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Compromiso con las nuevas generaciones

Dip. Ma. Dolores del Río S. 

 2011. Se acabaron los festejos del bicentenario y del centenario; se fue el año del reencuentro con el pasado y nuestros héroes, el año de grandes celebraciones y revisiones de la historia, ediciones de libros, algunos incluso para reconsiderar que todos nuestros héroes y antihéroes fueron seres con debilidades y fortalezas humanas y que casi todos ellos (los buenos y los malos según la versión oficializada por muchas décadas) aportaron algo en la construcción de lo que hoy es nuestro país.

2011. Y ahora a construir los siguientes cien, doscientos años, esos que no vamos a ver ninguno de nosotros (a menos que la genética nos alcance) pero por los cuales vamos a ser juzgados como generación. Ver hacia delante, sin estar con la vista puesta en el retrovisor; mirar y pensar el futuro. Cada generación tiene que asumir su responsabilidad histórica; su capacidad de transformar y de adecuarse a los cambios; su obligación con la vida de venir a hacer de este mundo un mundo mejor. Y nuestra generación, es la generación que hoy encabeza los espacios en las escuelas, en las universidades, en las empresas, en la política en las distintas organizaciones de la sociedad,  que son los padres y las madres de muchos mexicanos, y cuyas edades van desde los treinta hasta los 65 (quizá así no se dividen las generaciones, no se quien es el encargado de eso…los generantrópos?) lo cierto es que en México sí hay claramente una generación menor a los treinta que nació y viven con condiciones claramente diferentes a los mayores de esa edad.

 

Mira: -Los que nacieron a finales de la década de los ochenta viven desde que nacieron en un país democrático (quizás con algunas deficiencias….el ogro siempre se asoma) pero con leyes e instituciones que intentan proteger las libertades que significa vivir en democracia. Libertad para hablar, para escribir, para votar, para asociarse, para elegir partido. Nacieron en un país demócrata, como nosotros nacimos en un país independiente y republicano. Por lo tanto el tema de ellos no es la discusión sobre las ideologías. (Derecha, izquierda…que es eso?)

-Los jóvenes menores de treinta años viven en un país con una economía abierta, globalizada, donde el mercado es el que habla, y donde los avances de un país se miden por su capacidad de insertarse en ese mundo: por su capacidad de producir productos y talentos,  de crear, innovar. Viven en un mundo donde el dinero se ha convertido en el gran valor social, hay más expectativa de consumo, más cosas que comprar.

-Estos jóvenes nacieron con una nueva tecnología, que tiene la mira puesta en actualizarse cada día. Las brechas ya no sólo están marcadas por la condición social, sino por la posibilidad de acceder o no, al uso y aprovechamiento de estas herramientas. Ya no hablamos sólo de analfabetas (a los que Vasconcelos se propuso enseñar a leer) sino de analfabetas tecnológicos. Hoy se hacen amigos, novios, amantes y negocios con gente que no conocemos físicamente y que viven a grandes distancias, impensables sólo hace dos décadas.

-Estos jóvenes no se cuestionan si los medios de comunicación deben ser del estado o privados, culturales y educativos, la oferta de medios abarca privados-educativos, públicos intentando ser comerciales, digitales, canales por Internet. Vivimos en la era de la inmediatez de los medios de comunicación. Las formas de vida de todos al alcance de todos. Los productos del mundo al alcance de una llamada de teléfono. El sueño de cómo ser, vivir, vestir, comer, homogeneizado por lo menos en el mundo occidental.

-Estos jóvenes nacieron en una sociedad más crítica, y ellos son más críticos; los dogmas entonces son más fácil de tambalearse: Ellos quieren ejemplos, no discursos. Ejemplos de sus padres, de los sacerdotes, de los políticos. Y si el hecho no corresponde con el dicho, entonces los asideros morales y espirituales son más débiles.

Mirar el futuro es reconocer que los jóvenes de hoy  nacieron bajo circunstancias completamente diferentes, y que nosotros, la generación que construimos para ellos, estamos en esa misma realidad aunque no nacimos con ella,  a nosotros nos tocó la construcción de muros y la caída de ellos, la elaboración de rollos ideológicos que hoy ya no están en la mesa de discusión, la televisión en blanco y negro y el canal digital. Somos los que estamos ahí para mirar hacia delante; construir confianza a partir de la ejemplaridad, proteger a la familia que sigue siendo la institución base de la sociedad, la mejor forma de transmitir afectos y valores; apostar a la educación  como la clave no sólo de nuestra identidad cultural sino como la puerta a la era del conocimiento, una educación que iguale a los mexicanos entre nosotros y los de afuera,( calidad, cantidad, habilidades), que nos permitan generar nuestro mejor producto: el talento del mexicano.

Como política del PAN asumo la parte de responsabilidad que me toca, desde la trinchera en la que estoy.  Dignificar la política, seguir discutiendo los temas de educación, familia, prevención de adicciones, seguridad pública, en la Cámara de Diputados. Y escuchar, escuchar más a los menores de treinta años.

PD. Felicidades al Maestro Jorge Luis Ibarra, hoy Secretario de Educación Pública en Sonora. Conocedor del tema educativo, con una gran trayectoria.

Antes de terminar el periodo anterior, aprobamos una reforma constitucional, para que la educación media superior fuera obligatoria de la misma manera que lo es la educación preescolar, primaria y secundaria (educación básica).