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El procurador que se fue

+ Vio (¿dejó?) crecer la violencia y la impunidad, la peor crítica; permitió escapar a cinco ex gobernadores de su partido

 

CD. DE MÉXICO.- Siempre estuvo en la polémica el procurador que inició su función como tal el 26 de octubre de 2016, cuando dejó el lugar la recomendada de Televisa, Arely Gómez González.

Desde entonces, su aspiración era ser el Fiscal General de la República y quedarse 9 años más en el cargo, pero ha sido comentario general que la sociedad civil no lo dejó.

Para llegar a esta conclusión, los analistas resumen que la época que vive ahora México, violenta y absoluta falta de justicia, fue lo que llevó a Raúl Cervantes a dejar el cargo, con un récord impresionante “al revés”. Es decir, habría sido uno de los peores procuradores que ha tenido México.

Vea por qué:

Fue responsable de dejar ir a cinco ex gobernadores de su partido: Tomás Yarrington, Eugenio Hernández, Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge. Luego se sabrá si hay más, de su partido y de otros partidos.

Todos los mencionados escaparon de la justicia en México durante el mandato de Cervantes como Procurador. Con el tiempo, Borge fue detenido en Panamá; Duarte de Ochoa, en Guatemala; César Duarte sigue prófugo y Tomás Yárrington fue atrapado en Italia. El arresto de Eugenio Hernández fue por las autoridades de su entidad natal, Tamaulipas.

Cervantes Andrade renunció este lunes temprano, en la mañana, como Procurador General de la República y rápidamente lo oficializó en su cuenta Twitter la dependencia. Fue el titular número 43 de la PGR y lo resalta al recordar que el nombramiento se lo entregó el propio Presidente de la República y fue ratificado por el Senado.

En sus siguientes mensajes, el ahora ex procurador refiere que las instituciones deben dar 3 grandes resultados: 1. Ser más eficientes en la procuración de justicia; 2. Un compromiso indeclinable en combate a delitos electorales y corrupción; 3. Implementar un nuevo servicio profesional de carrera”.

También, que “el Constituyente NO se equivocó cuando decidió, hace tres años, crear una Fiscalía autónoma”, y esta deberá tomar la decisión correcta para que, con autonomía, fiscales o ministerios públicos decidan si procede o no ejercicio de acción penal y sólo así se podrá brindar justicia a una sociedad agraviada por denuncias que en muchos casos no avanzan.

Presume: en los 12 meses al frente de la PGR “no sólo hemos elaborado el nuevo diseño institucional para mejorar nuestra procuración de justicia, también hemos armado varias investigaciones y vinculado a proceso a funcionarios que se sentían intocables”.

También condenó que algunos legisladores y políticos hayan usado su nombre y sus “supuestas aspiraciones como excusa para NO avanzar en aprobación de las leyes, que permitirían mejorar las condiciones y herramientas con las que se procura justicia en nuestro querido México”.

“Yo NO tengo ninguna aspiración, fuera de servir con honorabilidad, en cualquier capacidad, pública o privada, a mi país”, expresó durante su visita al Senado a presentar la renuncia ante la Junta de Coordinación Política.

QUIEN ES

El abogado Raúl Cervantes es un político del Partido Revolucionario Institucional que ahora quedó en el camino en su búsqueda del cargo de Fiscal General de la República –se quedaría 9 años más allí). Fue víctima de la sociedad civil que se movilizó intensamente, y por supuesto, de los partidos políticos.

La jugada con la que presuntamente sería apoyado desde la Presidencia de la República, era un “pase automático” hacia la Fiscalía. Es decir, cuando se resolviera escoger al Fiscal de tan largo lapso quien estuviera en el cargo, sería el agraciado. El también ex representante legal del PRI se quedaría todo el siguiente sexenio, ganara quien ganara, pero no pudo, ni se pudo.

Uno de los más recalcitrantes opositores, Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena y quien puntea (como hace varios sexenios) en la carrera presidencial, demando parar éste y otros nombramientos de fiscales y ministros. Dijo que de darse, deberían hacerlos hasta después de la elección, para evitar que el PRI o el Presidente Enrique Peña Nieto plantaran a incondicionales en puestos clave.

Como muchos críticos, también habló de los niveles de impunidad en México y su elevación a cifras nunca antes vistas, como ha sido con la violencia. El país no solo ha visto elevarse el crimen y sus víctimas mortales, también ha sido así a la hora de revisar el nivel de impunidad, que se ha disparado.

Es así, en medio de esta escalada de violencia y falta de justicia, que Cervantes dejó ir al menos a cinco ex gobernadores de su partido.

Cuando uno se pregunta por lo que pasó, si fue estrategia para avanzar o caída para ser sacado del juego, seguramente la conclusión sobre el futuro del notable pero político sumiso no es muy halagadora para el personaje.

Pero, como se cita líneas arriba, tiene ese dudoso reconocimiento de ser uno de los peores procuradores que ha tenido el país.