Atentado en aeropuerto de EU "pasó de noche"

WASHINGTON, EU, 25 DE Octubre de 2017.- Un intento de atentado terrorista fue frustrado en el último minuto y ni el comunicativo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, le dedicó un poco de atención al hecho.

El pasado viernes 6 de octubre por la mañana (12:39 am), cámaras de seguridad del Aeropuerto Regional de Asheville, Carolina del Norte, captaron a un hombre vestido de negro y gorra, que entraba a pie por las puertas delanteras, cargando una bolsa.

Al aplicar protocolos de la Administración de Seguridad del Transporte, seguridad del aeropuerto llevó a un perro rastreador a oler la bolsa y el animal indicó al equipo la presencia de materiales peligrosos en ella.

La explanada y calle que lleva a la terminal aérea se cerraron y los oficiales del aeropuerto regional de Asheville se encontraron en una situación de emergencia.

Los investigadores encontraron explosivos en la bolsa, junto con nitrato de amonio y combustible, que se habrían usado “en una serie de incidentes relacionados con el terrorismo en todo el mundo”.

Los expertos de seguridad expusieron que cuando la mezcla entra en contacto con una fuente de ignición, explota violentamente. Clavos o pedazos de metal son agregados al dispositivo para aumentar el daño que causa la explosión.

De hecho, se encontraron clavos afilados y balas en el dispositivo explosivo improvisado. Se explicó que el artefacto fue diseñado para causar daño corporal. Antes de desarmarla, se había confirmado que una alarma adaptada la haría activarse a las 6 de esa misma mañana, justo al arribo de un grupo de viajeros al aeropuerto.

Un hombre fue detenido y en el interrogatorio dijo que estaba “preparándose para pelear una guerra en suelo estadunidense” y esta bomba era sólo una parte de esa guerra.

POCA DIFUSION

En redes sociales se cuestionó el por qué de la poca difusión de estos hechos.

Incluso se manejó el nombre de la persona detenida, un hombre blanco que se identificó como Michael Christopher Estes, quien admitió y confirmó que su objetivo final era acelerar una guerra en territorio estadunidense.

Analistas y luchadores por los derechos humanos creen que la poca difusión se debió a que el perpetrador de esta amenaza fue un hombre blanco, lo cual no alcanza a impactar en el ánimo de la seguridad nacional como si hubiese sido de una amenaza árabe o latina.

El caso de Michael Christopher Estes fue turnado a una corte de Carolina del Norte.