México, D.F., 14 de mayo 2012.- La maya es una de las más grandes y brillantes culturas de la humanidad, por todas sus creaciones: arquitectura, con ciudades extraordinarias; escultura, de las más refinadas y bellas de toda Mesoamérica; pintura y conocimientos astronómicos y matemáticos. Es una de nuestras culturas originarias, es decir, se desarrolló sin influencia de otras civilizaciones fuera del continente americano, estableció Mercedes de la Garza Camino, del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL) de la UNAM.
Aún existe mucho que no sabemos. A pesar de sus grandes avances, la escritura no se ha descifrado en su totalidad, por lo tanto, todavía se requiere de la interpretación. El significado de algunos signos sigue sin comprenderse, pues es un sistema muy complejo, entre alfabético, ideográfico y fonético. Actualmente existen 28 lenguas mayas, con sonidos difíciles de pronunciar, dijo la universitaria, que será investida como investigadora emérita por esta casa de estudios.
El conocimiento de nuestras culturas originarias es esencial para entender nuestra realidad como país, que es multicultural y multiétnico. Hay que conocer su historia, estudiarla a fondo, a través de las vías científicas, y no dejarse llevar por invenciones que pretenden colocar a los mayas como extraterrestres o profetas del fin del mundo.
La integrante del Centro de Estudios Mayas del IIFL, compartió que sus indagaciones más recientes están plasmadas en el libro Sueño y éxtasis. Visión chamánica de los nahuas y los mayas, publicado en conjunto por la UNAM y el Fondo de Cultura Económica. Tiene como antecedente el texto Sueño y alucinación en el mundo náhuatl y maya, traducido al francés.
Además, los libros en prensa El legado escrito de los mayas, acerca de la literatura maya colonial, y Palenque-Lakamha´, escrito en colaboración con Guillermo Bernal, epigrafista de Filológicas, y Martha Cuevas, arqueóloga del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Por otra parte, actualmente realiza un proyecto sobre patrimonio cultural intangible, en el que trabaja con un equipo para indagar acerca de ritos, tradiciones orales, festividades y costumbres de los grupos indígenas actuales, con orígenes en la época prehispánica.
La galardonada con el Premio Universidad Nacional en Humanidades, en 1995, también prepara una publicación colectiva, que recogerá los resultados del proyecto conjunto Continuidad, cambios y rupturas en las tradiciones míticas mayas.