El cura pederasta Marcial Maciel, utilizaba paraísos fiscales

+ Creó empresas para evadir el pago de impuestos e involucró al Vaticano


PANAMÁ, Pan., 12 de Noviembre de 2017.- La investigación mundial denominada ‘Papeles del Paraíso’, descubrió que el imperio religioso de Marcial Maciel tenía su sede en Roma, Italia, sede la Vicaría General de los Legionarios, pero también descubrió que sus cuentas bancarias se encontraban en paraísos fiscales.

El religioso mexicano Marcial Maciel Degollado, fundador de la Legión de Cristo, congregación de la iglesia Católica, llegó a ser uno de los sacerdotes predilectos del papa Juan Pablo II. En la década de los 90 del Siglo pasado, creó una red de colegios y universidades privadas.

En 1992, en plena expansión de la estructura educativa que Maciel fundó, los Legionarios de Cristo crearon ‘The Society for Better Education’ y, tres años más tarde, la sociedad ‘International Volunteer Services’.

Ambas compañías tenían la misma sede, las Islas Bermudas, y el mismo objetivo: transferir dinero al fondo fiduciario ‘Ecyph Limited’, establecido en otro de los territorios offshore: las Islas Vírgenes Británicas, lo cual ayudó a su imperio educativo a no pagar impuestos.

En Bermudas, la tasa a las sociedades o empresas es de cero por ciento sobre captación y dividendos, y los fideicomisos también están exentos.

La cuenta por la que fluía el dinero se abrió en el Citibank y la manejaban rectores y administradores de la red de universidades de la Legión de Cristo. Todo el dinero que pasaba por esa estructura financiera era controlado por Maciel, mediante un esquema secreto que sólo era conocido por sus colaboradores más cercanos.

Maciel nació en 1920, en Cotija de la Paz, México, y falleció en 2008, en Jacksonville, Florida, Estados Unidos, donde se refugió cuando cayó en desgracia.

Creó una extensa estructura de paraísos fiscales y otro ejemplo es que en Panamá estableció tres sociedades offshore, que eran sociedades pantalla.

En noviembre del 2006, tras la muerte de Juan Pablo II y el nombramiento de Benedicto XVI, el mexicano Maciel terminó retirado del sacerdocio, a lo cual fue obligado cuando estalló el escándalo que lo vinculaba a la pederastia. Se le demostró que había abusado sexualmente de decenas de novicios y que, escudado en identidades falsas, se convirtió en padre de tres hijos con dos mujeres diferentes.