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Estas líneas…

+ EPN no ha cumplido, pero ya empieza

+ De Cima hace obra con poco dinero

+ 2018: Alfredo Suárez mostró músculo

GUAYMAS, Son.- En 1539, Francisco de Ulloa, uno de los capitanes de Hernán Cortés, navegó por las aguas del mar que ahora llevan el nombre del conquistador español y encontró una magnífica bahía que por sus características, llamó “El puerto de puertos”.

Entrada y salida segura para desarrollar las provincias de occidente, jugó un papel fundamental en el futuro que ya llegó.

El explorador de la Armada española vio en aquel ayer lo mismo que aventureros y visionarios en el transcurrir de los siglos y, ahora, Gerardo Ruiz Esparza y Claudia Palvovich, al visitar el “Puerto de Puertos”. Claro, con una imagen a años luz de lo que el visitante en el siglo XVI encontró.

La actual terminal nace en los años 50 y ha crecido hacia el mar. Últimamente con 56 mil metros rellenados donde ya nace infraestructura para soportar carga pesada. Allí operarán minerales, porque Guaymas tiene esa vocacíón, sin dejar de considerar granos, químicos, contenedores al alza y dentro de poco, automóviles, cosecha que llena de entusiasmo a su director Edmundo Chávez.

Eso es lo que inauguraron los visitantes. No es, por mucho, lo que anunció el presidente en su compromiso de campaña, la “Expansión del puerto de Guaymas”. Por más que funcionarios acostumbrados a tender alfombras rojas afirman se ha cumplido, eso no se ha terminado. Pero ya arranca.

La buena noticia de Ruiz Esparza es que los 800 millones de pesos gastados en los últimos 3 años, son solo la base para que capitales diversos sumen hasta 12 mil millones de pesos para crear infraestructura y cuadrupliquen el movimiento de la terminal.

La gestión de empresarios y representantes regionales ve fruto y vuelve a aplaudirse aquella petición formal planteada al presidente Enrique Peña Nieto cuando hacía su campaña política por Sonora. Pidió proyectos y el relacionado con el puerto de Guaymas, lo llevaron con pelos y señales los miembros del Consejo Promotor Ciudadano de Luis Felipe Seldner. Peña dijo sí, y allí van las cosas, para bien regional, pues la pesca y el turismo han sufrido mermas y pensar en el campo o la maquila, es pensar en salario que no resuelve la meta de vida digna del trabajador.

El puerto es derrama. Donde hay un puerto hay un centro financiero y si el puerto cuadruplica su movimiento como se ha previsto –y camina hacia allá--, cuadruplicará su resultado en esa materia; serán, dicen las cuentas, unos 3 mil 500 empleos directos y el doble indirectos. Eso es buena noticia.


TRANSFORMA A GUAYMAS

El poco interés de Otto Claussen en promover desarrollo hace que Guaymas siga viéndose en el abandono. El teutón de la cleptomanía exacerbada estaba más ocupado en diseñar sus leperadas que en hacer algo por el suelo natal que olvidó la teoría de la política propiamente dicha: servir a los demás.

Por eso se dificulta el progreso de un pueblo, por la leperada en mente antes que el servicio. Y por eso atrae que en medio de la ruina en que nos sumergió ese sujeto, su sucesor, Lorenzo De Cima Dworak, haga con las uñas lo que se pueda. Y poco a poco surgen pavimentos por aquí, lámparas por allá, limpieza en este y otro lado. Pasos cortos, pero firmes, que en tres años podrían significar saneamiento en imagen, en el uso de las magras finanzas municipales y sobre todo, en la moral que deben tener quienes aspiren a gobernarnos.

En este momento tienden nueva carpeta en la calzada Agustín García López desde el obelisco a los Héroes del 13 de Julio hasta la calle 26. Es lo que mira la gente que viaja, pues la vía nació como carretera federal 15 y hoy es una transitada avenida guaymense.

No se arreglaba desde 2006, cuando Carlos Zataráin exigió a Eduardo Bours ese apoyo a Guaymas, con pantalones fajados, como debe ser. Eran alcalde y gobernador y, aunque no se querían, se respetaban por pantalonudos ambos, precisamente.

El cajemense dijo un por qué no. Había dinero y sobraba capacidad de gestión, así que le aprobó la obra a Zataráin y con creces: desde el puente de acceso a San Carlos, hasta el puente Douglas, en el lindero con Empalme. Eso es pensar en grande… y por los demás, como ahora se hace desafortunadamente con la desventaja del saqueo consumado.

TIROS RAPIDOS

1.- Qué angustia vive en este momento el titular del Instituto de Festividades de Guaymas, Javier Ballesteros, un buen hombre a quien le ataron las manos para alejarlo de lo que fuera negocio en la fiesta del Carnaval, y ahora le salen con que debe responder por lo que se debe. El alcalde debe llamar a cuentas para ser justos, al tesorero, luego a dos, tres, que visiblemente metieron las manos en el dinero. Por eso no alcanzó.

2.- Pedro Mar Hernández es el nuevo rector de la Universidad Tecnológica de Guaymas, proyecto para crear los técnicos y profesionales requeridos por la creciente industria maquilera que se volvió (también) competitiva en el rubro aeroespacial.

El académico tiene buen currículo partir de ser un estudiante que luchó a brazo partido por un título, siguió formándose y creó antecedente positivo en planteles de Hermosillo.

La UTG tiene sólido apoyo empresarial, pero sobresale el esfuerzo de su gente, quienes la vieron nacer desde la nada. Ojalá don Pedro no permita que los cambios sexenales --repetidamente peligrosos-- desvíen el proyecto llenándole la nómina de recomendados políticos como ya ocurre en tantas dependencias. La UTG no debe llenarse de grillos, o se irá al caño.

3.- Los partidos políticos en Guaymas duermen. En el PRI su dirigente sueña con dejarlo; el PAN, da de qué hablar por la imposición –así le llaman los panistas de arraigo—de David Kiamy; PT y PRD tienen la regiduría que buscaban y Movimiento Ciudadano tiene un representante cuya claridad de ideas no cae bien a los dueños del poder. El panorama no es alentador cuando se piensa en el futuro.

Piénselo. A quién propondrán para candidatos si en 2015 se llenó de reciclados. La promoción la tienen los ocupantes de cargos representativos, así que se piensa en Susana Corella, Manuel Villegas y ya. Ganado equino de magra presencia el resto.

La luz al fondo del túnel seria Alfredo Suárez Ríos si se piensa en la alcaldía. El joven empresario deja huella como ejecutivo y cobra experiencia en lo político. Días atrás mostró músculo en su fiesta de cumpleaños al reunir a gran parte de la clase política local y estatal, señales de fácil interpretación para los expertos.