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Estas líneas...

+ Ayuntamiento camino a la quiebra; Alcaldes de nulo sentido social; Zambrano en Guaymas, este domingo

GUAYMAS, Son.- En 1988 aquel desaparecido banco del águila ronca que prestaba dinero a la comuna, intervino la caja de la Tesorería Municipal para recuperar préstamos, que como a proveedores de bienes y servicios demandantes, no llegaban de quienes habían jurado cumplir y hacer cumplir la ley desde el Ayuntamiento guaymense.

Desde entonces no había una situación tan complicada para la comuna. En esa época, el alcalde Marco Antonio Córdova sabía de de impunidades y cínico como era –la mar de simpático también, lo cual le facilitó su ascenso a ese cargo—, dejó que las cosas rodaran. A fin de cuentas, siempre habrá un rescate en aras de no empeorar las cosas.

Eso de que el Municipio se lo premie o se lo demande cual protestó al cargo 3 años antes, lo había olvidado cuando marchó hacia su residencia en la capital del Estado, donde habita con sobrepeso, casi ochentón y batallando con su salud. Ah, también se sacó la lotería. A un amigo le confió que ya llevaba dos golpes de suerte similares.

“¿Dos veces, “Papito”? –Así le han motejado --, espeta sorprendido el interlocutor cuestionando cuándo había sido la vez anterior.

“Cuando gané la presidencia de Guaymas”, respondió carcajada de por medio el muy simpático cínico del cuento.

Después vino el desastre de quien se hizo famoso como el nuevo “Rambo”, porque como en la película de Stallone donde John de ese apellido, metralla en mano, destruyó el pueblo donde quisieron apresarlo por presunta vagancia. En este caso, sólo se dejó de hacer lo que se debía y la ciudad cayó sola. Eso sí, ganarse “los frijolitos” ya no le preocupaba, llegó a comentarme el muy próspero munícipe del ayer.

Viene al caso porque de nuevo hay un embargo, ahora de la autoridad judicial, para garantizar derechos laborales a una persona despedida por la actual administración que encabeza Lorenzo De Cima Dworak. Dista, Lorenzo, de ser lépero, como “El papito”, pero hay cosas que confirman su falta de pericia en política, que no es el caso de colaboradores suyos multiseñalados por beneficiarse de lo que pertenece a los guaymenses y son un dique a la captación.

Hay quienes sugieren, fue una jugada para justificar la falta de recursos desde antes, por sobregiros, gastos en exceso, personal de más –hay mil 465 trabajadores contra mil 200 que dejo su antecesor—y prolongadas esperas de recursos que nunca llegan.

Peor: se llena de asesores y ya llegó otra que se supone le hará salir de la trampa de imagen en la que Lorenzo está atrapado.

Un punto a favor es que le habría sugerido retomar acusaciones contra el muy vago político Otto Claussen Iberri, leperísimo cual más, a quien le quedó a la medida el “meme” elaborado por las huestes palaciegas actuales, donde pide perdón –parafraseando a Enrique Peña Nieto-- por su equivocación de haberse robado 300 millones de pesos.

Aunque no fuera tanto, el Claussen que atrae lodo al apellido cada vez que se pronuncia, llegó pidiendo para su campaña y se fue rico. Lo malo, y se lo han hecho ver a Lorenzo sus regidores –pero no los escucha—es que no da los pasos legales para perseguir al fascineroso del trienio 2012-15, así que ya se piensa en impunidad.

Así, apenas se pagó la nómina del día 15, este viernes 24 de julio; en una semana la quincena llegará con el nuevo agobio en la Tesorería del Municipio, donde ya ronda el fantasma de la renuncia y tienta al titular, Arturo Lozano. A ver.

De Cima en campaña dijo saber a lo que iba. Creo que no. De hecho, algunas cifras en su escritorio le golpean fuerte el rostro. Por ejemplo, ya suma 270 trabajadores más, muchos cobrando con sueldo de director aún cuando sus oficinas sean uno de los pasillos de Palacio Municipal o la plaza 13 de Julio. En ellos se gastan 2 y medio millones de pesos mensuales y podrían ser la causa del desfase económico.

Este espacio aplaude que de nuevo fije postura en torno al quebranto financiero provocado a la gente de Guaymas por el ojiverde exalcalde de apellido germano. Pero como lo ha hecho Empalme o Nogales, donde los “ex” tampoco se cortaban las uñas, ahora se debe ir a interponer la denuncia debida.

Hace tiempo el edil de Movimiento Ciudadano, Marcos Ulloa, afirmaba que “cada obra que anuncia Otto Claussen es un acto de corrupción”. A la distancia se confirmado y como muchos, Ulloa sigue en espera de las esas denuncias.

Y para que vea que no es partidismo, De cima también cuestiona a la mexiquense eléctrica Miffel, por seguir cobrando lámparas al Ayuntamiento guaymense, arrendadas a la administración del también panista César Lizárraga Hernández. Le pide explicar por qué cobra algo rentado que debió llevarse cuando se acabó el contrato, pero también cuentas adicionales pagadas por Claussen, lo cual crea sospechas de una leperada más que le engordaron el bolsillo.

Ah, y tampoco le hicieron nada a Lizárraga por esa y docenas de lindezas más, así que la impunidad puede ser también el manto que proteja a Claussen y, espero que no, a De Cima, quien ha afirmado que no se irá de Guaymas y tendrá la frente en alto cuando deje la administración convulsa que ahora maneja. Que así sea.

TIROS RAPIDOS

1.- Viene este domingo a Guaymas Jesús Zambrano Grijalva, en estos momentos el más notable perredista del país. El empalmense tendrá rueda de prensa por la mañana en el “Armida” de Héctor Zaragoza.

2.- Este sábado habrá box de nivel en Empalme, con el excampeón mundial Hernán “Tyson” Márquez lidiando con un novato que se supone será fácil. La promoción es del otro excampeón, José Luis Castillo, quien no deja de promover deporte como herramienta útil en el esfuerzo por alejar a los jóvenes de las prácticas nocivas.

3.- Lastima el alma de los empalmenses ver en ruinas el otrora orgulloso taller del ferrocarril. Y afea la imagen de la ciudad, por lo cual urge acelerar la entrega al municipio para desarrollar proyectos de desarrollo.

A menos que tengan razón quienes alegan que el suelo está muy contaminado por solventes y lubricantes, por lo cual debe lavarse hasta varios metros de profundidad… ¿estará en riesgo la salud de la gente?