Priístas en conflicto

+ Beltrones, epicentro de presunta “revuelta”; que el PRI postularía a un panista

CD. DE MÉXICO.- El proceso electoral de 2018 no se mira terso para el presidente Enrique Peña Nieto, quien ha intentado implantar un mando vertical, distintivo del ayer en el cual el PRI conservaba el monopolio del poder y Atlacomulco era su centro de mando.

A la vista el proceso electoral de 2018, el mandatario de los mexicanos confirma lo que siempre ha visto y se niega a aceptar: hacia dentro de su partido tiene competencia. Si el respeto institucional lo tiene al tomar decisiones de estadista que debe ser, no es así en la búsqueda del poder. Le exigen piso plano. Cambios, para empezar.

Ya no existe esa disciplina partidista donde la obediencia hacía reales máximas como la del sempiterno dirigente obrero Fidel Velázquez, cunado afirmaba que “quien se mueve no sale en la foto”.

Que hubiera líderes así, era parte del PRI del siglo XX, el que ya no existe, aunque exista aún la inercia de lo que aquello significó. Hoy se “jala la cobija”, se acusa, se sacan a la luz los acuerdos y desacuerdos en la cúpula.

Peña Nieto tiene que descifrar jeroglíficos para no caer en el enfrentamiento. No puede, de ninguna manera, encausar por ejemplo, a Erubiel Avila como lo hizo en el Estado de México para dejar sucesor.

Ya comenzó la elección presidencial de 2018 y ser descalificado como lo es, prueba lo anterior. Y lo descalifican priístas, su partido, porque en el tricolor se han abierto grupos que miden fuerza y se disponen a enfrentar la institución presidencial, a la que apoyan para efectos institucionales, no para que monopolice, como ayer, el poder. Así se simple.

QUE SE VAYA OCHOA

Dice un texto aparentemente inofensivo --de no ser por su origen—divulgado por el grupo Democracia Interna: "Una reflexión honesta sobre la realidad de los recientes resultados, licenciado Ochoa, debería llevarlo a renunciar a la Presidencia del CEN".

Adquiere fuerza cuando se voltea a ver al “dueño” del grupo, y resulta ser el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz. Y si, va dirigido al presidente del CEN del PRI, Enrique Ochoa Reza, para que reflexione en su mandato partidista y reconozca hacer "cuentas alegres" en el proceso electoral del 5 de junio, haciendo todo lo que pudo "no para el partido, sino para responder a quien lo eligió a usted".

Y viene el comparativo que daría forma a la insurgencia partidista: “No comprendemos tampoco el por qué de su certeza en continuar al frente del PRI hasta el 2019. Manlio Fabio Beltrones, ante los resultados del 2016 decidió dar paso a una nueva dirigencia que pudiera conducir con nuevos bríos a nuestro partido”.

El documento del oaxaqueño rasca la herida: “¿Cómo es posible que hable usted de un partido triunfador? Seamos autocríticos, no hagamos cuentas alegres”.

La molestia de Ochoa Reza es reportada por medios nacionales, tras una reunión privada entre la militancia priista, donde 89 connotados militantes tricolor “protegidos bajo el manto de Manlio Fabio, exigieron la renovación de la dirigencia nacional”. Por supuesto, también se iría Claudia Ruiz Massieu, la secretaría general que llegó con Ochoa.

Hubo percepción de amenaza. Lea: "Si hay oídos sordos, repensaremos qué vamos a hacer... Somos muchos los que pensamos lo mismo, los que pensamos igual -perdón por la expresión-, los que estamos hasta la madre de seguir perdiendo el prestigio del PRI con lo que se está viviendo, estamos hasta la madre", habría dicho el ex diputado José Ramón Martel, según la crónica de El Universal, único medio con acceso a ese “encuentro”.

Pronto el PRI tendrá su Asamblea Nacional y se dijo que la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, llevará esta queja a nombre de todos. "La rentabilidad electoral, la competitividad del PRI, ha caído en 4 millones 900 mil votos" desde que Enrique Peña Nieto es presidente.

Esto, ante la versión de que el PRI eliminaría candados para postular a un panista.

El martillazo de los insurgentes tricolor sonó más fuerte al tomar parte Filiberto Alfaro, ex presidente del PRI en Sonora, y advirtió que se debe cerrar el paso a esa posibilidad, postular a alguien ajeno al partido.

La asamblea tendrá varios temas pero Alfaro advierte que ellos llevarán uno prioritario, como son los requisitos para candidaturas, en este caso el de la Presidencia de la República. Eso ventilará la intención de quitar candados y “mover” derechos de la militancia, para dejar el camino abierto a un candidato –ahora sí, abiertamente aceptando aquello de lo que acusan a ambos partidos-- del PRIAN, es decir, un panista, pero la condición es que lo postule el PRI.

Y EL CONTRAGOLPE

Dejados no son. Además creen tener la fuerza suficiente para sostener esa medición de fuerzas y hacer cumplir las reglas, por eso el ex líder tricolor sonorense deja claro, en el mismo tono, que se debe tener mucho cuidado si se piensa en ese paso, “porque en realidad lo que puede pasar es que el priismo histórico se alíe con Morena".

El cierre que da al tema el movimiento oaxaqueño es la paráfrasis de Luis Donaldo Colosio hijo, “si Luis Donaldo viviera hoy, volvería a morir de la pena".

Algo más: el texto se divulgó desde marzo pasado. Es hasta ahora que cobra vigencia. Es normal, señalan los analistas, pues es hasta ahora, dispersado el polvo de la emblemática elección en el Estado de México y otros factores relevantes, que se abren los escenarios para el intercambio de ideas.

Para decirlo en términos boxísticos, más apegados a lo que se viene, se suben al ring quienes aspiran al campeonato y creen poder ganar la pelea.