Quiere ser diputado, pero lo acusan de asesino

CD. DE MEXICO, 29 de Diciembre de 2017.- “Asesino, asesino”, resonaban los gritos de los doloridos padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, cuando encararon al ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero.

Pero no lo encontraron en un mercado o un centro de recreo. Fue durante el acto inicial de su campaña como precandidato a diputado federal por la coalición Por México al Frente.

En efecto. El multiseñalado político para quien se ha pedido un juicio con castigo severo por la desaparición de los estudiantes que conmueve al mundo, ha vuelto a ponerse en las marquesinas y cree que por siglas distintas –ante el desgaste de los partidos tradicionales--, podría llegar a ocupar de nuevo la silla del mando estatal.

Había desesperación en los acusadores, que elevando la voz cuestionaban ¿dónde están mis hijos? Y portaban pancartas con las imágenes de los desaparecidos. Muchas de esas pancartas lo llamaban responsable.

No tuvieron respuesta del ex mandatario, por lo cual intentaron subir al podio donde estaba Aguirre Rivero, pero sus guardaespaldas y varios simpatizantes lo impidieron a gritos y empujones. Los hechos dieron la razón a quienes rechazaban realizar el acto político con los manifestantes cerca y finalmente se debió cancelar.

Aguirre Rivero quiso salir del lugar, en la cabecera municipal de Ayutla de los Libres, pero fue rodeado por los padres de los 43 y le exigieron esclarecer la desaparición de los jóvenes.

LA RESPUESTA DE AGUIRRE

“(De) Lo que sucedió en Iguala hay que investigar quiénes fueron; quiénes se coludieron con la delincuencia para que se diera la desaparición de los 43. Yo soy el primero en querer saber dónde están los jóvenes y tengo la autoridad de venir a hacer campaña porque no tengo nada de qué avergonzarme”, dijo Aguirre.

Ofreció a los padres de los normalistas reunirse “para que tracemos una ruta y encontremos los caminos para esclarecer el caso” y logró tranquilizar a varios de los manifestantes, pero no a todos y entre gritos de apoyo y mayoritariamente de repudio, Aguirre abandonó el salón del evento.