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Estas líneas...

+ Ana Gabriela contra Rodolfo, riña por un pastel sin cocinar; otro severo golpe al PRI: se les fue Ricardo Bours; “El pato” incluye a Carlos Zataráin para el 2021; Astiazarán sería la carta del PAN


GUAYMAS.- La convulsión petista en Sonora es el reacomodo de quienes ganaban en otros partidos y hoy buscan hacerlo por las nuevas siglas en el poder, aunque iguales en práctica y actitud.

El Partido del Trabajo se sostuvo dos décadas en la entidad gracias a Jaime Moreno Berry, hombre de pueblo, quien lo defendió con uñas y dientes aguantando “la carrilla” que lo señalaba, lo menos, de partido satélite. Y sí, pues se trataba de prevalecer.

Por eso el pleito declarado por la exgacela nogalense Ana Gabriela Guevara al guaymense Rodolfo Lizárraga, ex senadora y diputada federal con licencia ella, exregidor y diputado local, él.

La velocista fue aprovechada para atraer votos –un deportista atrae más que un político—, y desde entonces se cuelga de gruesa liana en la burocracia. Hoy en sus ratos libres dirige el deporte en México.

Buenos oficios de sus amigos le dieron el PT en Sonora y su primer paso fue cercenar la testa de Moreno Berry, quien veía los nuevos tiempos como la era de cosechar lo sembrado, pero recibió un balde de agua helada. Solo pudo mantenerse como consejero nacional.

Ahora Ana Gabriela anunció nuevo coordinador del PT en el Congreso estatal guillotinando a Lizárraga, picapiedra eterno en el partido y adicto a la causa del expeje y hoy Señor Presidente.

Lizárraga advirtió que pensaba dejar esa en el Congreso, efecto del golpe de la corredora en retiro, porque “no es posible mantener una posición de izquierda responsable con los acuerdos que realizan Ana Gabriela Guevara y su asesor, Ramón Flores”. Flores es un panista influyente en el ese merequetengue político.

Acusó el “insostenible acoso hacia las decisiones que se toman en este Congreso”. Puso ejemplos: Ana quiso imponer “línea” contra el nombramiento de la nueva fiscal del Estado. No pudo y desató la tormenta.

Rodolfo obtuvo más de 23 mil votos para lograr su cargo y “es a los votantes a quienes les debo todo y por quienes he trabajo cada minuto”, se atrinchera. Titubeó su renuncia al hallar apoyo en otros legisladores y militancia representativa, pero al final, es facultad del partido dejarle o no ese liderazgo.

Claro, primero indagó si era verdad, porque la señora Guevara “no lo peló” antes de removerlo y enfrentó arrogancia cuando le preguntó sobre la decisión.

“Es real y legítima”, le contestó vía una red social la dama, y esta réplica de Rodolfo: “Espera mi defensa legal. Te la voy a ganar”, encontró esta cruda respuesta: “Pago por ver… 100-1”.

De nada sirvió el alegato de cómo se  violentaban sus derechos.

Este martes llenó las redes una información que se atribuye al frente abierto por Ana, quien se sueña gobernadora. Se le critica su desapego a la democracia y su nepotismo, pero llega a lo personal y comienza el arrojo de lodo, pese a la aclaración de que solo se busca aclarar que la Guevara aprovecha todo para sí y sus cercanos.

Aquí se aplica pues, eso de las siglas distintas pero de iguales prácticas y actitudes. Un pleito que dividirá al PT cuando es hora de pactar y promover lo poco que tienen.

Pero no todo está perdido., a partir del documento emitido por voceros del Congreso donde citan: “se mantiene Rodolfo Lizárraga como coordinador del GPPT”, y agrega “su prioridad es abordar la agenda legislativa del PT”. Luego habla de programas en marcha en Guaymas, donde rescata alumbrado público –sin arrendamiento puro ni leperadas de esas--, y ofrece equinoterapias gratuitas para niños. Capta apoyos y hasta partidos distintos se lo han dado, a ver si convence al PT nacional... ¡de Guevara!

El comunicado remata con un lema sugerente: ¡Rodolfo Lizárraga de frente por Sonora y de frente por Guaymas!

Pero el posible temor del “anagabrielismo” de verlo como competencia, no tiene razón de ser. Aún no da esa talla el diputado y, él deja claro, su sueño de gobernar no es estatal, se conforma con la alcaldía de Guaymas el 2021. Y tiene con qué.


TIROS RÁPIDOS

1.- Los priístas no han dimensionado el golpe que dio Ricardo Bours al tricolor con su renuncia a las siglas luego de su campaña previa.

Buscó el exalcalde de Cajeme al batracio Ernesto de Lucas, para entregarle por escrito su dimisión. El dirigente estatal del PRI la recibió e hizo declaraciones, pero su asustado rostro lo dijo todo. Y ni cómo reclamarle nada al figurón que tenía enfrente, quien se fue en buenos términos, pero el solo paso reduce la de por si mermada fuerza del expartidazo, pese a su pregón de fortaleza para llegar en 2021 a la elección de quien sucederá a doña Claudia Pavlovich.


2.- Confianza priísta: Una radiodifusora hermosillense entrevistó al líder del PRI y dijo lo que debe decir: que el PRI tiene buena caballada para el 21 y empieza –hace bien— la mención de figuras con Ernesto Gándara. Quizá por razones de sobrevivencia material del partido, incluye al Miguel “Potrillo” Pompa; nadie quiere quedar mal con el patrón, así que sostiene en la lista a Sylvana Beltrones, luego al “junior” Rogelio Díaz Brown. Y cumple como caballero al incluir a Natalia Rivera.

Sería una lista sin sorpresas, de no ser porque añade al guaymense Carlos Zataráin, ex alcalde y exdiputado local y federal. “El Bebo” es ganador y eso es lo rescatable de la expresión del “Pato”, quien debe hacer mucho para volver creíble el grito de guerra tricolor, de que en 2021, sin “el efecto López Obrador”, sus huestes recuperarán el poder.

 

3.- La marcha al 21 se mira también en el PAN, donde levanta ánimos otro guaymense, Antonio Astiazarán Gutiérrez, quien ha sido probado y ha salido muy bien calificado. Hasta pueden jugar juntos él y Ricardo Bours. No lo descarte. Darían la lucha a un Morena que sigue estacionado con Alfonso Durazo para candidato, pero su puesto como titular de seguridad Pública en el país le resulta, al de Bavispe, un arma de dos filos.