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Estas líneas...

+ Durazo defiende ante empresarios, su estrategia anticrímen; aprenden a saber que no saben; otro éxito de la Fiscalía, pero no por parentescos; sí, hubo regañada de Durazo a morenistas que “la riegan”

 

SAN CARLOS, GUAYMAS, Son.- Alfonso Durazo, titular de Seguridad Pública del país, fue muy bien recibido en este paraíso donde las grises y espectaculares montañas se unen al azulado mar de Cortés.

Carlos Benito Astiazarán lo tuvo en su maravilla de hotel de playa para conferenciar sobre "La importancia del sector empresarial en la seguridad pública". Durazo llegó escoltado por el senador Arturo Bours (aguas, tiradores a la gubernatura) y el propio Carlos Benito, amigo de décadas.

En primera fila, la lista infaltable cuando se habla de fuerza productiva empresarial: Félix Tonella, Luis Felipe Seldner, Roberto Gómez del Campo, Arturo Ortega, Francisco Noriega, Martin Gándara, Marco Antonio Llano papá e hijo, Carlos Zaragoza y otros de similar calibre.

Cuánta información expone el secretario para explicar por qué está así el país. Mencionando varias veces a Bavispe, su tierra, como ejemplo bueno o malo –así deberíamos promover todos a nuestro suelo--, señala lo sucio del ambiente nacional y destaca cómo la gente tiene a la Policía en primer lugar cuando se habla de la corrupción que carcome al país.

Pero observa, “un agente se me acerca y me dice: jefe, aquí no hay policías corruptos, hay mandos corruptos”, y él remata, al aceptarlo: “lo bueno es que en el país hay un presidente honesto, así que el secretario no podrá extender la mano y de esa forma, difícilmente un mando lo hará”.

Tendrá razón. Malo que las cifras de reducción del crimen cuyo principal reflejo son los homicidios dolosos, pronto eran cuestionadas por dos nuevos feminicidios y el hallazgo de un cementerio clandestino en Cajeme, más otra ejecución en Guaymas. Y así dejémosla. Mejor digamos que Guaymas pidió e acelerar la presencia del operativo “Tetabiate”, ese de fuerzas coordinadas para disuadir el actuar de los malosos, pues en estas vacaciones de primavera no queremos sorpresas desagradables.

A Durazo le critican aquí, allá, por acudir los fines de semana a eventos “fifís” (en hoteles así, con gente así), pero pienso que aún no es tiempo de cosechar lo que siembran y espero que le vaya muy bien. Y a López Obrador también, pues ya no hay mucho de dónde escoger para el 2024, cuando el tabasqueño debe dejar el mando, y también espero que, al no haberlo, no surja la tentación del refrendo para extender su paso por esa silla que se vuelve maldita con el tiempo.

TIROS RÁPIDOS

1.- La primera prueba de que no saben –empiezan a entender que no saben que no saben— de los morenistas y sus compañeros de la frágil alianza con el PT, fue la envoltura en celofán con la cual se entregaron sus diputados, para berrinche de la alcaldesa naranjera Célida López.

Facilito acordaron romper quorum y no tocar el caso del “Maloro” Acosta, a quien enjuiciarían en el Congreso estatal por temas de corrupción en el Ayuntamiento de Hermosillo, pero la verdad, lo planteado era algo así como pegar con el pétalo de una rosa, sin descartar que en cuentas municipales reveladas por Célida, “algo está podrido en Dinamarca”. Y ya se fue el tiempo.

La ausencia de varios diputados morenistas, citan fuentes capitalinas, reflejan lo proclives que serían al bienestar personal y, por ello, habrían extendido la mano para aceptar no presentarse a su obligación para con los sonorenses que representan. Como antes, pues, cuando ni siquiera se intentaba juicio alguno contra alcaldes como los que hemos tenido, leperísimos e impunes.

O lo otro, aquella vieja práctica de la concertacesión, así llamados –nada nuevo bajo el sol-- los acuerdos en lo oscurito de partidos, para llegar planchados a lo que resolverán en el escenario legislativo en aras del daño menor para las siglas y sus personajes.

2.- Más éxitos de la Fiscalía General: detuvo a 9 sujetos que allanaron el rancho La Noria, el de Sergio Torres Serrano, reconocido ganadero que en el pasado fue estelar en las marquesinas de la política estatal. Ah, también es suegro de la gobernadora.

Se aseguraron armas, droga y vehículos y se pensaría que la rápida respuesta tuvo qué ver con el parentesco, pero yo prefiero ver en ello la eficacia de la fiscal Claudia Indira Contreras, quien acumula aciertos resolviendo casos que antes quedaban en la estadística. Veo aquí uno más y que así siga, para bien de los sonorenses.

Más que buscarle por el lado de la nuera, si es el caso, indague sobre el peso específico del “Peque” Torres y su influencia de décadas en la Unión Ganadera Regional, que está en proceso de elecciones y, como es árbol que da mucha sombra, todos quieren arrimarse.

3.- Volviendo con Alfonso Durazo, tuvo encerrona posterior a su conferencia sobre el mundo ideal que busca con su estrategia anticrimen, con sus religionarios. Dicen que fue para dar una cordial regañada a los peleoneros de Morena que están haciendo ver mal a la 4T.

Estuvieron los soportes de la 4ª Transformación en Sonora y las alcaldesas de Hermosillo Célida López, y de Guaymas, Sara Valle, además del diputado federal Heriberto Aguilar, entre otros.

Antes, Durazo se vio afectuoso al saludar a Abraham Larios, director de Administración Portuaria Integral, quien le dio mucha información de lo que se hacía en el puerto marítimo comercial y añadió una agenda que intenta cumplir, para que sirva de algo a Guaymas esa empresa que ingresa 500 millones de pesos año y nadie sabe dónde quedan.