Mata la OTAN a 26 soldados pakistaníes

+ Islamabad da 15 días a Washington para abandonar base aérea

         Bruselas, Bélgica, 26 de Noviembre de 2011.- Este ha sido el año más negro para las relaciones entre Estados Unidos y Pakistán al añadirse "al rosario de desconfianzas mutuas" la muerte de 28 soldados paquistaníes, en un ataque de helicópteros de la OTAN a un puesto fronterizo entre Pakistán y Afganistán.

El general John Allen, jefe de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, dirigida por la OTAN), expresó a las autoridades de Islamabad su pesar por lo ocurrido, pero el primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani, habló de ataque “inaceptable” y de “violación de la soberanía nacional”, en tanto que el gobierno pronosticaba “serias consecuencia para la cooperación entre Pakistán y la OTAN”.

Pakistán cerró los puestos fronterizos por los que ISAF recibe la mitad de sus aprovisionamientos y convocó al embajador estadounidense, Cameron Munter, para expresarle su protesta formal, dando 15 días de plazo a Washington para desalojar la base aérea de Shamsi, según informa la agencia española Efe.

La OTAN abrió una investigación sobre lo sucedido y rápidamente contra lo ocurrido en otras ocasiones, esta vez considera “altamente probable” que sus aparatos causaran esas muertes y otros 11 heridos. ISAF acepta que pudo haber habido un problema de comunicación.

Ese tipo de operaciones sobre la frontera mal delimitada entre Pakistán y Afganistán --área de constante operación de los talibanes, que en Pakistán cuentan también con sitios para su refugio-- las desarrollan soldados de Estados Unidos y ahora son el pozo de desconfianza entre Washington e Islamabad.

El ataque es el peor en la década que dura la guerra lanzada contra los talibanes a partir del 11-S, convertida luego en guerra contra el terrorismo y contra Al Qaeda.

En mayo, un comando de Estados Unidos tomó al asaltó la residencia de Osama bin Laden en Abbottabad y mató al líder de Al Qaeda, que había vivido allí sin mayores problemas durante años, prácticamente en las puertas de Islamabad.

La acción ya hizo sacar a ambas partes una guerra verbal en un 2011 que también significó el encarcelamiento en Pakistán de personal de la CIA y numerosos y mortíferos ataques con aviones no tripulados de Estados Unidos sobre objetivos talibanes en Pakistán.

Washington por su parte cree que Pakistán tiene un doble juego con respecto a los talibanes y sus asociados, por lo cual hace un mes, Hillary Clinton, la secretaria de Estado norteamericana, declaró en Islamabad que para Estados Unidos “está probado” que en el Ejército paquistaní hay quienes colaboran con los islamistas y que “en Pakistán hay refugios desde donde se planifican y dirigen ataques” contra las fuerzas de Estados Unidos y de Afganistán al otro lado de la frontera.

Eso conduce, dicen los expertos, a un inevitable choque entre ambos países. A la espera de posibles efectos a largo plazo de este último incidente, Pakistán ha tomado la represalia de cerrar los puestos fronterizos por los que ISAF recibe la mitad de su aprovisionamiento, previamente desembarcado en el puerto de Karachi, como por un incidente menor ocurrió en 2009, que duró entonces diez días.