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Estas líneas...

+ Camina la alianza anti morena; solos, enfrentan la extinción; Clausen y los alcaldes no se entienden; Lizárraga plancha el camino a la alcaldía en el PT; Ricardo Bours mete al juego a Karla Córdova y a Sergio García; CEA amenaza: aumentos de hasta 45%

GUAYMAS, Son.- Hace tiempo se advirtió que Ernesto Gándara batallaría con la nomenclatura priísta para volverse candidato a gobernador; después, para ganar con las siglas del ex invencible, por lo cual su buen nombre debería fortalecerse formando un frente amplio con otros partidos para superar al candidato a vencer, el de Morena.

Tras muchas especulaciones, el popular “Borrego”, única figura tricolor con talla para buscar esa posición, tiene listo ese frente con el PAN y el PRD. No tardan en oficializarlo.

Pero pocos esperaban la contundente forma de reducir el riesgo de que ir por el PRI dañe su imagen. El miércoles renunció a esa militancia.

Funcionó la observación-condición panista, sentenciada por el dirigente estatal Ernesto Munro para darle al muy priísta “Borrego” el respaldo azul, esperando claro, que eso nunca sucediera y acudir a la opción de nombrar candidato a su retoño homónimo, quien hace muy buena chamba desde la alcaldía de Puerto Peñasco.

El PAN no se ha recuperado del nocaut sufrido en 2015 y su futuro es oscuro si fuese a la elección solo, como lo es para el PRI, pero juntos tendrán mejor resultado. Sin duda el PRD está lejos de ser ejemplar, pero resulta que es hoy el partido menos criticado en Sonora, así que la gente del “Tragabalas” Jesús  Zambrano, no quiere arriesgarse y apura esa protectora alianza.

Pero sepa usted, no está todavía concretada pese al espectacular anuncio del “Borrego”, por lo tanto, el constructor guaymense Jesús Saldaña --“el Negro” para sus cuates que se multiplican cada día--, persiste en su proyecto “Sonora chingón” –perdón por la colorida expresión, pero así lo llama—por si a última hora algo sucede y debieran ir solos.

En síntesis, de casi requerir intubación, los tres partidos agarran aire y sumarían unos 30 puntos en las encuestas de preferencias; en bola, se acercan a Morena, que acumula casi 40, pero la gran lucha serán los votantes indecisos, los sin partido, que dice el Instituto Nacional electoral, son el 40% del padrón.

La recta final hacia las candidaturas la inicia Gándara al irse del PRI, pero dice que no se aleja, que solo se acerca “a la construcción de un proyecto ciudadano donde cabemos todos”.

No se distancia, no se confronta –dicen que ni siquiera se va de veras--, solo hará más fuerte su proyecto aliándose con partidos políticos en peligro de extinción y con los que se cuelgan de estos, aunque algunos ya tomaron aquella medida de los roedores cuando ven la nave zozobrar. Lejos de ideologías y plataformas, se unirán por la sobrevivencia. Y hasta podrían ganar.

Pero los rivales se agarrarán del clavo ardiendo para obtener la gubernatura y pedirán al elector en medio de riñas, guerras sucias y campañas negras, ayuda para ganar también el congreso, porque solo así podrán hacer lo suyo.

Alfonso Durazo entenderá que la competencia es real y el camino no estará sembrado de flores.

TIROS RÁPIDOS:

1.- Enrique Clausen, secretario de Salud, tiene razón en lo que expone, pero no en cómo lo expone.

Por eso la alcaldesa de Hermosillo le dijo que no a sus medidas preventivas contra el Covid-19 y que esperará datos oficiales de la federación, lo cual dejó el tufillo de grilla electoral en el ambiente.

Sara Valle se expresó en Guaymas en forma similar, evitando confrontación. Pero también dijo que da seguimiento a las indicaciones del científico de moda, López-Gatell.

Pero quizá resintió más el mensaje del cajemense Sergio Pablo Mariscal, quien le advirtió que “no estamos pintados” los alcaldes. Claro que habría que analizar lo que piensan sus regidores, cuando a través de Emeterio Ochoa le dicen: “los regidores tampoco estamos pintados”.

Si, Enrique debe mejorar su relación con ellos, aunque tenga razón, insisto, porque habla de prevenir para no volver a llenar hospitales como ya ocurre en Europa. Eso dijo, no que ya estaban llenos, pero si hacemos como si nada pasara, lo estarán y entonces, los alcaldes lanzarían piedras al matorral después de conejo ido.

Y si no pega, no duele, así que el sector Salud suspendió en Hermosillo un parque de eventos con venta de comida, por no respetar protocolos. Este tipo de operativos de la Coeprison continuarán en los 72 municipios.

2.- El diputado Rodolfo Lizárraga fue a México, se entrevistó con Alberto Anaya y con Ana Guevara y parece que están de acuerdo el dirigente nacional y la comisionada en Sonora, en que sea el candidato de Partido del Trabajo por la alcaldía de Guaymas y eso negociarán con Morena. Eso descarta reelección de Sara Valle, quien habría pedido ser candidata a diputada local.

Si el dato es correcto, Morena repetiría con Heriberto Aguilar Castillo, para el 04 Distrito Electoral Federal, aunque sus seguidores hacen ruido pidiendo se le considere por la alcaldía.

Entre tanto, Ricardo Bours hizo su primera presentación formal ante la prensa, como virtual candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Sonora. Lamentó los graves problemas de Guaymas y el mal papel de sus autoridades. En el presidium estaban Karla Córdova, futura candidata por la alcaldía, y el regidor Sergio García, aspirante al Congreso de Sonora.

3.- La Comisión Estatal del Agua pide al Ayuntamiento de Guaymas anuencia para elevar tarifas de agua potable y drenaje por hasta 45%.

Cuando a los regidores les pidan elevar su dedo al cielo, cosa que hacen con mucha facilidad sobre todo esos que son muy bien tratados por la tesorera Célida Botello y por la Oficina de Recursos Humanos, deberían pensar en esto:

Ningún negocio aguantará un alza, peor si supera, por mucho, los números de la inflación oficial, ante el evidente golpe que significa la pandemia; deberían platicar con los usuarios domésticos y comerciales, no fraguar en lo oscuro estos descontoneros golpes contra el debilitado bolsillo de la gente.

Se porta mal, CEA, al preparar la incursión rápida y lo debe entender cada regidor, para no volverse cómplices de una jugarreta que mañana, cuando hayan dejado Palacio, los hará pagar más en casa o en sus negocios, con sus propios recursos, por un servicio tan cuestionado.