Banner

Agustin Rodriguez

Trasciende fronteras liderazgo de Claudia

PHOENIX, Az.- El gobernador de Arizona, Doug Ducey, se sumó al reconocimiento generalizado hacia el papel de liderazgo que ha asumido la gobernadora sonorense Claudia Pavlovich Arellano.

El martes, cuando me proponía retornar al puerto guaymense, me detuve en el escenario en esta capital de la entidad llamada a ser el principal socio de los sonorenses, donde se gestan, se avizora ya, la mar de negocios para crear un mercado regional de elevada importancia económica.

Qué orgullo escuchar en suelo ajeno voces importantes expresando elogios hacia quien hace poco más de un año fue capaz de evadir los dardos envenenados de detractores, para demostrar su confiabilidad y hacer valer su triunfo en las urnas donde las acechanzas de los malosos conocidos intentaban preservar un poder ya corrompido y, por ende, ciego y sordo ante las necesidades y demandas de una población que hoy tiene motivos para confiar en un mejor futuro.

El señor Doucey reconoció el liderazgo de la gobernadora de todos los sonorenses de bien, y fue más allá al detallar el honor que significa para él, sumarse a los proyectos de ambas entidades camino a esa economía cuya base es el comercio y su principal apoyo, la gran red que posee de comunicaciones con el mundo.

Arizona capta hoy inversión global y, por si algún presidente electo piensa que un país puede trabajar solo, ya se marcó el propósito de asociar a proveedores de bienes y servicios sonorenses, para completar la oferta arizonense a una inversión de 700 millones de dólares en la vecina Casa Grande, al sur.

Bien hecho, pues, ver las cosas desde atalayas más elevadas y situarnos en el lugar adecuado para que los negocios, que lo son de veras, no se vayan. Y no solo eso, ir por ellos para mantener el rumbo hacia bienestar general a los sonorenses.

Detalle adicional: el puerto de Guaymas ofertará la capacidad de asociación con empresarios para aprovechar la posición estratégica que le permite enlazar el comercio del suroeste de los Estados Unidos con el mercado asiático. Lo hará en el marco de la recién iniciada reunión de la Comisión Sonora-Arizona, y seguramente traerá más inversión para sumarla a las firmas mundiales que ya operan en esas instalaciones.

Edmundo Chávez, director de Apiguay –concesionaria del movimiento portuario de altura—confirma propósitos y adelanta que no es Guaymas un puerto especializado en cruceros de placer, pero al menos 4 confirman presencia en los próximos dos años. Pocos, pero es sumar a lo que ya existe en materia de comercio con el mundo.

AGUA, CENTRO DE ATENCIÓN

Sergio Avila no encuentra la salida del berenjenal en el que se metió al promover el aumento al costo del agua potable. El administrador de la Comisión Estatal del Agua tiene sobre sí una tormenta en Hermosillo, donde duelen de veras los golpes, y se agrega la de Guaymas y Empalme.

En la capital debiera ser menor, pues primero se invirtió en mejorar servicio y calidad de lo que entregan a la población, lo cual no ocurre en Guaymas, donde venden agua escasa y sucia, que llega a las casas y daña instalaciones, pudre ropa y enferma a la gente. Y cara.

Dicen que desde 2008 no aumentan de precio y eso es falso. Deben aceptar que la ineficiencia los metió en esos líos. Y que para aumentar precios primero se mejora el producto, pero aquí primero quieren dinero del usuario para mejorar y cuando mejore –si mejora, pues recordemos, es un servicio oficial y por ende, sujeto a vaivenes de la política--, vendría un nuevo aumento bajo ese argumento.

Resta lo que diga el Congreso estatal. En el caso del diputado local por Guaymas, Manuel Villegas, ya anunció, votará en contra, como lo harán panistas y perredistas. Será interesante presenciar el debate entre los congresistas. Me propongo estar allí y buscar charla con el empresario Carlos Zaragoza de Cima, consejero estatal del organismo operador, para conocer su posición como guaymense respecto a este proyecto al revés, de encarecer y luego mejorar… si mejora.

De paso por la capital del Estado, escucho sobre el duro golpe a la imagen del “Maloro”, Manuel Ignacio Acosta, por impulsar el aumento al agua y, como lo hiciera Faustino “El tinito” Félix Chávez en Obregón, privatizar el mantenimiento del alumbrado público naranjero.

No es más que la generalizada desconfianza del ciudadano hacia empresas que aprovechan la ola privatizadora, para luego salir con que a Chuchita la bolsearon. No cumplen y sus abogados se encargan de doblar a los Ayuntamientos. Paga el pato la gente, que cada tiene peores servicios.

