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Trump hace oficial su guerra contra medios

WASHINGHTON, 23 de Enero de 2017.- El fin de semana se consideró oficial la guerra del nuevo presidente estadounidense Donald Trump contra la prensa.

En su primera comparecencia pública como presidente, acusó a los medios de dar la impresión de que existe un enfrentamiento entre él y los espías estadounidenses y sostuvo que mintieron sobre la asistencia a la jornada inaugural, el viernes.

A la ofensiva de Trump se unió su portavoz, el mismo día en que cientos de miles de personas se manifestaron contra él en las calles de Washington y otras grandes ciudades del país.

En la sede de la Agencia Central de Inteligencia, Trump dijo que "Estoy con vosotros en un 1.000%. El motivo por el que sois mi primera visita es que estoy embarcado en una guerra con los medios. Están entre los seres humanos más deshonestos de la tierra", y utilizaba un tono jocoso, como ha sido en casi todos sus discursos.

El presidente se molestó porque la prensa habría mentido al citar cifras de asistencia a su toma de posesión como mandatario del país más poderoso del mundo. Dijo (la prensa) equivocadamente que la multitud llegaba al monumento a Washington y que un periodista de la revista Time por error había afirmado también que Trump retiró un busto de Martin Luther King del Despacho Oval.

El diario The New York Times editorializó el mismo sábado que esta elección es una reevaluación “distorsionada” de la historia estadounidense en que se ignoran las injusticias del pasado y los logros más recientes. The Washington Post argumenta que proyectó una visión pesimista y oscura que no coincide con la realidad del país.

Mencionan percibir la influencia de Steve Bannon, el estratega jefe de Trump que presidía una publicación de referencia para la derecha más radical estadounidense, al consignar la expresión del personaje cuando señala que “fue una declaración sin adornos de los principios básicos de su movimiento populista y en parte nacionalista”, en una respuesta al Post.

En una comparecencia en la cual se prohibieron las preguntas, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, mantuvo la ofensiva al afirmar que jamás tanta gente había asistido a una ceremonia inaugural y denunció que "algunos miembros" de los medios de comunicación dieron "noticias falsas" durante la toma de posesión de Trump.

Enseguida sentenció que los periodistas "rendirán cuentas" porque a su juicio, hubo manipulación intencionada de la cifra de asistentes a la investidura presidencial. Los mismos periodistas se quedaron esperando las pruebas de dicha afirmación, que enfrenta gráficas y videos del evento y su asistencia.

El vocero exigió explicaciones a los periodistas pero se le hizo ver ya extraoficialmente, que el trabajo de los comunicadores consiste precisamente en pedírselas a él, a quien le habrían pedido un tono de voz menos tenso e irritado, características sin antecedente en un portavoz de la Casa Blanca donde él y el presidente los tendrán cerca los próximos cuatro años.

El presidente saliente, Barak Obama, se despidió el miércoles en la misma sala, con una defensa encendida de la libertad de prensa y del derecho de los periodistas a pedir cuentas al poder.

Hoy, los principales medios del país destacan que en la visita de Trump a la CIA permanecieron las mismas expresiones fuertes de campaña, “las mismas palabras, los mismos ataques”.

INSISTEN: RUSIA METIO LAS MANOS

En diciembre pasado se conocieron publicaciones sobre documentos en poder de la CIA, que “veían” la mano del presidente ruso, Vladímir Putin, detrás de la interferencia rusa en favor de Trump durante la campaña. Trump descalificó entonces a la CIA y recordó que la agencia “de espías” cometió graves errores como lo de las inexistentes armas de destrucción masiva en Irak.

El todavía presidente electo siguió chocando con la agencia al comenzar enero, al saberse que esta y otras agencias de inteligencia habían entregado a Trump un informe con rumores sobre una supuesta grabación sexual del nuevo presidente en Moscú, a lo cual Trump reaccionó en Twitter acusando que “las agencias de inteligencia no deberían haber permitido que estas ‘noticias falsas’ se filtraran al público. ¿Vivimos en la Alemania nazi?”. Al día siguiente, en una rueda de prensa, dijo: “Era algo que la Alemania nazi habría hecho, y hacía”.

Ahora, Trump dirige desde el pasado día 20 a los propios espías que comparó con un régimen criminal y totalitario cuya principal etapa de su historia fue el Holocausto. Los conservadores estadounidenses han dicho que eso fue un insulto que difícilmente podría haberse imaginado en boca del presidente de una vieja democracia como la estadounidense.

¿Cómo LOS NAZIS?

“Diles a las familias de estos 117 funcionarios de la CIA a los que se recuerda en el muro del honor que sus seres queridos, que dieron sus vidas, son comparables a los nazis”, dijo el director saliente de la CIA, John Brennan, al ser entrevistado por el influyente medio neoyorkino The Wall Street Journal, y lamentó la expresión que “me pareció muy repugnante y siempre defenderé la integridad y el patriotismo de mis funcionarios, que han hecho tanto durante años para sacrificarse por sus conciudadanos”.