron 315 a las arcas municipales.

Agregue pagos injustificados por cosas mil aprobados por sus funcionarios en el lapso de 2012 a 2015. No lo creerá, pero además de pagar el exalcalde vigilancia en su casa con dinero municipal a una empresa de su propia familia, sus ayudantes no objetaban cubrir montos por habanos Cohiba, caros “güisquis” de etiquetas multicolor, los “coñacs” de los “Luises” y, por supuesto, los complementos indispensables para la “dolche vita” al que Otto se acostumbró y acostumbró a sus amigos.

La apuesta es ahora, si podrán influenciar los invitados a la explicación no solicitada, para apoyar alguna medida que ponga fin al saqueo municipal de años, o solo exigirán beneficios típicos para el silencio cómplice.

En mayo, sugiere la ominosa advertencia de Lorenzo, podrían estar pagando la última quincena a los policías y la última factura de alumbrado público a Comisión Federal de Electricidad.

Como dijera un dirigente empresarial atónito ante lo que veía y escuchaba: “Lo de PASA se queda chiquito, chiquito”.

Se refería a la empresa privada que ofreció recoger la basura, pero falla, igual que la paga mensual que a llegado a acumular casi 30 millones de deuda.

Pero lo peor: hizo pensar que la recolección de basura equivale a labor de limpia y hoy Servicios Públicos Municipales, desentendido de la obligación, deja creer que PASA es la fallida. La ciudad refleja tal creencia inducida.

Anoten un round a favor del panista de Cima, tras una vapuleada la primera mitad de la pelea. Pro la ciudad sigue perdiendo.

LOS INVITADOS:

Se invitó a 19; acudieron 16: Félix Tonella Luken (maquiladoras), Antonio Llano Zaragoza (agro); Octavio Llano Zaragoza (desarrollo inmobiliario), Alfredo Ortega (Notarios), Gabriel Véjar (servicios marítimos), Rogelio Sánchez de la Vega (industria sardinera), Luis Caballero Pavlovich (desarrollo turístico), Francisco Uribe Maytorena (promoción de inversiones), Carlos Zaragoza de Cima (industria pesquera y servicios), Estéban Terrazas Aguirre (Comercio y servicios), Juan Dworak Robinson (Sector Ciencia y Tecnología), Carlos Villarreal (servicios), Eduardo Melicoff (Transporte), Santiago Zaragoza Gaxiola (Agrícultura e inocuidad agrícola), Antonio de la Llata (Porducción pesquera).

No acudieron por causas que justificaron: Germán Uribe Corona, Roberto Vázquez Muñoz, Jesús Padilla Juárez y Rodolfo Zaragoza Gaxiola.