"Sí, lo hicimos", dice Obama al despedirse

CHICAGO, Ill. (EU), 11 de Enero de 2017.- El presidente de los Estados Unidos Barack Obama se vio nostálgico y esperanzador durante su discurso de despedida la noche de martes.

Pero en el mismo, advirtió “a la dividida nación” que lideró durante ocho años como a su sucesor, no rehuir los desafíos de la desigualdad económica, las luchas raciales y la apatía de los votantes que todavía amenazan a la democracia.

Fue un retorno a Chicago, donde hizo fuerte su carrera política que lo llevó a la Casa Blanca. Falta poco más de una semana para que Donald Trump tome posesión; de ello habló Obama y expresó su creencia de que las más profundas divisiones ideológicas pueden ser superadas por una población activa y comprometida.

“Después de ocho años como su presidente, sigo creyendo eso”, elevó la voz ante la multitud reunida en McCormick Place, un gran centro de convenciones donde en 2012 agradecía su reelección.

“Y no solo es mi creencia. Es el corazón palpitante de nuestra idea estadounidense: nuestro audaz experimento de autogobierno”, expuso el mandatario al final de lo que será el último discurso de su notable carrera política.

Agradeció a su esposa, a sus hijas, a su vicepresidente y a sus partidarios, la ayuda para llegar a la Casa Blanca, pero les dijo emocionado que “no voy a parar; de hecho, estaré allí con ustedes como un ciudadano más, por el resto de los días que me quedan”, mientras la audiencia se ponía de pie.

Les pidió creer, como lo hicieron durante su primera campaña. “Sí podemos. Sí, lo hicimos. Sí podemos”, subrayaba.

Habló crítico e invitó a enfrentar y superar los problemas que socavan la igualdad, la diversidad y la unidad que intentó alcanzar durante su mandato. Dijo que la desigualdad económica seguiría causando “desafección y división” y advirtió que los problemas raciales seguirían dividiendo a la nación, a menos que la discriminación sea atacada y eliminada, “pero las leyes por sí solas no serán suficientes. Los corazones deben cambiar”, le dijo a una multitud que reflejaba reconocimiento.

“Cuando los grupos minoritarios expresan su descontento, no se dedican al racismo inverso o practican la corrección política; cuando protestan pacíficamente, no exigen un trato especial, sino la igualdad que le prometieron nuestros fundadores”, agregaba el funcionario quien atrajo atención mayor cuando criticaba que los medios de comunicación amenazaban la democracia al permitir que la gente se retirara a sus propias burbujas de conocimiento, por lo que todo el mundo tenía una versión distinta de los hechos.

“Nos volvemos tan seguros en nuestras burbujas que solo aceptamos la información, verdadera o no, que se ajuste a nuestras opiniones, en lugar de basar nuestras opiniones en la evidencia que existe”, dijo.

También dijo que el orden democrático de Estados Unidos está amenazado por una sensación de apatía entre los estadounidenses que no votan o participan en la vida cívica. Instó a los miembros de ambos partidos políticos a trabajar para restablecer la confianza en las instituciones de la sociedad de manera que atraigan a más personas que se involucren en el destino del país.

SUS MENSAJES:

“Si algo necesita arreglarse, pónganse los zapatos y organícense”.

“Si estás decepcionado por los funcionarios electos, agarra unas planillas, busca firmas y postúlate para el cargo”.

“Aparece. Involúcrate. Persevera. A veces, ganarás; otras veces perderás”.

“Pero muy a menudo, su fe en Estados Unidos —y en los estadounidenses— se verá confirmada”.

“Ustedes son los mejores partidarios y organizadores que cualquier persona podría esperar y siempre estaré agradecido”.

“Porque, sí, ustedes cambiaron el mundo”.

“Esta noche dejo el escenario y soy mucho más optimista sobre este país de lo que lo era cuando empezamos”.

TRUMP, LO CONTRARIO

NUEVA YORK, N.Y.- El cotidiano neoyorquino “New York Times” expuso el contraste entre el mensaje esperanzador pronunciado en Chicago por el saliente presidente Barak Obama, y la realidad que se  observa en Washington en estos días.

El diario editorializa sobre “la realidad que se desarrolla en la capital de la nación”, donde el futuro presidente Donald Trump ha prometido atacar el legado de Obama, borrando el enfoque disciplinado y profesoral del actual presidente al gobernar, sustituyéndolo con un estilo ruidoso y caótico de liderazgo.

Obama habló de su compromiso para garantizar que Trump tuviese “la transición más suave posible”, y eso le generó abucheos, y “parecía estar hablándole a Trump” cuando enumeraba advertencias sobre los peligros de continuar alimentando las divisiones con las que se apoyó para derrotar a Hillary Clinton.

Exbecarios de la Casa Blanca y colaboradores de Obama se reunieron en Chicago para presenciar el último gran discurso de su líder, luego asistieron a fiestas y recepciones por toda la ciudad.