Mancera: ¿El cuarto jinete?

HERMOSILLO, Son.- No fue una mera casualidad la presencia de Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México, en el informe de Héctor Platt dirigente estatal de los ganaderos en Sonora. Tampoco algo que no haya sido estudiado de fondo en las estrategia política del gobernante, con miras a su posicionamiento para la carrera presidencial del 2018

El PRI y las izquierdas: Las otras crisis

No fue una mera casualidad la presencia de Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México, en el informe de Héctor Platt dirigente estatal de los ganaderos en Sonora. Tampoco algo que no haya sido estudiado de fondo en las estrategia política del gobernante, con miras a su posicionamiento para la carrera presidencial del 2018.

¿Razones?

Después de los tres poderes (Ejecutivo-PRI, Legislativo y Judicial), de la Universidad de Sonora y del arzobispado local, la Unión Ganadera viene siendo algo así como el sexto poder en Sonora. La UGRS maneja cuadros políticos importantes, calidad de liderazgo (hoy),abultados recursos económicos y sus políticas repercuten en el ámbito nacional por los temas que manejan, una veces como grupo de presión, en otras como un sector de poder político institucional. Por eso y más se explica la presencia de Mancera —un gobernante—en apariencia— lejano a Sonora—, en un foro de verdadero impacto a nivel regional y nacional.

¿Para sus aspiraciones presidenciales?

Para eso, claro. Mancera busca que se le conozca más allá de la Ciudad de México y su zona de influencia. Ha participado activamente en la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), de la que resultó electo presidente apenas el pasado miércoles 3 de mayo —con una postura conciliadora ante el presidente Peña Nieto—, y ha cabildeado en México y en los Estados Unidos. Aquí, promoviendo causas de carácter local como la cuestión del salario mínimo, médico en tu casa y una nueva Constitución para la Ciudad de México y, en el exterior, una solidaridad más amplia con los indocumentados mexicanos; con mayor énfasis a partir de la llegada de Donald Trump a la presidencia.

¿Iría por las izquierdas?

Por una parte importante sí. Todo parece indicar que así será. Mancera primero deslizó la posibilidad de lanzarse como candidato independiente y no tuvo mucho eco. Lo estuvieron presionando muy fuerte desde el PRD para que se definiera en relación a las posibilidades de su candidatura por ese partido. Ante su tardanza, surgieron nombres como los de Graco Ramírez, de Morelos, y Silvano Aureoles, de Michoacán.

Después mostró una injerencia real en el PRD al recomendar a su secretaria de Educación, Alejandra Barrales, para el cargo de dirigente nacional en lugar de Agustín Basave, que renunció a finales de 2016. Cuenta con una mujer influyente en política como colaboradora en el segundo nivel de la Ciudad de México: Patricia Mercado, la secretaria de Gobierno y excandidata presidencial del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina que obtuvo 1,128,850 votos en la elección del 2006, superando los 970 mil de Cecilia Soto del Partido del Trabajo en 1994.

¿Iría solo con el PRD o buscaría alianzas?

Ya dijo que buscará alianzas y que necesita al PRD para su proyecto. Recientemente ha intensificado sus movilizaciones ante la ventaja que en las encuestas le lleva Andrés Manuel López Obrador, que—antes de la definición de Mancera— se estaba quedando con muchos cuadros del PRD.

A pesar del tardío llamado a la unidad realizado por AMLO, por lo que se sabe, Morena no hará alianzas con ninguna otra fuerza política en lo relativo a la candidatura presidencial… Hasta ahora.

¿Y a qué partidos habrá de convocar Mancera?

Teniendo como plataforma principal al PRD, no se descarta que haya negociaciones con el partido Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado, y el Partido del Trabajo, de Alberto Anaya Gutiérrez.

En elecciones anteriores, dichos partidos políticos ayudaron a los candidatos de las izquierdas a lograr una cantidad importante de votos: Con el 47.7 de la votación nacional, en la elección para diputados federales del 2015, juntos (PRD MC y PT) lograron acumular un 19.8 % de la votación (7.9 millones de votos contra 3.3 de Morena,8.3 del PAN y 11.6 del PRI).

A nivel de Congreso de la Unión cuentan con 88 diputados federales y los gobiernos de la Ciudad de México, Morelos, Tabasco y Michoacán. Una buena base de despegue para una candidatura presidencial, sin duda.

¿Definitivamente descartada la alianza con Morena?

No se ven condiciones y mucho menos en el ánimo de Andrés Manuel López Obrador. Ese llamado que parece desesperado de “Alianza ahora, o voy solo en 2018” (Así de tajante?); al parecer no tendrá eco.Ya se le adelantó Mancera y eso parece preocuparle en el contexto de las 4 elecciones locales.

Parece que no registraron las lecciones de la elección del 2006.De nuevo, y como once años atrás, los seguidores de AMLO están muy confiados en las encuestas que lo dan como el ganador automático en el 2018.

¿Y no es así?

Claro que no es así. Las elecciones en México tienen muchas variables a ser tomadas en cuenta, sobre todo cuando falta más de un año para la elección. Faltan más nombres de candidatos. Hasta el momento, solo uno seguro anda ya en campaña. Faltan las definiciones en el PAN y en el PRI, que seguramente habrán de enfrentar fuertes tensiones en los procesos internos para seleccionar candidatos. Faltan además, los influyentes resultados de los comicios en cuatro entidades el próximo 4 de junio.

