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Estas líneas...

+ Uribe ataca de nuevo: el Ayuntamiento hace mal las cosas; mantendrá su posición crítica para evitar que se dañe a Guaymas, afirma; aprueban presupuesto de ingresos, pese a errores de diseño


GUAYMAS, Son.- Síguele la huella al dinero, dicen los expertos cuando enseñan dónde y cómo buscar el por qué de las cosas.

Eso no hace distinto al Cabildo local de muchos otros al tratarse de presupuestos, el de ingresos primero en estos días, y el de egresos enseguida. Pelos y señales de lo que ocurre al interior de la comuna exhibe el regidor sin partido Ernesto Uribe, a quien sus similares llaman belicoso, contreras, pero lo rechaza, pues “solo quiero que los regidores analicen, expongan e insistan”.

Habla de un colectivo obligado a administrar bajo la dirección de un presidente, con criterios legales. Si así fuese, no seguirán los encontronazos en el Cabildo, donde siempre interviene porque “sería una postura egoísta de mi parte no señalar nada y que siga el más de lo mismo”.

El “más de lo mismo”, dice, es lo que llevaría a que la administración pasada “se quede chiquita”.

Es decir, las tropelías multiseñaladas en la administración del panista Lorenzo De Cima, quedarán cortas, y “es como en casa, si no se cuida lo que se debe de hacer no habrá resultado favorable”.

El PT ganó gracias al 73% de la votación por la alianza con Morena, pero no deben creer que el votante les dio un cheque en blanco para actuar por encima de las leyes, dice el regidor, quien acepta, “es desgastante para uno estar señalando, en este caso, delitos de comisión y omisión”.

Del próximo presupuesto y del gasto en marcha, recuerda que la Ley de disciplina financiera nace porque los gobernantes “dejaron temblando” las tesorerías; hoy se cometen actos violatorios a la ley y por eso ya estuvieron dos regidores ratificando denuncias, una de ellas la ilegalidad del tesorero, quien le dijo que ellos “son caudillos” y por eso hacen las cosas “distinto”. ¡Órale!

Pero en la práctica no lo ve diferente a otros, critica Ernesto, pues el tesorero gasta a discreción dinero del erario y a donde vaya, lleva guardia personal ¿Por qué?

Al exponer en el Cabildo “hablan de conveniencias para ellos: poder, dinero, decisiones. Pueden hacer muchas cosas por ser juez y parte”, acusa, ante unos vigilantes que no vigilan, en este caso los regidores, excepto él, el profesor José Luis Portillo (Morena) y Sergio García (MC).

Del resto, sugiere renuncien si no tienen la valentía de enfrentar a la presidenta cuando propone cosas que no van a ayudar a Guaymas.

Los morenistas-petistas agreden repetidamente a Uribe, pero al integrar una Comisión Plural para negociar adeudos e ir a la Ciudad de México a enfrentar tiburones de la banca y el comercio, pidieron que vaya Uribe. Vaya reconocimiento.

De paso, el sin partido denunció otra ilegalidad: el migrante chiapaneco Alejandro Rodríguez Zapata gana un sueldo pagado por los contribuyentes guaymenses, desde el 16 de septiembre, cuando todavía no era auxiliar de la alcaldesa. Su cargo tiene qué ver con la tenebra infaltable en las administraciones públicas, al más puro estilo del echeverriato.

Este lunes se autorizó el presupuesto de ingresos y se enviará al Congreso del Estado para su aprobación en su caso. Lleva cosas al margen de la ley desde la óptica uribista y sería modificado por los legisladores, por ineficiencia en el diseño. Luego sigue el presupuesto de egresos, pero tantos compromisos sugieren problemas si siguen con la opacidad actual.

Advierte: en marzo sobrevendrán embargos laborales por 30 millones de pesos y se sumarán a las obligaciones de pago adquiridas por gobiernos previos. Se pregunta si hasta entonces entrarán en razón para trabajar a fondo en soluciones y en cuanto a la gente, espera que falten unos meses a la actual administración para comenzar a cuestionar, pues este es el momento de hacerlo.

EL PRESUPUESTO

Cuando el guaymense Enrique Rodríguez Pompa fue titular de turismo en Sonora, en el gobierno de Eduardo Bours, le pregunté cómo determinaba porcentajes de crecimiento de visitantes.

“Es fácil”, dijo: “Cuando yo llegué le pregunté a mi antecesor y me dijo que solo viera cifras del último informe. A eso, le agregas un punto o dos, y listo”.

Lo recordé cuando Ernesto Uribe ilustra cómo se diseñó el presupuesto de ingresos proyectado para 2019 en Guaymas, basándose en lo que les heredó el alcalde azul hoy regidor:

“El número lo sacaron de una pluma, sin fundamentarlo; sacan 495 millones recaudatorios, lo dividen en 9 meses, multiplican por 12, suman la inflación de 4% y aparte por sus pistolas le agregan casi 12%, pero sin ningún fundamento”.

Le entendí. Debemos suponer entonces, que el informe de Tesorería en su momento, será como el que rindiera aquel alcalde de pueblo sin preocuparse mucho por los detalles:

“Ciudadanos: lo que entró, salió”, seguido del aplauso de quienes tienen que aplaudir.