Ah, y en teoría, el abasto de agua se irá a manos municipales en Guaymas y Empalme, y luego a la operación privada. Al tiempo.

HACIA EL 2018

Santiago Samaniego Rebollo es el nuevo presidente del Comité Municipal del PAN en Guaymas. Le ganó a Carlos Dueñas Rivera.

El primero fue la propuesta del alcalde Lorenzo De Cima en su estrategia para estar en primera fila en el proceso de 2018; el segundo representó al interés del grupo que creó César Lizárraga a su paso por Palacio Municipal.

Santiago ya está listo para hacer su trabajo y su antecesor, David Kiamy, deja su convulsionada delegación impuesta desde Hermosillo para completar el enroque en la oficina de Catastro.

Carlos Dueñas confirmó que no es bueno sacar la cabeza cuando se tiene mal antecedente. Le ha sido presentada una demanda en la Comisión Anticorrupción del PAN nacional y se hará lo propio ante la Procuraduría General de la República, pues pese a que habría evidencias de haberle agarrado la pata a la vaca en la disposición de recursos federales que irían a favor de obra para los guaymenses, es hora de que no se le toca ni con el pétalo de una rosa.

Y en Empalme, se acomodan las cosas para el alcalde Enrique Gómez Cota, brote del movimiento obrero que quedó bien en el congreso Estatal y por eso ganó sin problemas la alcaldía que el PRI perdía consuetudinariamente. Ahora lo apuntan hacia la diputación federal por el 04 Distrito.

Para suplirlo en 2018, se coincide en la popularidad del excampeón mundial de boxeo José Luis Castillo para mantener al tricolor en la plaza. Al exaporreador, las tablas que le dan su paso por el Congreso del Estado, le crean plataforma para saber cumplir a quienes respalden esa pretensión.

Volviendo al PAN, confirma la dirigencia estatal de David Galván Cázares, éxito del proceso interno cumplido en un marco de orden y apego a lo democrático. Eso le da más puntos al joven dirigente que ya ha enviado sus felicitaciones a los nuevos líderes municipales, a saber:

Ramón Díaz Beltrán (Hermosillo), Rafael Delgadillo Barboza (Cajeme), Santiago Samaniego Rebollo (Guaymas), Ramón López Félix (Nogales), David Castillo Yáñez (San Luis Río Colorado), Héctor Cáñez Ríos (Caborca), Roberto Félix Otáñez (Puerto Peñasco), Jesús Yépiz (Álamos), Gabriel Cruz Dávalos (Cananea), Ángel Rodelo Morales (Benito Juárez), Armando Lacarra Moreno (Santa Ana), Ildefonso Arias Celaya (Magdalena), Víctor Castillo Méndez (Benjamín Hill), Eleazar López Molina (Cumpas) y Jhoana Molina Amavizca (Yécora).

Estas líneas...

+ Padrés, político perseguido; no hay, pero le suben al agua; cercanos, PRI y PAN en Guaymas         HERMOSILLO, Son.- Esta capital ya no recuerda los buenos tiempos del “Nuevo Sonora”, cuando Guillermo Padrés llegó con las expectativas de poner fin a la cadena de impunidad y corrupción pregonadas en contra del priísmo.

Hoy todo versa sobre bienes acumulados por el exgobernador y su equipo de millonarios –en dólares, enfatizan degustadores del delicioso café de los Gándara— que en su tiempo, ni se sonrojaban al mostrar el rápido crecimiento de su poder adquisitivo.

Recuerdan las “sangronadas” del secretario de Comunicación preso, Jorge Morales; compras del secretario de Salud Bernardo Campillo, que incluyen el condominio de 935 mil dólares en San Carlos; los negocios de “los Dagnino”, que en Guaymas a veces celebraban usando como piscina el estanque de delfines que destruyó el siempre perseguido y nunca alcanzado Oscar René Téllez, el de las “tirolesas” en el estero del Soldado de 43 millones de pesos, nunca instaladas.

Ni se diga la insultantemente cara mansión de Carlos Villalobos, ex de Finanzas, o las proveedoras de Mario Cuén que lo volvieron un potentado. No hay espacio para describir los dineros perdidos, ni siquiera los que le atribuyen al “No. 1”.

Hoy, Padrés enfrenta un juicio del cual los más creen que durará corto tiempo y saldrá sin culpa. Otros advierten que sería igual que otro exgobernador, Andrés Granier de Tabasco, quien sufrió igual persecución y lleva años preso. Mario Villanueva, de Quintana Roo, sigue preso pero por un caso vinculado a drogas, aunque el fondo, dicen en el sureste donde parques públicos llevan su nombre, cayó por su disputa política con Ernesto Zedillo.

