En Veracruz apresan a la "Todopoderosa"

+ Gina, vocera de Javier Duarte, premiaba o castigaba a reporteros o periódicos

 

VERACRUZ, Ver., 21 de Mayo de 2017.- Javier Duarte de Ochoa era amo y señor de la prensa, lo cual se confirmaba con su fotografía día a día en portadas, en las notas que llevaban el mismo encabezado, cosas así.

El estado entero sabía el derroche de recursos a favor de la prensa, nacional o veracruzana, y la persona artífice de esa estructura de alto costo pero efectiva, se llama Gina Domínguez, quien podía quitar y poner reporteros a voluntad, y daba órdenes a dueños y directores de medios y la sola llamada ya ponía a temblar a cualquier director de medios.

Varios medios ahora describen lo que ocurría. Cosas como que “(Fulano) debe salir así, y así”, o pidiendo espacios, palabras, cabezas, esta foto, la firma de tal o cual reportero. Gina Domínguez Colío dictaba desde su oficina en Xalapa a cualquier directivo o jefe de información de diarios, televisoras, estaciones de radio, portales de internet. Y nadie se resistía.

Era claro el por qué: evitarla o “desobedecerla” era tanto como dar por cancelado el “convenio publicitario”, es decir, el contrato de publicidad por dar a conocer la obra de gobierno del estado de Veracruz, porque para ella había medios aliados y medios contrarios.

AHORA ESTA PRESA

Al final del sexenio de Duarte de Ochoa, Gina Domínguez fue colocada en la presidencia de la Fundación Colosio y allí estaba cuando fue detenida la noche del sábado por el personal de la Fiscalía General del Estado, a la salida de un evento con el candidato del PRI a la alcaldía de Xalapa, Alejandro Montano.

Tendrá que responder por varios cargos como abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y el desvío de unos 4 mil millones de pesos, en el lapso que compartió con otro ex titular de la Coordinación de Comunicación Social.

La nueva administración estatal dice Gina Domínguez es parte de un bien organizado esquema de empresas fantasmas, que impuso su exjefe y amigo, Javier Duarte de Ochoa, hoy preso en Guatemala y en proceso de extradición a México.

Alberto Silva es su antecesor en la oficina de comunicación de Duarte y también es acusado de enriquecerse en el cargo. Gina ahora está en la Sala de Juicios Orales de Pacho Viejo. Pese a que a Renato Alarcón, presidente del PRI Estatal, ya le habían dicho que tenía que dar de baja a Gina Domínguez de la Fundación Colosio, no quiso.

La primera mujer detenida por la corrupción señalada a Duarte, amenazó que si la corría, echaría sobre el ex delegado del ISSSTE “toda la furia de sus medios de comunicación”, dicen los testigos. Entre esos medios estaría la agencia Quadratín, de la cual ella es copropietaria, estaciones de radio y diarios que ahora posee y cuya adquisición deberá explicar, pues lo hizo en el lapso del Gobierno de Duarte.

En redes sociales se divulga profusamente la detención, en donde se le muestra cerca del acto del PRI.

En la denuncia se destaca que también se indagan “medios que aún circulan, por haber recibido recursos de manera ilícita, sin acreditar que tuvieran la circulación y calidad para dar a conocer la obra pública del gobierno del estado de Veracruz, tales como El Centinela, nacido en el sexenio de Fidel Herrera Beltrán; Diario Marcha, Oye Veracruz y El Águila y varios portales de internet: Los Grillos y Noticias a Tiempo”.

La propia Gina Domínguez habría dado la pauta para su detención, pues en una columna de su autoría y con su firma, atrajó “los reflectores” sobre sí.

Narró que la madrugada del 6 de junio se habría reunido el círculo íntimo de Javier Duarte y Karime Macías (su esposa), Alberto Silva, Erick Lagos, Arturo Bermúdez y Luis Ángel Bravo y se habló de culpas a los ausentes, en particular al candidato derrotado. Duarte se excusaba, pues había perdido el candidato, no él, aunque reflejaba nerviosismo porque había ganado un enemigo acérrimo.

Gina Domínguez también mencionó que en agosto pasado, Javier Duarte y su familia decidieron ir a Houston a revisar y amueblar sus casas en Woodlands, en preparación a su salida del país al término del gobierno. Volaron en avión privado a la frontera y cruzaron por carretera a Estados Unidos.

La que fuera vocera de Duarte expuso que “cuán grande sería la sorpresa del entonces Gobernador que los agentes migratorios norteamericanos les impidieron el paso, y además les confiscaron las visas a ambas familias. Ahí supo Javier Duarte que era el principio de un final que nunca anticipó”.

Gina Domínguez fue también jefa de prensa de Mario Villanueva, El Chueco, ex Gobernador de Quintana Roo, a quien envió preso el ex presidente Ernesto Zedillo, luego de atender acusaciones de que el mandatario usaba sus aviones oficiales para enviar droga a Estados Unidos.

El juzgado de control le impuso un año de prisión preventiva ante los señalamientos y el riesgo de que huya. Se le imputan diversos delitos; el principal, haber sido parte de una estructura de empresas fantasmas que desvió 4 mil millones de pesos.