Banner

Estas líneas...

+ Astiazarán, candidato ciudadano; acusa falta de democracia… pues sí; no es el único, los partidos están en crisis; podría extender el daño a otras siglas en Sonora


GUAYMAS, Son.- Antonio Astiazarán Gutiérrez se decidió y se marchó del PRI, al ver que su futuro político ya no está en el tricolor.

Dijo claramente por qué y lo entendieron muchos, porque piensan lo mismo: las posiciones tienen dueño. En el caso de Toño, quiere ser gobernador, pero parece que la candidata del 2021 ya está definida y está muy lejano el 2027.

Muchos le aplauden no temer consecuencias como esa versión de quienes le critican, de que ya no le darán trabajo los gobiernos tricolor –era director hasta hace poco, de la Oficina de la Sedesol en el país luego de ser diputado dos veces y alcalde de Guaymas--, pero si le preguntan sobre tal cosa, respondería algo molesto, que no es trabajo lo que busca.

En rápida charla que tuve con él hace unos días ratificó, va derecho y no se quita, que aún es especulación la ruta a seguir –eso de irse a otros partidos—y que razona lo que sigue. Me adelantó que este martes precisaría información.

El PRI buscaba nombres para escoger candidatos a la alcaldía guaymense entre el escaso material humano de las siglas y allí apareció Toño, junto con Carlos Zataráin. Ambos fueron alcaldes y dejaron buena imagen, muy distinta a la de sus sucesores, que enfrentan el señalamiento generalizado de saquear el dinero municipal.

Pero “El bebo” Zataráin ha sido muy cauto. Perdió la tierra cuando terminó su diputación federal. Se fue a Monterrey con Rodrigo Medina y luego a la Sedatu con Gustavo Cárdenas; aquí no lo querían personajes que comparten el poder. Llegó a decir que si no viene apoyado por todos, no vendrá si le proponen postularse. Es muy respetuoso de las reglas y nada indica que pueda abandonar a su partido.

Astiazarán desde el principio dejó pasar esa posibilidad, pues “me preparé para ser senador y eso es lo que pretendo”, dijo claro a este servidor. Tras la zancadilla que lo dejó fuera, esperó unos días y se fue, “porque si no se puede por dentro, buscaré por fuera esa posibilidad”.

Hasta los principales diarios del país consignan la decisión del Toño y hablan del duro golpe al PRI nacional, porque se suma a los pasos de numerosos representativos saltando a otras siglas al ver impedidas sus metas.

En Sonora, la carta de Astiazarán a Ochoa Reza es un misil al buque tricolor, que impacta bajo la línea de flotación de la endeble nave, precisamente por las zancadillas comunes aquí y allá, y ahora con esto.

Entre otras cosas, el renunciante acusa a Enrique Ochoa Reza de confundir al partido en el Gobierno con ser el Gobierno; de "bajo pretextos infantiles e incrédulos que Usted conoce, se me negó la oportunidad de participar" y de otra docena de lindezas más. Todas ciertas.

Y la principal, como consignan hasta los principales diarios nacionales, “por inconformidad en el manejo interno del reparto de las candidaturas al Senado”. Ese mensaje lleva dedicatoria a quien parte el pastel sonorense, junto con otro, retador, de que “Sonora no tiene dueño… y lo vamos a demostrar”.

Quienes critiquen a Astiazarán, deben hacerlo también con otros priístas que piensan igual. Por ejemplo:

“Luego de 40 años de militancia, el Senador Miguel Angel Chico renunció al PRI y anunció su incorporación a la campaña del aspirante presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador.

O como ocurre en el PAN:

“Con molestias internas por la propuesta de senadores plurinominales, inició a puerta cerrada el Consejo Nacional del PAN que ratificará la lista de 13 nombres, donde están lo mismo Josefina Vázquez Mota, en primer lugar; que Miguel Ángel Mancera, en segundo; que Rafael Moreno Valle, en sexto”.

Espacio, falta. El drama sin embargo, es que todos los partidos parecen hacer lo mismo e ideología al margen, los personajes no dudan en cambiar de camiseta.

Sonora no es excepción y el choque que aflora con la renuncia de Astiazarán, tiene aristas varias.

Por ejemplo, además del daño interno, convulsiona también al panismo porque fulminaría la aspiración de ser senadores de Ramón Corral, quien ya chole, pero “a´i” anda y dice que tampoco se quita. O al chambeador alcalde nogalense “Temo” Galindo; o al irresponsable Luis Serrato que dejó tirada la SCT cuando lo corrieron al finalizar el padrecismo. Podrían irse si les meten esa zancadilla.

¿Quiere más gravantes a la enfermedad tricolor?

El ex gobernador Eduardo Bours Castelo dijo al comunicador Luis Alberto Medina, que no apoyará a la fórmula priísta de candidatos al Senado, Sylvana Beltrones y Manuel Acosta, porque “no estoy de acuerdo”.

Recordemos, el destacado empresario que tuvo buena calificación como mandatario, no está contento con el reparto de candidaturas priístas. Cree que en Hermosillo –o en México-- están resolviendo todo y a los grupos cajemenses “no los pelan”. Tampoco en Guaymas y sabe Dios en cuántas partes más, pero Cajeme, y los Bours, son cosa aparte.

El choque norte-sur, entonces, de nuevo daña la cohesión priísta. El reparto del pastel no tiene contento a muchos.

La semana que inicia será muy importante para el futuro de las siglas en Sonora. Astiazarán clarificará su renuncia y qué sigue, tras aceptar que ha platicado con otros partidos y cree que alguno podría candidatearlo. Entonces decidirá y lo haría como ciudadano, esquema de moda en estos días. Recuerde, José Antonio Meade no es priísta pero lo apoya el PRI como figura ciudadana, consciente de la partidofobia creada por todas las siglas.

Y vean lo que dice este tuit de Ricardo Bours: “Verdadero gusto recibir en casa la visita de buenos amigos, hoy @tonoastiazaran tuvo la gentileza de explicarme sus muy auténticos motivos por los cuales renunció al @PRI_Nacional @PRISonoraMx la cerrazón y bloqueo a sus legítimas aspiraciones #fail @gtzsanchezmx @EnriqueOchoaR”. Huelgan comentarios.

Por separado, muy buen mensaje del líder sonorense del PRI, Gilberto Gutiérrez. Lamentó que Toño se fuera y más que lo hiciera confrontando; dijo que el PRI le dio mucho y cuando lo hizo, otros se quedaron esperando, pero su buena mano sobresale al despedirse de él agradeciendo el trabajo que el guaymense hizo como priísta. Así es Gilberto, maduro y conciliador en su firmeza.

El conjunto de planteamientos grillos lleva a otra conclusión: los mandos estatales deben reflexionar en lo que hacen. Privilegiar la política o imponerse. Si es lo segundo, el boquete bajo la línea de flotación está hecho y podría arrastrarlos hasta el fondo.