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Estas líneas...

+ Padrés, político perseguido; no hay, pero le suben al agua; cercanos, PRI y PAN en Guaymas         HERMOSILLO, Son.- Esta capital ya no recuerda los buenos tiempos del “Nuevo Sonora”, cuando Guillermo Padrés llegó con las expectativas de poner fin a la cadena de impunidad y corrupción pregonadas en contra del priísmo.

Hoy todo versa sobre bienes acumulados por el exgobernador y su equipo de millonarios –en dólares, enfatizan degustadores del delicioso café de los Gándara— que en su tiempo, ni se sonrojaban al mostrar el rápido crecimiento de su poder adquisitivo.

Recuerdan las “sangronadas” del secretario de Comunicación preso, Jorge Morales; compras del secretario de Salud Bernardo Campillo, que incluyen el condominio de 935 mil dólares en San Carlos; los negocios de “los Dagnino”, que en Guaymas a veces celebraban usando como piscina el estanque de delfines que destruyó el siempre perseguido y nunca alcanzado Oscar René Téllez, el de las “tirolesas” en el estero del Soldado de 43 millones de pesos, nunca instaladas.

Ni se diga la insultantemente cara mansión de Carlos Villalobos, ex de Finanzas, o las proveedoras de Mario Cuén que lo volvieron un potentado. No hay espacio para describir los dineros perdidos, ni siquiera los que le atribuyen al “No. 1”.

Hoy, Padrés enfrenta un juicio del cual los más creen que durará corto tiempo y saldrá sin culpa. Otros advierten que sería igual que otro exgobernador, Andrés Granier de Tabasco, quien sufrió igual persecución y lleva años preso. Mario Villanueva, de Quintana Roo, sigue preso pero por un caso vinculado a drogas, aunque el fondo, dicen en el sureste donde parques públicos llevan su nombre, cayó por su disputa política con Ernesto Zedillo.

Padrés se dice inocente y víctima de persecución política. Lo desmiente la evidencia. Su entrega tampoco es por heroicidad, sino por la cercanía de sus perseguidores y la presión ejercida sobre su familia, amigos y excolaboradores.

Dónde se ocultaba Padrés también fue especulativo, pero en septiembre pasado saludé en su curul a su exsecretario particular, el tocayo ahora diputado federal Agustín Rodríguez Torres, y no dudó al señalarme que “aquí está, muy bien, trabajando”. Residía y se desplazaba de y hacia la ciudad de México. Allí lo apresaron cuando anunció que se entregaría.

Ahora el peor escenario para el cananense sería que el sistema agotado, de artimañas muy vistas, repudiado, haya resuelto poner ejemplos para justificarse, como castigar por tanta corrupción a dos, tres personajes que irían a prisión y les serían confiscados los bienes hurtados al pueblo.

Con él debería caer pronto el gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte, y alguno más de la larga cauda que incluye a los Moreira, Medina, el otro Duarte, el Borge y otros ya perdidos en el ostracismo o siguen de iluminados en el Olimpo político mexicano. A ver.

NO HAY, PERO LE SUBEN AL AGUA

GUAYMAS.- Roberto Romano Terrazas fue regidor en la pediche y endeudadora administración de Otto Claussen y siempre obstaculizó a Marcos Ahumada, su antecesor en la Comisión Estatal del Agua, el aumento de tarifas porque “no estaban dadas las condiciones”.

Hoy fue promotor del aumento justificado en la urgente necesidad de rescatar al organismo operador. Y por alguna causa, 16 de 21 regidores lo aprobaron.

Con maquinación perversa intentan hacer creer que sería un 8 por ciento, cuando en realidad los rangos se elevan hasta el 54 que pagarán la industria y el comercio; igual mintieron al señalar que desde 2007 no hay aumento, como acusan empresarios recibos en mano.

La queja por el aumento se queda corta, ante la que acusa los siguientes problemas:

Falta agua y la poca que hay, falla repetidamente; llega contaminada fuertemente por manganeso; se tira o roban el 56% camino a su entrega; casi toda la infraestructura es antigua y defectuosa pese que cada año se anuncian inversiones millonarias en su mejoría; se calcula que en los cinco organismos regionales hay al menos un centenar de recomendados políticos en nómina sin labor definida. El drenaje está peor, fugas constantes y un vertimiento al mar enorme en la rebasada laguna de oxidación de La  salada, que enferma a los guaymenses.

Debe muchas explicaciones el señor Romano, incluyendo el por qué entrega los contratos de obras menores y mayores a empresas foráneas que hacen todo mal y no se les vuelve a ver. Si arreglara eso, el aumento no se necesita, y lo sabe el titular estatal Sergio Avila.

LORENZO, CERCANO AL PRIISMO

GUAYMAS.- El PAN estatal tuvo presencia en el puerto con David Galván a la cabeza y el líder nato con su sola presencia, desde su reciente campaña para llegar al cargo, puso en orden las cosas tras tantos años de enfrentamiento.

Hoy plancha la elección municipal de presidente del Comité para terminar con las delegaciones del estatal tan molestas para los militantes.

Escogerán entre el director de Catastro Municipal con licencia, Santiago Samaniego (no me confundan con “mi apá”, dice el candidato--, y aquel tesorero que tuvo César Lizárraga y que dicen los demás contadores, salió rico. Se llama Carlos Dueñas y desde “el Miffelgate” con sus luminarias que nadie vio pero se pagaron, no lo habían vuelto a ver salvo cuando se lo encontraban de compras en Tucson.

Eso dicen. Nadie cree que “La Mole”, como identifican al presuntamente enriquecido tesorero de César, pueda ganar el cargo. La idea es que quien gane, será candidato en 2018.

El señor alcalde cree que con Samaniego le saldrá la jugada, como le salió el acercamiento con la gobernadora Claudia Pavlovich a raíz de la labor de filigrana cumplida por Humberto Robles Pompa –es viejo amigo familiar -- como delegado tricolor, quien ahora despacha en la CNOP estatal.

Lo que no pudieron es afinar cosas respecto a la administración del teutón que enloda el apellido Claussen, pues don Lorenzo les dimensionó los estragos económicos heredados y la enorme deuda de un dinero que no encuentran por ningún lado.

La presunción es, se lo robaron. Y el alcalde debe hacer lo que la ley le indica, o sería cómplice del saqueo. Claussen queda en la misma cuerda floja del empalmense Héctor Laguna, y del nogalense Ramón Guzmán, pues serían parte de los ejemplos que pondrá la autoridad federal para inhibir las uñas largas entre quienes llegan al poder.

Finalmente, que hayan despedido a Gabriel Cinco –pero seguirá cobrando-- de la oficina del Secretario del Ayuntamiento, puso a remojar las barbas de Alan Jaramillo. Pierde el segundo de abordo en la comuna la lucha contra los que llama “Los fresas”, que encabezan el tesorero Arturo Lozano, y el oficial mayor Germán González Vejar. Las uñas en crecimiento son el problema, como en muchos casos.

Y se critica que la comuna intente regalar prácticamente la fiesta del Carnaval, como se critica también la aprobación de un crédito por casi 30 millones de pesos. La opacidad cubre el proceso, como ocurre con otro presunto programa tipo “Miffelgate” para iluminar la ciudad en penumbras que ahora tenemos.