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Estas líneas...

+ Ahora sí, agua suficiente GUAYMAS.- Hace tiempo los científicos más reconocidos del mundo en materia de agua potable, reunidos en San Carlos, hablaban del futuro cercano, cuando las necesidades del recurso obligarían a buscar nuevas fuentes de abasto entre las cuales estaba –la más abundante—el mar.

Diez años atrás la tecnología era distinta y no se podía, pero ya está al alcance para instalar una planta que puede crecer y elevar la producción de agua desalinizándola desde pozos de playa donde en forma natural se da la primera filtración.

La mañana de lunes, con vista a la preciosa bahía que un día de 1539 don Francisco de Ulloa llamó el “puerto de puertos”, la gobernadora Claudia Pavlovich dio la buena nueva. Construirá la desalinizadora. No más vueltas al tema del agua que ya dio muchas.

Todo indica, será en suelos cercanos a la playa empalmense El Cochórit, donde nacen grandes proyectos de participación federal y privada multimillonaria en dólares y de donde partirá el acueducto de 11 kilómetros para colocarla en los tanques distribuidores.

Todos aplaudieron, pues deja de lado el juego del tío Dolores. Ataja por ejemplo, el grosero anuncio estatal de que en los últimos 5 años, se invirtieron 578 millones de pesos para remediar el problema de escasez y corregir el PROBLEMA DE SALUD PUBLICA en el que se convirtió el drenaje citadino. No estuviera así con la mitad que se hubiese invertido en ello.

También se toma con seriedad el problema del agua, sin alardear de soluciones como el del líquido en las llaves las 24 horas del día los 365 días al año, cual ofreció Guillermo Padrés en agosto de 2014 a un año de plazo. Le advertí, recuerdo, que el problema era ancestral y nadie lo había solucionado.

“Lo sé, pero así dijeron del acueducto Independencia, o de la presa Pilares en el sur… y ya vez”, me respondió. Si, ya veo, digo hoy a la distancia.

Pero bueno, también aquí hubo proyectos de tratamiento cuyas primeras piedras los sepultaron, y de paso generaron riñas entre alcaldes, candidatos y empresarios por el contrato de la obra, caso del 2009 cuando la disputa acabó con las esperanzas electorales tricolor.

Enhorabuena, doña Claudia.

Secretario asustado

Ha de tener razón el secretario del Ayuntamiento de Guaymas Alán Jaramillo Pérez, al preocuparse por lo que pueda pasar cuando se desliza una versión que lo sitúa lanzándose sobre Otto Claussen por las raterías que “El teutón” cometió contra los guaymenses, y de paso llevarse entre los pies a Héctor Hernández, el contralor alcahuete que resultó puro jarabe de pico.

En síntesis, Jaramillo señala amenazas sobre “todo lo que puede pasar” si sigue empujando el castigo para los ladrones. No dice de quiénes, pero es natural pensar en los secuaces del Otto, el enriquecido hermosillense nacido en Guaymas que este miércoles debe comparecer ante Contraloría y explicar cómo hizo para robarse todo lo que falta. O quién lo hizo pues, en caso de que no haya sido él quien desapareció más de 500 millones de pesos.

Ya jalaron a varios. El abogado traficante de influencias y nepotista Ramón Leyva es uno de ellos, impulsor de generosos pagos a sus dos hijos que solo viaticaron 3 años cuando su función era defender intereses municipales en materia legal, que ahora obligan a la comuna a pagar más de 150 litigios laborales.

Otto ya sabía cómo era Leyva, por eso lo llamó. Ahora le será fácil hacer recaer en el litigante y otros como él, culpas por la herida de muerte que le aplicaron a las finanzas guaymenses. Pero en eso de llevarlo ante la justicia, a ver quién gana, si el Ayuntamiento o el ejido San José de Guaymas, donde el también ejidatario defendió perdiendo, gran parte del patrimonio de quienes son ejidatarios de veras. Y son cientos de hectáreas.

Finalmente, acuso recibo del mensaje de Oscar Velderráin, ex vocero de la comuna. Dice que nadie le notificó que debía presentarse en Contraloría a explicar gastos de su oficina el pasado trienio. No lo dudo. Las intrigas palaciegas están haciendo perder el control a Lorenzo De Cima, quien tarda en frenar la práctica de la sedicencia que suple la seriedad de sus declaraciones.

Pero parece que ya ha visto los huecos por donde fuga información y los tapará, para no poner en riesgo su proyecto por unos cuantos dueños de afanes protagonistas que intentan erigirse como líderes del pueblo.