+ Tiempos dignos de ser vividos, los actuales; el Estado lleva buena dirección; un “circo” en el Cabildo; se insiste en cambios estatales; el frío golpeó al agro y productores buscan mitigar daños
GUAYMAS, Son.- Tardé para regresar, por poner atención a cosas surgidas al irse el 2018, pero aquí estoy con mi espacio, agregado al que, al aire, asumí para desarrollar proyectos en Radio Red 93.3 de FM, que comenzó a operar hace poco y rápidamente acumula preferencias.
Por eso hasta ahora les hago llegar mis mejores deseos para el nuevo año a través de estas líneas. También los quiero para el país, que está ya en tiempos dignos de ser vividos, inmerso en una más de las transformaciones para ser mejor.
Desde la óptica del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, una nueva revolución nos transforma y hará lo que –aquellos fusil en mano, con paciencia y persistencia, hoy-- hicieron anteriores movimientos: devolvernos a la ruta del orden perdido, el trabajo en común y una mejor distribución de la riqueza, como plantea la política a todo político que se considere tal. Que así sea.
En lo estatal, llega 2019 con metas más allá del simple trazo administrativo para enmarcar orden al caminar. Ir más allá es color de identidad del mandato de Claudia Pavlovich.
El propio presidente de México se queja de la crisis provocada por sus antecesores, así que ver para Sonora un presupuesto con proyectos de obra es bueno, pero más bueno confirmar gestión que agrega inversión local y extranjera.
Y en Guaymas, hablando de crisis, riñas intragrupos traban decisiones que harían trascender a la comuna, enfrascados como están los protagonistas en ese deseo íntimo, perverso también, de figurar.
El ejemplo es la situación vuelta circo cada sesión del Cabildo, al cuestionarse la práctica común del secretario del Ayuntamiento –en este caso secretaria--, de citar a última hora para que los regidores, la mayoría poco afectos a la lectura y menos al análisis, no sepan qué aprueban al levantar el dedo, como hacen los seguidores de la alcaldesa.
Eso pone de mal humor a quienes no están en el círculo del poder, caso de Ernesto Uribe (Sin partido), Sergio García (MC), José Portillo (Morena) y a veces el deudor de prediales Daniel Cardozo (PVEM), que lo manifiestan con argumentación legal y sentido común, pero claman en el desierto. Los regidores que encabeza Arturo Lomelí (PT) –así lo dispuso el poder, no el liderazgo--, mayoritean y ya, so pena de enfrentar al forastero tesorero Santiago Luna y salir del paraíso.
Un punto de conflicto, quizá el principal, es la ruina del Ayuntamiento, donde la cereza del pastel es el préstamo de entre 315 y 400 millones de pesos otorgado en lo oscurito por Bansi a Otto Claussen, dejando en la orfandad financiera a la comuna.
Este lunes, Sergio García me comentó que mantendrá su posición, pues a eso fue al Cabildo, aunque “la gente no quiera”. Está desencantado de la poca atención que “la gente” pone a esos problemas.
Tras la charla sobre la danza de los millones que se van en pagar contratos con PASA, míticas luminarias, firmas financieras o calificadoras –así cómo van a pagar aguinaldos o hacer obra—, le pregunté si firmarían el contrato para renegociar con Bansi.
“Para mí que ya lo firmaron”, me responde.
Al ver mi rostro como la interrogante “carita” del WattsApp, porque eso sería ilegal, dice que “no nos dan información ni pidiéndola a través de las oficinas de acceso a la información, Derechos Humanos… bueno, ni la Fiscalía estatal nos pela”.
Le digo entonces, será difícil el camino. “Muy difícil”, sentencia, y lamenta no ver al Ayuntamiento en ruta del cambio pregonado por el morenismo nacional. Más bien mira “gatopardismo”, eso que cambia todo para que todo siga igual.
Dos días antes toqué ese tema con Ernesto Uribe. Fue lo mismo. Esperemos entonces, que la alcaldesa no sea aplastada en sus acciones por estas cosas.
Lo bueno es que mientras llega o no dinero para medianos o grandes proyectos, Sara Valle barre la ciudad, que ha estado muy sucia; mejora imagen a favor del benéfico turismo; hace confiar a la Policía y mejora la percepción del desempeño de los agentes, quienes laboran con la escasez que les dejaron sus exjefes, mientras logran mejores que desaparecer dinero del Fortamun o destinar patrullas y vigilancia a funcionarios comodinos a costa del erario, camino a reducir la delincuencia cotidiana y elevar la prevención, que el crimen organizado es tarea de mandos estatal y federal.
TIROS RÁPIDOS
1.- AVES EN EL CIELO POLÍTICO: Ernesto de Lucas relevaría esta semana a Gilberto Gutiérrez en la presidencia del Comité Estatal del PRI.
“El Pato” iniciaría la nueva etapa tricolor para en 2021 disputar gubernatura y demás posiciones locales, presuntamente ya sin la enorme carga del morenismo de López Obrador en 2018.
En cuanto a Gilberto, el “Chanate” para sus amigos, respirará tras la encomienda cumplida, que no le significó una derrota, pues ni Supermán hubiera ganado a la ola AMLO.
En Guaymas, tras caer el PRI en manos de un hermosillense nacido aquí, solo algo de pintura en sus paredes cambió. Lo demás --soledad, abandono, desencanto--, persiste.
2.- De nuevo versiones de cambios en el Gobierno estatal. Jorge Durán sería el nuevo secretario particular de la gobernadora; Epifanio Salido, secretario técnico; Jorge Vidal a Hacienda; Manuel Puebla a Sedesson y Víctor Guerrero sería ratificado en Educación y Cultura.
Doña Claudia miraría en estos cambios la adaptación que requiere para un buen cierre de sexenio.
3.- El frío volvió. Ese frío de veras, que nos ataca cada tantas décadas.
El Estado activó protocolos y se pudo apoyar a nuestros hermanos que no tienen para protegerse.
Pero el sector agrícola es víctima del congelante ambiente, al perder miles de hectáreas de hortaliza, maíz, garbanzo y frijol, lo cual afectará también a miles de jornaleros.
Guaymas, un valle ejemplar en tecnología, no pudo esquivar efectos de la helada y evalúa daños, pero gente como el ejemplar productor rural Marco Antonio Llano Zaragoza, mira más allá para lograr reducir ese negativo impacto.