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Margarita, la Josefina del 2018

CD. DE MEXICO, 13 de Junio 2017.- Muy segura de un poder que no tiene, y sí mucho desprestigio a sus espaldas: la guerra contra el narco, la que solapó y calló; y el incendio de la guardería ABC de Hermosillo, sólo por citar dos acontecimientos en los que la ex primera dama tiene injerencia indirecta, Margarita Zavala se ha lanzado a recorrer el país en un autobús rotulado con su nombre, dando pie al cuestionamiento de dónde saca el financiamiento para su temprana campaña electoral.

De todos los posibles candidatos del PAN al gobierno de la República para el 2018, la opción más mala lo es sin duda Margarita Zavala, y eso ya es mucho que decir.

Y es que además de mostrar incapacidad para el cargo que busca --ser presidenta de México--, la esposa del ex presidente Felipe Calderón fue parte de ese gobierno que se caracterizó por la pérdida de miles de vidas humanas ligadas a la falsa guerra contra el narco, ya que –como se ha documentado—ésa no fue sino una guerra para favorecer a un cártel de la droga… de ahí se explica el crecimiento del narco en México durante la administración Calderonista, crecimiento con énfasis en Michoacán, donde por cierto, surgieron las guardias civiles ante el azote de la delincuencia organizada contra la población.

Del negocio de las drogas se benefició precisamente la pareja presidencial Felipe Calderón y Margarita Zavala, y ésta última siempre respaldó las acciones de un presidente que no mostró ser diferente a las mafias del poder, de antes de la alternancia; es más, resultó más dañino que el propio PRI, por lo que al tema del narco se refiere.

En ese entonces (2006-2012), la primera dama calló y nunca mostró ni la honestidad, ética y transparencia que ahora lleva escritas en la frente y el discurso, como su lema de “campaña”.

Así, de ser elegida como candidata del PAN a la presidencia de la República, no lograría ni un cierre de filas del albiazul, ni  el voto de los ciudadanos, porque al igual que Felipe Calderón, Margarita Zavala está desprestigiada ante la ciudadanía.

De tal modo que lo único que podría esperarse de ella es que si llegara a ser candidata presidencial, se volvería la Josefina Vázquez Mota del 2018.