MEXICALI, B.C., 11 de septiembre de 2024. – A 4 días de ser emboscados el jefe de la Unidad Técnica de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC) y su escolta, en el Valle de Mexicali, autoridades locales desarmaron a los 156 policías municipales asignados a la vigilancia en esa zona por no brindarles apoyo tras la agresión.
El mando y su escolta recibieron al menos 900 disparos la tarde del 4 de septiembre. Salieron heridos y aunque continúan hospitalizados, pero se reportan fuera de peligro.
Se pidió auxilio con los códigos del protocolo esa tarde, pero los agentes municipales no respondieron al llamado de auxilio. Eso obligó a intervenir a los policías estatales, quienes llevaron a los heridos a un hospital.
LOS DESARMAN
El retiro de armas se dio en un operativo conjunto de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Baja California (SSC), la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y se describió como un trabajo de inteligencia de tiempo atrás.
“Obviamente son una serie de eventos que están marcando alertas”, refirió sobre el desarme Leopoldo Tizoc Aguilar, secretario de Seguridad en Baja California quien confirmó que la vigilancia en esa zona quedó a cargo de la Policía Estatal, el Ejército y la Guardia Nacional. Los agentes deberán asistir al Centro de Evaluación y Confianza (C3) para para cumplir con exámenes que determinarán si pueden continuar en sus cargos, lo cual debe ocurrir en los próximos días y enseguida se tomarán “las acciones correspondientes”, declaró la alcaldesa de Mexicali, Norma Bustamante.
El Valle de Mexicali es una zona en pugna por las facciones de Ismael “El Mayo” Zambada y “Los Chapitos”, del cártel de Sinaloa. En sus ejidos se esconden cuando huyen de San Luis Río Colorado, Sonora, municipio colindante con la capital de Baja California.
La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, dijo que la medida se tomó luego del análisis en las mesas de seguridad de su entidad y del vecino estado de Sonora, por las acciones coordinados establecidas para disminuir los índices delictivos del área.
Adelantó que ese desarme podría darse en los municipios de Tecate y Ensenada, donde también hay problemas, aunque en circunstancias distintas en cada uno, pero el fondo es cumplir con una dinámica de pacificación para los bajacalifornianos, sostuvo.