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"Si nos van a ejecutar, que sea rápido"

+ Eso pide mexicano condenado a la horca en Malasia

          KUALA LUMPUR, Malasia, 22 de Mayo de 2012.- José Regino González Villarreal, condenado a la horca, dijo que junto con sus dos hermanos, están muy tristes por la condena a muerte a la que fueron sentenciados.

Enfrentan cargos de narcotráfico y agregó que su deseo no es morir, pero si va a ocurrir, pide que pase rápido.

El diario mexicano Milenio entrevistó a José Regino en la sala de visitas de la prisión Kajang. Es el menor de los tres hermanos y está enfermo de tuberculosis.

“Los hermanos lo hemos platicado, no es que quiera decir que queremos morir, pero si nos van a ejecutar, que sea rápido. ¡Que no nos tengan aquí 10 años más! Hemos pensado en eso y no queremos estar aquí tanto tiempo”, pidió José Regino.

Sin embargo, mantienen la esperanza de que el gobierno mexicano haga lo posible por que las cosas ocurran rápido. Se gane o se pierda la apelación, que “lo sepamos de una vez. Queremos saber qué nos va a pasar y no estar en la incertidumbre”.

Contestó que su hermano Luis le confesó que ya no va aguantar más tiempo en Malasia y el otro, Simón, está muy triste mientras que él evita pensar en ello. Confiesa que no logra entender por qué está condenado a muerte.

Había entendido la sentencia a muerte y durante esos segundos se sintió impresionado. “La verdad es que sí esperaba irme a casa. Hasta el abogado nos dijo que nos podríamos regresar a México”, comentó.

Quisiera nunca haber escuchado de este país y nunca haber venido, dijo, arrepentido y pensando que “si pudiera hacer todo de nuevo, si me dieran la oportunidad de hacerlo todo otra vez, me hubiera quedado en Sinaloa con mi familia. Aquí las leyes son muy duras”.

Los tres hermanos mexicanos fueron detenidos en marzo de 2008 y permanecen en una prisión antesala a la pena de muerte. No es raro encontrar en los reos enfermedades mentales por el trauma de lo que ocurrirá en el futuro.

La condena surgió tras ser detenidos en una fábrica de metanfetaminas al sur de Malasia donde se incautaron 30 kilos de mentanfetaminas y e insumos para producir la droga, pero sus abogados pretenden impugnarla ante la Corte de Apelación.

Luis Alfonso González Villareal, de 44 años, y sus hermanos Simón, de 37, y José Regino, de 33, fueron condenados a morir ahorcados por el Tribunal Supremo de Kuala Lumpur, junto con un ciudadano singapurense y otro malasio.

Los condenados explicaron que eran simples trabajadores llevados a la fábrica de droga para limpiarla y que no estaban al corriente de la actividad ilegal que se desarrollaba en ella.

Juan Manuel Gonzalez, director adjunto de misión de la Embajada mexicana en Malasia, señaló que su gobierno respetaba el veredicto y seguirá de cerca el proceso de apelación.