"Arca de Noé" en Yucatán
"Arca de Noé" en Yucatán
MERIDA (Mural sonorense).- Una mujer soñó alguna vez un “ser de luz” que le ordenaba construir un nuevo lugar cerca de Xul, pequeño poblado del estado de Yucatán que fuera un antiguo asentamiento maya.
Así lo cuentan los habitantes del nuevo asentamiento en la selva de Xul, donde se construyó Las Aguilas, una miniciudad de 800 hectáreas habitada por italianos que poseen todo para vivir en forma autosustentada, con bodegas de comida, generadoras de energía solar, laguna y suelos donde cultivan lo que consumen.
Los vecinos aseguran que se ha construido porque se acerca el fin del mundo y con ello grandes catástrofes que allí podrán soportarse, a partir de 2012.
Hay 16 viviendas en una colonia, cuyas paredes de 60 centímetros de ancho nacieron con material especial “para soportar catástrofes climáticas como temperaturas extremas, fuego e inundaciones”. Incluso, se dice, radiación.
Los europeos hacen su asentamiento en un ex rancho ganadero a 7 kilómetros de la localidad de mil 1500 habitantes, que los nativos relacionan con la profecía maya del fin del mundo, en el 2012. Xul, o Xúul, en lengua maya significa final.
Karina Pérez es la arquitecto del poblado y dice que no hay autorización para entrar ni para dar información, pero indica que los italianos no esperan el fin del mundo, sino muchos desastres naturales, temperaturas elevadas de hasta 50 grados, inundaciones como la de Nuevo León y por eso piensan en protegerse.
Una psicóloga e investigadora italiana dirige el proyecto pero no está en la naciente ciudad “anti fin del mundo”.
Las autoridades no ponen obstáculos y dicen que mientras no afecte a terceros no intervendrán. Tampoco han dado datos de su situación migratoria. La embajada de Italia desconoce del tema. La gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, ofreció averiguar las actividades que se realizan en el sitio, que fuera un rancho de Mateo Granados hasta que se vendió en 3 millones de pesos.
Ahora hay construcciones con novedosas tecnologías, perforan pozos para proveer agua, nace un jardín botánico y plantan muestras de árboles regionales. Pero los residentes del lugar no dicen nada y no hablan de representantes o voceros.
