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Estas líneas...

+ La falta de liderazgos

+ Funcionarios “pequeñitos”

+ Semarnat multará al Ayuntamiento

GUAYMAS.- Este puerto no tiene representaciones destacadas en los organismos políticos o empresariales del estado, en perjuicio de los beneficios que se van al no haber quién los pelee al momento de repartirse el pastel financiero anual del sector oficial.

Un alcalde o un diputado enfrentan presiones tremendas de los factores de poder si lo hacen. Peor si escuchan el canto de las sirenas –a veces en cuanto ganan la elección—y anteponen su “proyecto” a cualquiera que entorpezca su permanencia en el escenario político.

Por eso se ha planteado elevar esa presencia y me parece bien. Guaymas tiene tiempo marginado y si el crecimiento material y económico se da, no ha sido parejo con el gran potencial que existe. El reparto se da en otros niveles y los capitanes de la industria y el comercio locales, se quedan en el escalón de abajo. No se vale.

Un destacado priísta de paso laboral en esta plaza, se trajo al dirigente estatal Gilberto Gutiérrez Sánchez a tocar el tema, la falta de nuevas propuestas o liderazgos. Pidió que enseñen al menos a los jóvenes qué es el PRI y para qué sirve, en lugar de exhibir su lastimosa vida vegetativa actual reflejada en el inmueble a oscuras porque ni para el recibo de luz se aporta. No se completó el objetivo porque aunque se recurrió como mediador a un buen líder empresarial y político, no trascendió lo planteado, lo cual reduce efecto a la intención.

Los panistas no se preocupan, pues aunque es de Empalme, ya tiene un secretario general, Dalia Laguna, y es el paso adelante contra el sometimiento tradicional de nombrar delegados desde Hermosillo que nunca están aquí. Las Cámaras empresariales son pequeños grupos que están en todas y siempre son los mismos, de resultados escasos. Lo evidente no requiere pruebas.

El último golpe dado a las representaciones –débiles, pero representaciones al fin—guaymenses, es que al comenzar a visualizar efectos generadores de inversión y empleo por la recuperación del estatus de zona conurbada a gestiones de la diputada Susana Corella, comenzó el reparto no en Guaymas o Empalme, a punto de unirse por el norte entre San José y El Sahuaral.

No. La integración del grupo que administrará y evaluará acciones como proyectos, inversión y obras –por fortuna al final del día es el Estado el que determina— se anunció en un acto en Hermosillo. Y –qué conveniente—en la sede de la Cámara de la Construcción. Me pareció un poco ingenua la interrogante de Ramiro Páez del por qué allí.

“Pues porque allí están los constructores de Hermosillo y ellos quieren las obras, Ramiro”, le espeta un colega al dirigente local de la Cámara de la Vivienda y desde hace diez meses, líder nacional de los productores de concreto en el país. Pero ni a Juan Dworak, miembro de la CMIC, invitaron. O a consejeros de Canaco en el Estado, que creo son Esteban terrazas, Alejandro Padilla, Salvador Hernández y Carlos Villarreal.

Punto bueno es que hay cabezas como Luis Felipe Seldner que muy discreta, pero firmemente, cuestionó estos pasos. Se miró bien la ausencia de los diputados; el alcalde asistió, pero su filia panista fija la barrera natural, ahora positiva; y se volvió al punto cero. Se comenzará de nuevo y se espera que la integración muestre respeto para esta zona y ayude a impulsar liderazgos afines a lo que la ambición política impide: mejorar el ambiente de ruina que no corresponde a lo que se produce.

De paso, abone a Félix Tonella Luken, Luis Felipe Seldner y Luis Felipe Seldner hijo de grupo Off Shore, el éxito para recuperar conexión aérea con Arizona. En 90 días conectará a Phoenix, Tucson y Guaymas para impulsar la industria maquiladora, pero puede colgarse de allí el turismo, el puerto comercial y el campo. También se les reconoce traer un equipo de fútbol profesional, los “Cimarrones” de Guaymas, y concretan la presencia de Plácido Domingo dentro de algunos meses. Eso es responder a una comunidad.

OTRA DE OTTO

La Semarnat multará fuerte al Ayuntamiento de Guaymas por depredar ambiente en el norte, donde un día llegó gente del exalcalde Otto Claussen Iberri –constructores cómplices, claro—y arrasó gran superficie para construir un remedo de Unidad Deportiva que al menos de algo sirve a la plebada.

Arbitrario como el teutón ha sido, nunca pidió permiso para usar el suelo. Ni pensar en que sus empleados de Control Urbano o el aparentemente inepto exdirector de Obras Públicas, le negaran permiso para construir. Eso, dice la ley, obliga a multar a la comuna, pero ¿por qué no a la persona? Digo, si se busca poner coto a estas leperadas.

Lo bueno es que así como el nogalense Ramón Guzmán o el empalmense Héctor Laguna, Otto es sometido a la lupa de Contraloría y la Fiscalía Anticorrupción, por su desaseo administrativo. Lo de la Semarnat es pecata minuta ante los 365 millones con los que endeudó a Guaymas, de los cuales 50 no se encuentran; y lo que todavía no emerge sobre obra pública contratada.

Dentro de Palacio Municipal, colaboradores de Lorenzo De Cima sufren al no poder con el paquete. Su poca capacidad apenas les permite tomarse la foto para aparecer entregando una despensa de bajo precio o material de construcción que nunca pagaron de su bolsa, porque ya les entra el aire de que pueden ser candidatos a algo, caso el titular de Desarrollo Social de apellido Valenzuela, a quien ya paró el regidor azul Antonio Cházaro.

Otro, sería el tesorero Municipal, a quien no le salen las cuentas del Carnaval y no deja trabajar al director de Festividades; y aunque pocos lo sabían, Douglas Taylor se coló a la nómina Municipal, pese a saber el futuro legal que le espera por presuntos desaseos en la administración estatal. En eso si destacan algunos locales, y aquí cabe la expresión del excelente músico y baterista Sergio Valle Ramos: “Pa´vergüenzas no gana uno”.