Padrés se dice inocente y víctima de persecución política. Lo desmiente la evidencia. Su entrega tampoco es por heroicidad, sino por la cercanía de sus perseguidores y la presión ejercida sobre su familia, amigos y excolaboradores.

Dónde se ocultaba Padrés también fue especulativo, pero en septiembre pasado saludé en su curul a su exsecretario particular, el tocayo ahora diputado federal Agustín Rodríguez Torres, y no dudó al señalarme que “aquí está, muy bien, trabajando”. Residía y se desplazaba de y hacia la ciudad de México. Allí lo apresaron cuando anunció que se entregaría.

Ahora el peor escenario para el cananense sería que el sistema agotado, de artimañas muy vistas, repudiado, haya resuelto poner ejemplos para justificarse, como castigar por tanta corrupción a dos, tres personajes que irían a prisión y les serían confiscados los bienes hurtados al pueblo.

Con él debería caer pronto el gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte, y alguno más de la larga cauda que incluye a los Moreira, Medina, el otro Duarte, el Borge y otros ya perdidos en el ostracismo o siguen de iluminados en el Olimpo político mexicano. A ver.

NO HAY, PERO LE SUBEN AL AGUA

GUAYMAS.- Roberto Romano Terrazas fue regidor en la pediche y endeudadora administración de Otto Claussen y siempre obstaculizó a Marcos Ahumada, su antecesor en la Comisión Estatal del Agua, el aumento de tarifas porque “no estaban dadas las condiciones”.

Hoy fue promotor del aumento justificado en la urgente necesidad de rescatar al organismo operador. Y por alguna causa, 16 de 21 regidores lo aprobaron.

Con maquinación perversa intentan hacer creer que sería un 8 por ciento, cuando en realidad los rangos se elevan hasta el 54 que pagarán la industria y el comercio; igual mintieron al señalar que desde 2007 no hay aumento, como acusan empresarios recibos en mano.

La queja por el aumento se queda corta, ante la que acusa los siguientes problemas:

Falta agua y la poca que hay, falla repetidamente; llega contaminada fuertemente por manganeso; se tira o roban el 56% camino a su entrega; casi toda la infraestructura es antigua y defectuosa pese que cada año se anuncian inversiones millonarias en su mejoría; se calcula que en los cinco organismos regionales hay al menos un centenar de recomendados políticos en nómina sin labor definida. El drenaje está peor, fugas constantes y un vertimiento al mar enorme en la rebasada laguna de oxidación de La  salada, que enferma a los guaymenses.

Debe muchas explicaciones el señor Romano, incluyendo el por qué entrega los contratos de obras menores y mayores a empresas foráneas que hacen todo mal y no se les vuelve a ver. Si arreglara eso, el aumento no se necesita, y lo sabe el titular estatal Sergio Avila.

LORENZO, CERCANO AL PRIISMO

GUAYMAS.- El PAN estatal tuvo presencia en el puerto con David Galván a la cabeza y el líder nato con su sola presencia, desde su reciente campaña para llegar al cargo, puso en orden las cosas tras tantos años de enfrentamiento.

Hoy plancha la elección municipal de presidente del Comité para terminar con las delegaciones del estatal tan molestas para los militantes.

Escogerán entre el director de Catastro Municipal con licencia, Santiago Samaniego (no me confundan con “mi apá”, dice el candidato--, y aquel tesorero que tuvo César Lizárraga y que dicen los demás contadores, salió rico. Se llama Carlos Dueñas y desde “el Miffelgate” con sus luminarias que nadie vio pero se pagaron, no lo habían vuelto a ver salvo cuando se lo encontraban de compras en Tucson.

Eso dicen. Nadie cree que “La Mole”, como identifican al presuntamente enriquecido tesorero de César, pueda ganar el cargo. La idea es que quien gane, será candidato en 2018.

El señor alcalde cree que con Samaniego le saldrá la jugada, como le salió el acercamiento con la gobernadora Claudia Pavlovich a raíz de la labor de filigrana cumplida por Humberto Robles Pompa –es viejo amigo familiar -- como delegado tricolor, quien ahora despacha en la CNOP estatal.

Lo que no pudieron es afinar cosas respecto a la administración del teutón que enloda el apellido Claussen, pues don Lorenzo les dimensionó los estragos económicos heredados y la enorme deuda de un dinero que no encuentran por ningún lado.

