+ Rodolfo no lo promueve, pero apoyaría que “corran” a Sara; represalias contra la exsecretaria; le pedirán al puerto apoyar el entorno y dejar de contaminar; lo que se ve no se pregunta; Morales Buelna: taxistas le exigen parar extorsiones
GUAYMAS, Son.- Dice el diputado local Rodolfo Lizárraga que él no lo propondrá, pero si llega una petición de votar por desconocer a Sara Valle como alcaldesa, la apoyará.
De ese tamaño la diferencia con el legislador que siempre apoyó a Valle para hacerla candidata a diputada local primero, y lo logró, pero perdieron; luego, candidata a alcaldesa y Sara no aceptó, hasta que supo que el partido fundado por Raúl Salinas de Gortari (el PT) se alió con Morena, de López Obrador. Todo fue, entonces, miel sobre hojuelas.
De pronto, alcalde ella, diputado él, riñeron por quién consiguió 5 millones de pesos de apoyo estatal. Muy buena la historia de su candidez política, pero será tema en otro momento.
Rodolfo dijo que ese dinero solucionaría problemas como el de esposas de policías asesinados, pero la alcaldesa arreglaba cuentas mochas heredadas por su uñilargo y torpe antecesor.
Después, en poco han coincidido. Lizárraga enfático reveló estar arrepentido de apoyar a la señora Valle en su aventura de tomar Palacio Municipal. La primera repercusión fue el despido de 5 de 12 “recomendados” de Rodolfo para trabajar en el Ayuntamiento. Siguió su sobrina –retornó a la coordinación guaymense del PT—Jazmín Gómez Lizárraga.
Esta semana, el renovado pleito fue la respuesta a otro comentario de Lizárraga criticando el “pésimo” trabajo de la alcaldesa: a Jazmín, despojada de la Secretaría de la comuna, le corrieron a su hija de la guardería Municipal y puso el grito en el cielo. El audio de la respuesta oficial lo explica, pero no logra superar al rápido análisis del por qué riñen.
Jazmín, por supuesto, está molesta. No le respetaron posición ni decisiones, pese a deudas de campaña, pero entendió que los fuereños que mandan en el Ayuntamiento no respetan, y menos si quienes exigen el respeto son de Guaymas.
Resumen: Sara Valle no podrá hacer buen trabajo por muchos líos y poco margen de maniobra por tanta pillería previa que desfondó las finanzas municipales; añada poca capacidad de gestión y desinterés por aprender eso; luego, la mentalidad de comerciante de los funcionarios, que aprendieron muy bien eso de gobernar con sus empresas… y así.
Conclusión: ese tipo de mandato no abona en nada. Ni la tarea tan temprana que hacen Sara y otros funcionarios, como Víctor Marín, o el atrevido regidor chipilón hoy con licencia para ser secretario del Ayuntamiento tipo florero, por volverse candidatos a lo que sea en 2021.
Es que, les dice su mentalidad, tenía tanta razón aquel viejo político veracruzano cuya reza sostenía que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Por eso riñen los hombres, las mujeres, los partidos. Entre tanto, la imagen de la ciudad y su caída estrepitosa en infraestructura y servicios, nos hace sentir desolados. Y los culpables ni se sonrojan.
TIROS RÁPIDOS:
1.- La Escuela Julio Villa hace dos ciclos cerró sus puertas, por poco alumnado. Operaba con mucho respaldo de la Administración Portuaria Integral, que le fue retirado. Hoy el edificio es vandalizado y pronto será nido de malvivientes.
Si API cumple apoyo prometido, lo rescatarán y convertirán en espacio de convivencia, a petición del Comité de Vecinos por la Salud y Medio Ambiente del Entorno Apiguay, A.C., que representa Andrea García y una veintena de personas con ella, quienes luchan contra el coke, mineral de hierro, fugas de ácido sulfúrico y otras fallas de la concesionaria del movimiento comercial marítimo de altura que enferman a la gente, mientras la Cofepris mira hacia otro lado.
Debe responder el puerto y la SCT. Y el desconocido Consejo de Administración donde hay empresarios locales y quien ocupe la alcaldía de Guaymas, pero de poco sirven.
La alcaldesa gestionó respaldo de API el año pasado para arreglar el desastre de calle que es el acceso sur, por donde pasan sus camiones, y le dijeron que llegó tarde, pues no hubo proyecto y retiraron 200 millones apartados para eso, por el anterior director, Edmundo Chávez Méndez.
Aún puede incluirse en el presupuesto de 2020, pero es difícil saberlo, pues entre otros retrocesos en la transparencia a partir de la llegada de los nuevos mandos, la administradora portuaria no muestra el dato, ni los contratos otorgados o licitaciones ganadas, en su página oficial.
2.- Sara Valle consiguió empleo en API a su hermano, quien cometió un error digno de su próximo despido que ordenará la Fiscalía Anticorrupción. Quiso defender a su hermana en el pleito con el diputado Rodolfo Lizárraga y le llamó con esa expresión que olvida aquello de “lo que se ve, no se pregunta”. Eso, en el ambiente, es malo y trae consecuencias.
3.- El río revuelto creado en Guaymas por el titular estatal del Transporte, Carlos Morales Buelna, “tronó” y revela gran corrupción de esa que dice combatir el contralor Miguel Ángel Murillo.
Taxistas no aguantaron más las exigencias que hace a través de su representante para Guaymas y Empalme, Jaime Iván Cota, quien de entrada, “cobra piso” a por lo menos 200 de ellos y por eso se plantaron frente a esas oficinas y amenazan con ampliar protestas.
Dos organizaciones del gremio exigieron fin a los cobros sin comprobante, permisos falsos, taxis clonados y retraso en entrega de permisos auténticos a quien no cubra 500 pesos mensuales. Lo denunciaron, pero Morales Buelna sostuvo a Iván, por eso la reacción.
Se esperaría cacería de brujas contra los trabajadores del volante que osaron denunciar la extorsión, pero Jaime Iván ya reportó la dimensión del pleito: tras ellos llega en su ayuda la CTM, organización que dormitaba, pero despertó y con un delegado al frente, revive laureles. Quiere demostrar que va en serio eso de reactivar a auténticos cetemistas y alcanzar sus causas sociales.
Ya no dejarán, pues, a un lobo el cuidado del rebaño.