Banner

Estas líneas...

+ Morena iba a ganar, pero no sabíamos que tanto; no se asusten de algunos ganadores en los mandos medios, las instituciones están preparadas; reacomodos en Sonora en breve; no pierdan de vista a Alfonso Durazo

GUAYMAS, Son.- El polvo de la estampida electoral se posa poco a poco en el suelo.

La pasión mengua y la autoridad electoral confirma resultados de lo ocurrido el domingo, que no fueron sorpresa, como fue al evaluar hechos violentos cuyo efecto no fue mayor porque de alguna manera hemos madurado en eso, no reaccionar en forma equivocada frente a la delincuencia cuya presencia parece rebasar a la autoridad.

Pero de esto último y sus acciones, se sabe y se actúa en consecuencia. Hoy lamentamos desde el robo de urnas pistola en mano, “levantones”, golpes y amenazas, cosa nunca vista en este suelo, pero el “nunca” ya se acabó y el efecto logrado por la vía electoral, todo mundo supone que para bien, serviría también para frenar eso.

No se asuste si algún “cholo” ganó un cargo. El pueblo lo quiso. Confiemos en el orden establecido para mantener las cosas en su lugar y que el persistente luchador social que ha sido Andrés Manuel López Obrador, conserve el apoyo para evitar que se relaje la disciplina, o deberá aceptar que sus ideas no encajan y asumir otra actitud para meter en cintura a mentalidades cavernícolas que no ven un país, sin una oportunidad de volver al egoísta reparto del pastel contra el que la mayoría votó.

En cuanto a la lección para los partidos quedó más que clara. Para el PRI sobre todo, y su tardío aliado el PAN, cuya actuación durante 12 años no mejoró la percepción de abuso generador de ese enojo social que captó y entendió –vaya que lo entendió—Enrique Peña Nieto, quien pasará a la historia como un presidente débil ante la manada de lobos de la usura internacional, pero tiene a su favor que ha mantenido el avance democrático de México.

En sonora, ni duden que ya comenzó la recomposición en el mando. La gobernadora Claudia Pavlovich Arellano sabía lo que se venía y ha ido preparándose para adaptar a Sonora a las nuevas circunstancias.

¿Cambios en el gabinete? Claro. Ya hay nombres en el ciberespacio. Pero esperemos sus anuncios para los ajustes obvios camino a una nueva forma de gobernar el país, respetuosa del actuar institucional y apegado a lo correcto, justa sobre todo, para acabar con la criminal desigualdad disparada en los últimos 20 años.

SONORA EN LA CASCADA

Y ya vio usted, la cascada de votos arropando a cuanto candidato logró meterse en el movimiento lopezobradorista, al margen de vocación o ideología.

Y a minutos de conocer los resultados oficiales de la autoridad electoral, se sabía que Morena domina Sonora, con sus senadores (no pierdan de vista a Alfonso Durazo, el nuevo poder), diputados federales (los siete) y 20 de los 21 locales. Los alcaldes, ni se diga.

Había buenas propuestas de los de de siempre, pero la gente quiso probar por otro lado y sobrevino el desenlace. Esperado, pero nunca en tal magnitud.

El ejemplo de Guaymas y Empalme es claro. El “Gato” Luis Bárcenas habría sido excelente administrador, pero no pudo hacerse entender ante el pueblo; Dalia Laguna igual, pero un ciudadano “de la raza”, el “Pantico” Genesta, se llevó de calle la elección. En el puerto, Sara Valle repite y más madura, debe hacer un mando como lo debió hacer hace 20 años, apegado a los intereses ciudadanos, pero no pudo. Hoy tiene todo para poder.

Y de lamentarse lo que pasa en Empalme. Pobre municipio, dejado caer por Carlos Enrique “El kiriki” Gómez Cota, el cetemista hoy repudiado hasta por su gremio por valemadrista, perezoso y de aficiones de alto costo para el erario empalmense.

SABEN PERDER

Todo candidato afirmó querer hacer algo por su suelo. Hoy, los que no ganaron pero saben perder se suman con su mensaje claro, a las metas futuras a favor de la comunidad.

El primero en hacerlo fue Jesús “El negro” Saldaña. La misma tarde dominical supo que Heriberto Aguilar Castillo ganaría y le llamó para felicitarlo. Buena actitud. Eso ayuda al tránsito civilizado en esos caminos.

Además, Heriberto es un joven de firmes ideales, de esos nuevos políticos ajenos a la leperada, a la malicia. De los que ocupa el país para ser bien gobernado. Por añadidura, es gente cercana al “Pejepresidente” y eso cuenta mucho a la hora de gestionar.

Otto Claussen, uno de los políticos sonorenses más sobresalientes en Sonora, no pudo contra el maremoto. Igual en lo local, quedando en el camino damas capaces en la gestión, como Susana Corella y Lorena Garibay. Por eso llegará al Congreso el dueño de la franquicia familiar del PT en Guaymas, Rodolfo Lizárraga Arellano, aquel de las fuertes expresiones en sus dos derrotas previas, pero de madura actitud hoy. No sé si por haber ganado.

Felicito a los independientes, Ernesto Uribe y Servando Rodríguez. Abrieron camino.

Fue una buena elección a partir de que despresuriza al país y da la oportunidad de un nuevo comienzo.

Una lucha de décadas del “Peje” López Obrador es la mejor garantía de que podremos caminar por el buen sendero. Si no, no quiero ni pensarlo.