La presunción es, se lo robaron. Y el alcalde debe hacer lo que la ley le indica, o sería cómplice del saqueo. Claussen queda en la misma cuerda floja del empalmense Héctor Laguna, y del nogalense Ramón Guzmán, pues serían parte de los ejemplos que pondrá la autoridad federal para inhibir las uñas largas entre quienes llegan al poder.

Finalmente, que hayan despedido a Gabriel Cinco –pero seguirá cobrando-- de la oficina del Secretario del Ayuntamiento, puso a remojar las barbas de Alan Jaramillo. Pierde el segundo de abordo en la comuna la lucha contra los que llama “Los fresas”, que encabezan el tesorero Arturo Lozano, y el oficial mayor Germán González Vejar. Las uñas en crecimiento son el problema, como en muchos casos.

Y se critica que la comuna intente regalar prácticamente la fiesta del Carnaval, como se critica también la aprobación de un crédito por casi 30 millones de pesos. La opacidad cubre el proceso, como ocurre con otro presunto programa tipo “Miffelgate” para iluminar la ciudad en penumbras que ahora tenemos.

Estas líneas...

GUADALAJARA, Jal.- Desde el clima hasta la imagen en cada uno de sus rincones que van de lo romántico a lo dinámico; del odioso bache hasta la magnífica edificación modernista, la Perla Tapatía es un encanto.

En restaurante de comida típica evaluamos resultado del evento donde me convencieron de la rapidez con la que las redes sociales toman su lugar en el campo de la información reduciendo la lectura impresa, que ahora se debe “subir” a la red para la nueva generación, sin quitar el papel  a la anterior.

En esta ciudad es imposible no recorrer algunas de las grandes avenidas o no admirar algo de Zapopan, donde el primer mundo hace presencia. Allí disfruté humeante café con la lectura de El Informador (impreso), que edita Carlos Álvarez del Castillo, miembro de una familia de arraigo e impresionante presencia social y política a lo largo de generaciones.

El columnista Octavio Navarro ilustra el lío que se traen el gobernador Aristóteles Sandoval y el alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro, por el siempre complicado paso de nombrar jefe de la Policía.

Alfaro escogió al político priista Salvador Caro y pronto hubo réplica, que el secretario de la comuna tapatía, Enrique Ibarra, ubicó en los sótanos del gobierno estatal. Es evidente el choque entre Estado y Municipio.

Caro no pasó el examen de confianza, dice la filtración, y eso implica renuncia automática. Pero no, a pesar de tampoco cumplir expectativas, sigue allí y eso se califica como necedad del alcalde, aunque unos pocos dicen que “es la determinación con la que gobierna”. Al final, el pleito sacó dos exámenes de confianza a la luz, donde Caro pasa y donde no pasa. Vaya manipulación.

Atrae este texto de Navarro: “los delitos del fuero común están al alza en Guadalajara como el resto de los municipios metropolitanos; (se) vive una evidente oleada de violencia que no puede justificarse con el cliché de la lucha entre cárteles”.

Nada raro tampoco en estos suelos guaymenses, agregaría este servidor.

De pasada, celebré el éxito que dice tener el grupo Mocedades al anunciar presencia la noche del domingo 13 de noviembre en el teatro Diana. Trataría de venir, pero quizá me exponga de nuevo al fraude del cual seríamos víctimas docenas de personas que fuimos en abril pasado a Los Mochis, a recordar con ellos el romántico ayer. Ni se presentaron, ni han devuelto las entradas.

Y la Profeco que dirige en el país Javier Nemer Álvarez, una vergüenza. En Sinaloa sugieren que uno vaya a Culiacán a resolver el tema. Entiendo, intentan hacernos perder por cansancio y dejar “colgados” a cientos. Esa es la credibilidad que tiene la dependencia que no ha dado una durante el mandato de Peña.

En vuelo a Cajeme meditaba en la necesidad de cambiar esquemas, pues se ha ido de las manos el orden de antaño, que también enfrentaba retos y resolvía situaciones. La falta de liderazgo nos lleva por una ruta ominosa y llega a extremos, pues no se entiende lo que pasa, menos cómo enderezar rumbo.

La falta de vuelos a Guaymas –puerto a la baja en casi todos sus rubros-- obliga a buscar destinos cercanos, pero a eso agradezco haber convivido en Ciudad Obregón con el mejor columnista de Sonora, Mario Rivas, y con el gran “Zurdo” Guerrero Barraza. Cuántas cosas recordamos. Enviaron saludos a la legión de amigos de esta región.

Puntualizo: la precipitación de rubros en este puerto tan lleno de recursos y tan mal administrado, incluye el turismo. El viaje a Jalisco me permitió rápida vuelta al sureste. Quintana Roo y Yucatán son turísticos y lo muestran con su atractiva, rica infraestructura, pero más con respeto y servicio al visitante para hacerlo volver. Nos falta mucho, de veras. Mediten en ello, autoridades y empresarios, y terminen con ese juego egoísta de querer que todo lo haga la contraparte.

