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Estas líneas...

+ Cambio de políticos, pero no mucho; Sonora acumula muchos legisladores; Aguilar, el idealismo de un diputado; coinciden: la basura, problema peor que la seguridad y el endeudamiento; diputado electo limpia la ciudad; Gilberto Gutiérrez, merecido homenaje

GUAYMAS, Son.- El nuevo Congreso federal no es muy distinto a los del ayer.

Decirle que la Cámara de Diputados es presidida por Porfirio Muñoz Ledo es ejemplo, pues el personaje comenzó su carrera política en el priísmo de Luis Echeverría y lleva décadas saltando de sigla en sigla.

Pero la lista es larga e incluye nombres que solo son interpósita persona de “dinos” como don Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la vega (así se llama).

Sonora tiene 11 diputados federales y ya despachan, como lo hacen en el Senado Lilly Téllez, Alfonso Durazo, Sylvana Beltrones, Damián Zepeda y Patricia Mercado; el TRIFE dejó fuera a Jesús Zambrano, el añejo “traga balas”.

De entrada, ya difieren criterios entre partidos “chiquillada” ayer, hoy mayoría, y atrae que no olvidan –el PT y Movimiento Ciudadano— la propuesta de reducir precios de la gasolina. A ver si se puede y si el próximo presidente se atreve.

La elevada presencia de Sonora en ambas cámaras, principalmente con los espacios que se regalan por la bondad del sistema, finalmente –dice la teoría-- nos conviene.

En cuanto al 04 Distrito Electoral de Sonora, me congratulo que el nuevo diputado sea un muchacho idealista y con mentalidad para el trabajo útil, productivo, afín al desarrollo de las comunidades que representa. Ajeno a los intríngulis que implica llegar al cargo por recomendación o componendas que a poco, resueltas en lo oscurito, nos perjudican tanto.

Heriberto Aguilar hace 12 años acompaña a Andrés Manuel en la lucha por la transformación de México. También esperaba, convencido, que el cambio se diera más temprano que tarde, y ya lo mira con el resultado electoral, la integración del congreso y la “organización del pueblo”. Todo por la vía pacífica.

Caminó, cayó, se levantó y siguió; fueron 12 años de organización en barrios, comunidades indígenas, pueblos, valles, sierra. Logró comités de base en cada Sección Electoral, “la semilla de la participación consciente en esta lucha que representaba el cambio para los mexicanos”, dice el diputado federal.

Hoy es consciente de que son los depositarios del anhelo de cambio de millones de mexicanos “que ya estaban hasta la coronilla de tantos agravios y atropellos; el pueblo demostró que siempre habrá castigo en las urnas y que no quedará impune el abuso del poder”.

Sigue la responsabilidad histórica y dice que no van a fallar, que serán “totalmente distintos al clásico político del sistema, dedicado a enriquecerse del erario público y nosotros pagamos las consecuencias”.

Celebra el “clic” con la ciudadanía, el planteamiento de acabar con la corrupción e impulsar la austeridad republicana para que el funcionario viva, como expresaba Benito Juárez, la honrosa medianía. Lo aplaudo. Buscarán la honestidad como forma de vida y de gobierno.

Y su responsabilidad como legislador, dice Heriberto parafraseando a López Obrador, la cumplirá “bajo los principios de vida en las que encuentro felicidad: no robar, no mentir y no traicionar al pueblo”.

Reconoce que tienen la oportunidad y condiciones históricas para que entre todos y desde abajo, “pongamos a México en la ruta donde el pueblo viva con dignidad, justicia, seguridad, prosperidad material y prosperidad en el alma”.

Y remata: “tengan la confianza… no les fallaremos”.

Aguilar Castillo ha regresado al 70% de los poblados que visitó en campaña por su actual cargo, lo cual le agrega simpatías a las captadas cuando comenzó a divulgar la existencia del Movimiento de Regeneración Nacional, luego a posicionar las siglas y después para pedir el voto.

Insisto, es una propuesta joven, con ideales y hoy tiene oportunidad de demostrar que el México que comienza será bueno para todos. Si no pueden ellos, nada podrá contra ese monstruo que ha devastado el país por décadas y que ahora con votos aplastaron.

TIROS RÁPIDOS:

1.- Dos encuentros de la alcaldesa electa Sara Valle Dessens con ex alcaldes –ella lo es, aunque a medias--, dejan claro que las cosas no están bien y deben sumar experiencia para salir adelante.

Es increíble, pero a los graves problemas de seguridad pública y de endeudamiento excesivo, los “ex” sobreponen el de la basura, con todo lo que implica. Tienen razón, da vergüenza Guaymas, pero decírselo al actual alcalde es pelearse con él.

Y seguirán estos encuentros, agregándose empresarios propositivos para salir de esta inercia perniciosa que estamos viviendo.

2.- Rodolfo Lizárraga Arellano es diputado local electo. También regidor.

El sábado movilizó a docenas de sus seguidores y fueron a lavar el Malecón Turístico de Guaymas. Cambiaron el aspecto sucio de ese espacio que, lamentablemente, fue abandonado por la autoridad, que solo se acerca cuando cobra cuota de vendedores semifijos, responsables en gran parte del deterioro de ese bello espacio.

Rodolfo es así. Igual dejaría que las cosas siguieran como están, pero no es tan inconsciente.

De paso, un espontáneo estaba este domingo bacheando la calzada Agustín García López y un preventivo ilustraba: “bacheo voluntario”.

Alguien lamentó que estas acciones sirven para que algún vivales meta una factura a Tesorería y se pague por limpieza. Esa es la confianza que le tienen al Ayuntamiento.

3.- Homenaje en Hermosillo al abogado y notario público Gilberto Gutiérrez Quiroz. Al develar el señalamiento en una calle, la gobernadora Claudia Pavlovich y la alcaldesa Angelina Muñoz, reconocieron la trayectoria del homenajeado.

Estaba don Gilberto orgulloso por el cariño que percibía hacia su figura y a su recta trayectoria de servicio a los demás. Agente del ministerio público, juez, Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia; Síndico y 58 años como docente. Pero lo mejor: un caballero.

Humilde, don Gilberto dijo que “recibo más de lo que merezco”. No es cierto, merece más. Que la vida lo conserve mucho tiempo.