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Estas líneas...

+ Liberar la pesca del “dorado” hundiría a la industria turística; el éxito de J.C. Chávez; los regidores y la “Torre de Babel” en el Cabildo; no hicieron la evaluación a la Policía guaymense… no les habría ido bien


GUAYMAS, Son.- Luis Araiza, presidente de la Asociación de Secretarios de Turismo de México, como hace 10 años aquí, mira desde Los Cabos la nueva embestida de quienes intentan un golpe mortal a la industria turística a través de reformas a la ley para permitir la captura comercial del Pez Dorado.

El dorado está reservado a la pesca deportiva y la experiencia de varios foros en Guaymas con políticos y liderazgos pesqueros, sostiene que debe negarse la apertura comercial, pues acabaría con la especie. Dejan puertas abiertas: el dorado puede el pescador ribereño, ofrecerlo como presa deportiva.

Hoy en la región este tipo de pesca derrama unos mil 600 millones de dólares y se practica en más de 3 mil embarcaciones que generan cinco empleos directos y 10 indirectos cada una.

La opción es que el pescador ribereño haga cual hizo con el avistamiento de tiburones y tiburón ballena. Les multiplicó ingresos en una tarea afín al ambiente, menos dura y mejor programada que en la pesca tradicional.

Llevar a un turista a pescar dorado les dejaría más que levantarse de madrugada para cumplir una tarea de mucho sacrificio en un mar que no se sabe cómo estará ese día, para regresar y venderlo a intermediarios que les pagarán, entre 15 y 25 pesos por kilo. Un turista paga fácilmente 100 dólares por el viaje, haya o no captura, pues sabe que de su habilidad depende el éxito.

Y no soslayemos una luz naranja: Estados Unidos tiene una iniciativa para prohibir comercializar dorado por razones ambientales. También en eso tenemos experiencia, pues nos han aplicado esas medidas con el atún, la tortuga y, repetidamente, la espada de Damocles está sobre el camarón, lo cual crea dolores de cabeza para vender el producto.

El noroeste del país tiene escenarios ideales para explotar el turismo y la pesca deportiva es sólido respaldo, por eso generó las cuantiosas inversiones en infraestructura que atiende a viajeros de todo el mundo. Lo confirman los millonarios torneos de Los Cabos, Topolobampo, Mazatlán y los que promueve San Carlos. Eso creó grandes desarrollos.

Abrir al comercio la pesquería de dorado no resolverá los problemas del pescador ni hará crecer comunidades. Apoyar leyes como la pretendida, es para enriquecer intermediarios, no hacer ganar más a los ribereños.

Hoy la lucha es dejar las cosas como están, aunque se sabe de pesca ¿incidental? de grandes naves  que repetidamente se llevan en sus redes cardúmenes del pez, en perjuicio del turista que llegó pagando su viaje, el de familiares y amigos, gasolina, hospedaje, alimentos y compras en el mercado de cada lugar. Por supuesto, alquila o usa su barco, empleando capitanes, motoristas y pescadores de apoyo. Eso es el turismo pesquero, que solo en Baja California Sur este año atrajo a 4 millones de viajeros que derramaron 15 mil millones de pesos, una tercera parte de pescadores.

Como ilustración, allá, solo en dos torneos, la Pesca Deportiva derrama 12 millones de dólares en semana y media; pero hay 20 al año, 8 de talla internacional, con 120 mil pescadores en cuya visita deja cada uno 2 mil 500 dólares. Regulen, registren naves, cobren permisos, pero no debe abrirse la captura comercial, o ellos se irán.

Si Los Cabos ha logrado su éxito ofreciendo el mar y sus beneficios, el resto de las entidades del golfo igual pueden lograrlo en sus más de 2 mil kilómetros de ricas costas.

Oficialmente no ha avanzado la intención de reforma a la ley, pero el cabildeo es intenso y las reacciones se dan. Guaymas ya tiene experiencias que fueron frenadas oportunamente por la reacción de sus turisteros, cuya lucha por el sector es intensa ante muchas adversidades, pero avanzan.

El mismo criterio en esta región, lo plantea el promotor de inversiones Roberto Lemmenmeyer al advertir que abrir esa pesquería “sería de consecuencias inmediatas catastróficas en el renglón turístico”. Es pesimista respecto lo que seguiría para destinos como Los Cabos, Mazatlán y Guaymas, donde la pesca es el principal atractivo.

Resume que la especie es factor que genera millones de dólares y miles de fuentes de empleo, que quedarían a la deriva de aprobarse dicha iniciativa en el Congreso de la Unión. Ratifica que Los Cabos, uno de los desarrollos turísticos más importantes del país, basa su economía y principal atractivo alrededor de la pesca deportiva, principalmente del dorado. La explotación comercial los ataría de manos, pues el recurso se lo llevarían los grandes industriales de todo el mundo.

Lemmenmeyer González confirmó que han pedido explicaciones a los diputados y su postura a favor de las inversiones con las que se sostiene la industria turística, pues la explotación del dorado debe quedar como está, para no ocasionar daños irreversibles al sector.

TIROS RÁPIDOS

1.- Qué éxito sigue siendo Julio César Chávez.

Dicharachero, intenso al expresarse, dio una conferencia en San Carlos para promover la salud mental y para prevenir el uso de drogas entre nuestros jóvenes, saturando la capacidad del Salón Dúo, que había preparado escenario para mil 500 personas.

Se aplaudió el esfuerzo de la gobernadora Claudia Pavlovich para dar este paso y se reconoció la capacidad operativa del secretario de Salud, Enrique Claussen Iberri, que debe resultar altamente positiva para la promoción de la salud en la entidad.

2.- Siguen las riñas al interior del Cabildo guaymense. No se saben expresar los regidores y, aunque tengan razón al exigir transparencia y respeto a la ley, la oposición al interior va perdiendo la pelea por hacer de los Ayuntamientos una instancia que cumpla el trabajo para el que son elegidos. Qué lástima tantos votos.

3.- No hubo evaluación a la tarea policíaca como se ofreció en los primeros 90 días de actividad del comisario de Seguridad Pública, el teniente de navío Andrés Humberto Cano Ahuir. De todos modos no le hubiese ido bien, con los 40 muertos vinculados a la violenta era que vivimos ahora en esta región.