¿Y los que le atizan a la tesis sobre el “hartazgo” de la gente con la política y los partidos?

Esa, Dicen Bauman y Bordoni: “Comienza con un rechazo de la política (“la política es algo sucio”) y a través de la exaltación de figuras carismáticas, capaces de atraer la atención y el cariño de las masas, termina justificando la dictadura del hombre fuerte, el único que puede asumir la hercúlea labor de corregir las cosas” y dice: “Siempre hay un hombre providencial dispuesto a intervenir cuando la relación entre el Estado y los ciudadanos está suficientemente deteriorada”.

Cuidado con esa tesis, porque; “la Antipolítica da pie también al populismo y al nacionalismo, peligrosos fenómenos ambos y susceptibles de las más devastadoras desviaciones”.

¿Y las predicciones acerca de que el 2018 ya está decidido?

Igual. Tampoco ofrece certeza. No hay una base lo suficientemente creíble y seria como para dar por ganada —desde ya—, la elección del próximo año.. Necesitamos conocer los nombres de los candidatos seleccionados en el PAN, en el PRI, en las otras izquierdas, y saber con certeza si en las candidaturas independientes va uno o más candidatos, para tener una idea más completa de las tendencias.

Quienes creen en el determinismo politico deberían estudiar a fondo lo que sucedió en las elecciones del 2000 y el 2006. Ahí también daban ganadores seguros. Hubo excesos de confianza, errores en las campañas y factores de última hora que orientaron la balanza a favor de quienes habían empezado con números bajos en las encuestas.

¿Ventarrones en el PAN?

Margarita Zavala no ofrece nada más que la línea de continuidad de su esposo, el expresidente Felipe Calderón. A Margarita no le hemos escuchado nada que no sean posturas de temporada, con frases y fotografías hechas para el momento. Relaciones públicas y apariciones en las campañas de los candidatos del PAN en los estados.

Ricardo Anaya tiene una doble ventaja: El liderazgo del PAN le da el acceso a los medios de comunicación que los otros tres aspirantes no tienen y los aprovecha para promoverse diariamente con varios spots en televisión y radio. También en la reestructuración de los cuadros del partido, lleva una amplia ventaja por las alianzas con grupos de panistas locales, ya que su corriente política ha ganado la mayoría de las estructuras estatales.

Más allá de las encuestas de preferencias, la elección interna en el PAN se ganará con la participación de casi 200 mil militantes registrados, que son los que al final votarán. Contará mucho el control de las estructuras que ya se reparten Anaya y Moreno Valle, que aprovechan las resistencias y los enfrentamientos que provoca Felipe Calderón en un amplio sector del panismo que ha padecido de sus excesos. El papelón (Eso de que ha pensado salirse del PAN) hecho por el expresidente en el reciente Consejo Nacional ha sido de antología y muestra su desesperación.

¿Y en el PRI?

El PRI deberá sortear varias aduanas antes de la elección del 2018: La elección en cuatro entidades del próximo junio y la XXII Asamblea Nacional de agosto. También deberá pasar la prueba del gobierno en materia del manejo de la economía y los problemas de la relación con los Estados Unidos con énfasis en al Tratado de Libre Comercio.

La aprehensión de los ex gobernadores prófugos le ha ayudado al gobierno y al PRI. Esos ex gobernadores como se ha visto, también entraron en contubernio con algunos partidos de oposición.

El proceso interno para seleccionar candidato en el PRI se dará después de agosto, y se da por descontada la opinión del presidente Enrique Peña Nieto en la decisión final. Mientras eso no suceda, nadie debe sentirse descartado, aún cuando en las encuestas, unos aparezcan más conocidos que otros. Los resultados en la elección de junio seguramente alterarán la posición actual de los aspirantes tanto en el PRI como en el PAN.

¿El PRD?

Deberá trabajar mucho en una politica de unidad y de rescate evitando la sangría de sus cuadros hacia Morena. Será clave la renovación de su liderazgo nacional antes de que finalice el año.

¿Y Morena?

Le empiezan a surgir problemas por el desaseado reclutamiento de cuadros desgastados y “liderazgos” regionales que cada tres o seis años suelen reciclar lealtades políticas a precio alzado. Aquellos que antes fueron del PAN del PRI,PT,Verde o del PRD y que ahora le juran lealtad a López Obrador como si con eso lavaran sus pecados políticos históricos.En operaciones anteriores han demostrado que además de resultar sumamente costosos en dinero, son de muy discutible eficacia politica. Para la historia aquellas famosas expresiones de algunos de ellos: “No somos panistas, somos Calderonistas” (y ahora son Lopez Obradoristas). O aquella de cuando gobernaba Sonora Padrés: “¿Quien dice que los priistas no tenemos gobernador?”.

¿Y los independientes?

En el contexto nacional, por ahora no se ve uno con el peso político suficiente como para entrarle con fuerza a la competencia. A los aspirantes a independientes, les falta tiempo, definiciones, programas y sobre todo…Firmas.

¿Será entonces una competencia entre cuatro?

Con la definición reciente de Mancera, —por lo que se ve—, la competencia fuerte y real en la presidencial de 2018 será entre cuatro candidaturas, más lo que resulte de las definiciones entre los Independientes. Como vemos, todavía nos queda un largo trecho. Y lo que falta…

BULMARO PACHECO

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