EL PLEITO DE REGIDORES

Ya en casa, reviso información y consigno el éxito de Ariel Noriega con su Festival de la Calaca. Mucha cultura y asistencia. Enhorabuena.

Encuentro también que ya dirige como se debe la tarea policíaca, Norman Castillo Medrano, cuyo desempeño en Hermosillo para la administración de Javier Gándara rindió buenos frutos, como los obtuvo después en la Procuraduría General de la República.

Castillo terminó con la sequía de jefes policíacos formales, pues por alguna causa César Lizárraga y Otto Claussen dejaron un encargado de oficina; Lorenzo De Cima tenía más de un año con el mismo esquema.

Pero el pleito de la semana lo protagonizaron dos regidores, el de Movimiento Ciudadano Marcos Ulloa, y Eduardo González, quien llegó al Cabildo por petición directa al corredor de bienes raíces Juan Valencia Durazo, entonces líder estatal panista.

Al primero le sacó de quicio que el segundo dudara de su inteligencia, pues le explicó con peras y manzanas irregularidades con dinero que debería mejorar el desempeño de los policías y pues, no, puras negativas a la exigencia de que “El Pin” hiciera valer su papel como comisionado de Hacienda y Cuenta Pública.

Estalló, Marcos, y la verdad confórmese usted con esta expresión. No puedo transcribir la florida manifestación verbal a la cual solo se le regreso vía “watsap”, un reclamo que quiso ser airado. Ulloa sostiene la tranza en marcha, la segunda ya, y espera resultados sancionadores.

Mientras tanto, cumplió su palabra de llevar al secretario del Ayuntamiento Alán Jaramillo, a una mesa donde estuvo presente un conocido radiocomunicador a quien le entregó apreciados parabienes, lo cual se considera un paso hacia el acercamiento con las autoridades municipales, el alcalde principalmente.

Ya para irnos, de un momento a otro Carlos Mexía, titular jurídico del Ayuntamiento de Guaymas, interpondrá una denuncia formal de hechos ante autoridades judiciales estatales y federales, para dejar en claro que el actual trienio no es cómplice de Otto Claussen en el desfalco de dinero de los guaymenses, que superan, dicen las cuentas todavía en marcha, los 400 millones de pesos.

El Claussen del cuento pasea despreocupado y hace unos días divulgó una foto en redes al lado de Brenda Jaime, diputada local por Cajeme y representante del PRI estatal en Guaymas, donde se manifiestan “preocupados por lo que está ocurriendo en Guaymas”.

Me pregunto que significará eso: ¿Que el dinero de la deuda heredada no se encuentra ni en obra ni en caja? ¿Por la denuncia que se interpondrá? Ojalá lo aclaren.

Estas líneas...

+ El drama que vive Guaymas

GUAYMAS, Son.- El “Puerto de puertos” que miró don Francisco de Ulloa una tarde de 1539, vive un drama por culpa de políticos no solo insensibles a las crecientes necesidades de la gente sino, contrariamente, egoístas y ambiciosos cuando se les coloca al frente de cargos públicos.

El pleito personal del alcalde Lorenzo De Cima con los señores Padilla, dueños de periódicos y radiodifusora entre otras empresas, lo paga Guaymas caminando hacia atrás y echando por tierra importantes pasos dados por otros representantes, cuestionados, sí, pero capaces de dejar algo que signifique progreso en un país en riña con ese término.

Tras el triste papel del trienio perredista, en 2000 el ejemplar productor rural Antonio Llano dejó su oficina en el emporio que da empleo a miles de trabajadores, para disputar la alcaldía por segunda vez. En 1982-85 hizo un trabajo reconocido por todos y valía la pena un nuevo intento, pero esta vez cayó ante Bernardino Cruz Rivas, un panista beneficiado con la “Ola Fox” que no se peleó con nadie pero no fue suficiente.

Por eso los guaymenses vieron en la fresca figura de Carlos “El bebo” Zataráin la solución al atraso y aunque el hoy alto funcionario federal enfrentó fuerzas poderosas, supo conducir su propósito, que siempre ha sido servir. El ejemplo prevalece para su calificación; cuando llegó la hora de dejar el mando, Antonio Astiazarán fue el beneficiario, pues la gente pensó que el PRI había entendido la lección y escogía lo mejor de sus filas.

Astiazarán repitió con creces el camino progresista de Zataráin y la secuencia a proyectos hicieron dar un salto a Guaymas, colocándolo en la plataforma del progreso.

Pero otra vez el PRI se equivocó en 2009 con Carlos Zaragoza, empresario que sabe hacer dinero pero se le dijo, no tenía simpatías ni en los muelles donde atraca sus barcos. Se impuso el PAN con el improvisado César Lizárraga, quien hizo exactamente lo esperado: nada. Corrijo: fue víctima de los coyotes de su partido y cometió errores financieros por culpa de ellos y, para Ripley, de los priístas que intentaba combatir.

En 2012, el PRI recurrió a su artillería pesada. Otto Claussen Iberri era la aplanadora que corregiría el desastre y sí, se impuso al empresario pesquero y socio de padrecistas, Manuel Aguilar. El problema fue que los 900 millones de pesos que presume Claussen haber invertido en obra pública, no se refleja. Los cerca de mil 800 millones de presupuesto y fondos adicionales captados habrían hecho mucho más.

Mucha obra ejecutada sí, pero los expertos sugieren que cada acción costó dos o tres veces más. Los políticos cínicos lo justifican afirmando que el representante puede robar, mientras deje algo, como dice el “Layín” nayarita.

Pero al afamado teutón se le pasó la mano. Pidió créditos bajo procedimientos típicos de la “mafia del poder”, parafraseando al tabasqueño aquel. Pagó comisiones indebidas y debidas, recibió dinero en tiempo y destiempo, en forma y ´desformas´, y cuando todo iba bien, su ambición por el “pastel” a repartir lo enfrentó a “cuellos blancos” empresariales y cuellos anchos políticos.

Mostró pantalones en la cena típica de “los que mandan” en una casa de playa en Miramar, al advertir que el PRI perdería con el candidato escogido, el para entonces desgastado oftalmólogo José Luis Marcos León Perea, quien planeaba terminar su trienio y tras largos años de “trabajo arduo”–fue dos veces diputado local y una federal--, retirarse a su tierra, un tranquilo pueblo de Hidalgo.

León Perea cometió dos errores: olvidar que “la política cuesta”, como pregonaba el simpático santanense Gildardo “El Flaco” Vázquez; y afirmar que “yo ya la hice” porque “el jefe ya me dijo que yo era”. El jefe, para cultura general, era Manlio Fabio Beltrones, quien captó el error de sostener esa candidatura cuando ya nada se podía hacer.

Aunque finalmente, solo se trataba de un municipio prescindible del proyecto priista, pues las inversiones grandes vendrían para Empalme como ya ocurre. Guaymas ya había sido saqueado por Otto y pensar en negocios con tal deuda era imposible.

Que ganara el Lorenzo De Cima del panismo padrecista era natural. Pero gente como Ernesto Munro no quiso dejar las cosas al azar y mandó la tropa de Seguridad Pública contra los priístas que fueron superados por mucho. Qué tristeza ver docenas de patrullas y cientos de agentes estatales amedrentando gente, e incluso cercando la sede de Seguridad Pública. Por eso muchos no salieron a votar. Por eso tan pocos votos.

Quienes ayudaron a De Cima están desencantados y le han retirado su apoyo. Mal augurio para el alcalde que vive obsesionado contra los Padilla de la comunicación, mientras el grupo, encabezado por Alejandro, se levanta tranquilo cada día a hacer sus labores en Guaymas, Empalme Hermosillo y no sé qué partes más.

No están, como De cima, pensando en cómo quitarse el pesado lastre, la suma de todos sus miedos. Se le ve, sí, con gente que hace negocios con el erario, y huelga mencionar la situación de violencia, inseguridad, insalubridad, oscuridad y basura que vive el Municipio. Y falta revisar las cuentas.

El alcalde suspendió la fiesta del pueblo el 15 de septiembre por hechos violentos en lo que murió una mujer y 6 personas más fueron heridas, pero dejó fijo –aunque llegó dos horas tarde— el evento de reflectores que era su informe. Hay quien afirma que no quiso exponerse esa noche “del grito”, al escrutinio de quienes lo verían desde la plaza de los Tres Presidentes, al alcance de un proyectil o gritos que sugerirían la falta de aprecio que ya le demuestra mucha gente, por lo mismo, restringió a piedra y lodo el acceso al auditorio Municipal.

Pero criticarlo implica enfrentar a un hombre con poder –maneja más de 600 millones de pesos en presupuesto y mil 500 empleados, un tercio de ellos sin obligación específica--, contestatario y que no le entiende al oficio.

Por eso el antecesor, el teutón a quien muchos ya veíamos tras las rejas junto con sus cómplices por la vileza cometida contra los dineros de Guaymas, hoy emerge como un héroe al responder certero y venenoso –“lo veo perturbado”, afirma--, a señalamientos de brújula descompuesta del sucesor, quien ya perdió la oportunidad de llamarlo a cuentas.

Otto ahora se promueve en redes sociales saludando gente, pescando en el maravilloso mar de Cortez o reunido con amigos y familiares en su preciosa mansión blanca en San Carlos sin horario definido, pues dicen que no tiene obligación --ni necesidad-- de trabajar.

Y Lorenzo sigue viviendo el infierno de no entenderle a esto y tratar de justificar un papel que, ya se confirma, le hará mucho daño al pueblo si dura tres años. Vive Guaymas, pues, un drama de veras.

Estas líneas...

CD. DE MEXICO.- La monotonía de quien dirige las sesiones en el recinto legislativo de San Lázaro de pronto atraen la atención de alguien, cuando escucha sobre su estado o su Distrito.

No se trata de estar en todo. Un diputado puede oír sobre Cancún y la destrucción de humedales para hacer hoteles pero, si representa a Reynosa, “secar matitas” y matar “conchitas y caracolitos” no le significará un crimen de lesa natura de empresas en busca de lucro. Reaccionará cuando escuche de seguridad y otros problemas transfronterizos.

La Cámara de diputados es un hervidero de legisladores, visitantes, temas de una u otra cosa y la grilla está al 100. Desde aquel oscuro legislador de un partido protector de intereses de grupos ultraderechistas, hasta la combativa dama de Morena, representante de un distrito rural morelense, que disfruta ridiculizar al “Cuauh”, alcalde de Cuernavaca que antes jugaba futbol.

Igual el legislador refugiado tras pasar por altos cargos, o el que pronto irá a gobernar Yucatán u otra entidad. No falta quien buscó el fuero para evitar rendir cuentas.

El caso es que siempre alecciona penetrar al recinto donde, a veces con facilidad que asombra, deciden el futuro del país; otras, con guerras de criterios encontrados por los intereses que no se entrelazan. Pero al final, todo resulta terso.

Ingresar es pasar filtros mil. No tantos como cuando los diputados cerraron la puerta a Vicente Fox quien llevaba su último informe de Gobierno–terminada la enfadosa costumbre de informar con “la realeza” llenando un recinto de aplaudidores--, pero escuchar al mandatario ya no era el tema, si no ver si entraba. Entró, arrojó los libros y salió rápido en un cerco de guaruras y diputados recién electos entre quienes andaba un sonorense cinta negra en judo o algo así.

Pero cuando se va a algo específico, se entra y la atención es de primera. Por supuesto, uno debe visitar a su representante y saludé con afecto a Susana Corella, del 04 Distrito Electoral de Sonora, quien hace un papel apreciable. Va de aquí a allá, llama por teléfono, se reúne con funcionarios, concreta acuerdos, “torea” a uno que otro ocioso con dieta… no para, la verdad.

En la charla me anuncia que estará el martes siguiente y lo estuvo, en tribuna. No lo hizo mal. Sabe lo que hace. Así como es ella, entrona, fue a la cabeza del Grupo México, el del millonariazo Germán Larrea, para reclamar sus falsas promesas y le exigió remediar el cochinero con el que destruye el medio ambiente sonorense con sus minas. Creo que eso es causal para retirarle la concesión, pero el paso lo resuelve nuestro vapuleado presidente Peña Nieto.

Ni ayuda médica, ni plantas potabilizadoras ni nada. Todo lo cruza, Larrea, por el arco del triunfo, por eso Susana Corella le dijo con más palabras y en forma más diplomática, que no le anduviera haciendo al loco.

Y para que vean que Claudia Pavlovich hace su parte, le legisladora pidió a sus homólogos en el Congreso respaldarla en el exhorto al Gobierno Federal, para apoyar en ese jalón de orejas al Larrea del cruel cuento de destrucción y muerte que hereda a comunidades del Río Sonora.

Sépase, si no lo sabe, que el de las minas es tema federal, por eso doña Claudia no ha metido en cintura al grupo mafioso ese, pero fue oportuno el papel de Susana, como cabeza de la Comisión de Minería. Pronto se verán resultados.

Y solo para cultura general, la diputada guaymense tiene su oficina al lado de Sylvana Beltrones quien, creo, no necesita presentación. Y contactos mil, gracias a su carisma aunado a su energía para cumplir a favor de los habitantes del Distrito, 39 municipios a los que está respondiendo.

En el sitio, grato el saludo a los legisladores tricolor Ulises Cristópulos, quien adelanta lo bien que le irá en materia de inversión a Sonora gracias a la gestión de sus representantes. A su lado, Próspero Ibarra, cuyo nuevo “luk” --¿18 kilos menos?-- me hizo titubear antes de saludarlo. Si, era él.

Más allá, el tocayo Agustín Rodríguez, con quien charlé en su curul y para la posteridad quedó la foto tomada por la legisladora Tere Lizárraga, a quien saludé con gusto y la vi de cerquita. Les juro que no trae ojos inyectados en sangre ni arroja lumbre por la boca. Andan tranquilos. Hablan de planes y gestiones y la despedida fue con el infaltable “saludos al señor (Padrés. Quién más)”, a quien me reportan “por allí”, en el ex DF, tranquilo también y en espera de que pase el vendaval. No ocurrirá nada, según veo.

LIDERAZGO CONCRETERO

En realidad fui a Ciudad de México básicamente para acompañar al guaymense Ramiro Páez Cruz en la asamblea de la Asociación Nacional de Concreteros Independientes, grupo que creció en año y medio de trabajo de este empresario radicado en San Carlos, hasta controlar la mitad del concreto de las grandes obras del país. Ante los santones del concreto, Ramiro es bien visto y respetado. Ejerce liderazgo, lo cual da gusto, pues es un paisano que abre camino en esos niveles.

El evento de dos días en el Hilton, permitió saludar a mucha gente conocedora de ese sector. También a sonorenses radicados en la gran urbe, como el de Pueblo Yaqui Julián Luzanilla, hoy en el Fideicomiso que suple a aquel viejo Banrural donde también hizo labor de enlace entre los políticos y los productores, como ahora; y el de Bacobampo Juan Manuel Verdugo, secretario General del ISSSTE, metidísimo en eso de traerse una clínica de especialidades a Cajeme, donde se atienda a toda la región.

También a los exalcaldes de Guaymas Carlos Zataráin y Antonio Astiazarán, quienes enriquecen currículum el primero en la Dirección de Concertación Social de la Sedatu, y el segundo en la Transversalidad de la Sedesol. Astiazarán podría saltar a la Secretaría de Hacienda, a donde fue su amigo, Antonio Meade, a remendar el desgarriate creado por el extodopoderoso Luis Videgaray.

Allí cerca andaba Bulmaro Pacheco, hoy director del Instituto Tecnológico de Guaymas, donde se nota la mano de quien le entiende a eso de dirigir y gestionar en los altos niveles. Por cierto, este miércoles era buscado por militantes priístas para obtener sus consejos. Claro, sabe mucho de los asuntos del partido y de la política en general y en Guaymas no tardan en nombra dirigente.

INFORMES

Si se valiera, todos los alcaldes llorarían al micrófono ahora que rindan su primer informe de Gobierno en los 72 municipios de Sonora.

Pero no se vale. Como tampoco se vale que lo haga doña Claudia Pavlovich, quien da al mal tiempo buena cara, ahora que no pueden exhibir obras ni soluciones exigidas por la tarea diaria del Estado.

Serán informes austeros. Y algunos, de plano, parecen hojas contables, donde hasta la compra de un clavo o una ventana sobresalen como gran logro. Hace falta algo más que discursos para salir del hoyo. Vamos a ver de qué están hechos nuestros políticos y más nos vale que de un buen material.

TIROS RAPIDOS

1.- No nos fue tan mal con la tormenta Newton en el sur de Sonora. Sin embargo, ya comenzó la danza de los millones en daños. Siempre es buen negocio hablar de gastos cuantiosos para resolver problemas de emergencia. Ojalá no abusen, porque luego no les creen y esto resulta como cuando se insiste que viene el lobo y no viene.

2.- En Guaymas, a unos metros de las calles Miguel Alemán y la diagonal José María Yáñez, está el auditorio municipal donde Lorenzo De Cima tratará de justificar su primer año como alcalde.

Esas vías estaban anegadas de aguas negras. Ya no. Me dicen que por ser la sede del informe y se vuelve entendible en el sistema político nuestro. Luego me añaden, es que viene la gobernadora a acompañarlo en su informe. Ah, bueno. Y entiendo también con eso, por qué cesa la beligerancia de los regidores tricolor. Que nos sea leve.

3.- No se entiende la ruina que padece la región Guaymas-Empalme –al margen del cínico saqueo de sus alcaldes-- cuando destaca en exportaciones de productos del mar, del campo, la industria maquiladora y agregue inversiones por más de mil 500 millones de dólares en grandes proyectos industriales.

Urge que los alcaldes pongan atención en la promoción económica. Eso es prioridad, o la historia los recordará mal.