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Estas líneas...

+ El agua, grave amenaza sobre Guaymas; el diputado y su cumpleaños, con AMLO; José Luis Castillo es aprovechado por el Estado; “El Pato” sube a la lista a Víctor Guerrero


GUAYMAS, Son.- Cuando apareció el primer ejemplar del periódico La Voz del Puerto, en 1974, la nota principal cabeceaba: “Problema ejidal por la perforación de un pozo”.

El diario de Faustino Félix Serna citaba el lío que, de mucho antes y mucho después, es el principal freno al desarrollo del puerto.

En 2015 Guillermo Padrés se iba e insistía que habría “agua de calidad y las 24 horas para todos”; le pregunté si tenía conciencia de un problema ancestral que nadie había podido resolver.

Me contestó que así le dijeron del acueducto Sonora, de la presa Pilares, “Y ya ves…”. Sí, había agua todos los días. Pero se fue y todo volvió a ser “normal”.

Al margen de lo que haya ocurrido con eso, hoy Guaymas sufre el mismo problema que tanta inversión no resuelve.

Peor, es herramienta de presión hoy cumplida; la perenne amenaza se materializa cuando un grupo de la etnia yaqui –hay varios que se autonombran representantes --, erró la válvula de paso. Dejaron claro lo fácil que es sumirnos en una crisis.

El acueducto Río Yaqui-Guaymas, de 36 pulgadas de diámetro, es el principal aporte para el abasto del líquido. Nos manda, se supone, cerca de 500 litros por segundo. Boca Abierta, a 32 kilómetros al sur, y San José de Guaymas al norte, suman un complemento que lo acerca a 600.

Está lejos de ser el proyecto que nos autorizó y construyó Carlos Salinas de Gortari en 1992, una batería de 11 pozos en la margen izquierda del legendario río a 130 kilómetros de Guaymas, que daría 1,100 litros por segundo para apoyar el desarrollo por 20 años. Sí, la vida útil del tubo terminó en 2012, pero sigue, perforado, víctima del huachicoleo y todo.

Por eso, y por tanta fuga, los 450 litros que pudiera estar enviado desde 8 pozos que quedan, van desapareciendo en el camino hasta perderse la mitad. Dicen que más, pero ya la mitad es mucho.

El problema de fondo no lo conoceremos públicamente, pero es latente. Y de nuevo, la proyección para encontrar soluciones se ataja.

El resto del agua que debe estar llegando del norte, de pozos operando en tres ejidos, se nos niega porque el criterio de los ejidatarios es que sus acuíferos están impactados y llevar 70 litros por segundo a Guaymas y San Carlos, los afectará más en perjuicio de su actividad agropecuaria.

Pero esta oposición basada en presunto criterio científico sobre la hidrología regional, se haría a un lado si el Estado toma dinero público y le paga a los dirigentes. Creo que primero les daría un millón y medio de pesos; la cifra subió a 4; encarecieron el pleito por tardanza y demandaron 10. La “negociación” habría quedado en poco más de 4, pero la pregunta es: ¿no habrá “liderazgos duales” que en breve exijan otra negociación?

La respuesta es, sí. También aquí el agua es herramienta de presión y los líderes quieren beneficio material directo. El desarrollo, la sed de la gente, pueden esperar.

Meterlos en cintura no es fácil, pues el llamado de la  autoridad se ignora porque, y eso es fácil de comprobar, los mandos medios se involucran en negocios y dejan el mal ejemplo que cunde.

Sigue pues, vigente, aquel encabezado de La Voz del Puerto, con el problema ejidal por la perforación de un pozo –hoy son 5, y 3 tienen años ociosos--, y se suman ahora los yaquis y la espada de Damocles que es el acueducto.

Y viera usted las cifras de contaminación por los arrojos a la calle de tanta agua negra.

Y ya vienen las elecciones. Así nos va a ir.

TIROS RÁPIDOS:

1.- Heriberto Aguilar Castillo cumplió años, pero ese día estaba en México, trabajando en la Cámara baja con el resto de los diputados federales al iniciarse el período ordinario de sesiones.

Cuando el líder morenista Mario Delgado clausura el evento, le aclara que “este desayuno es motivado por los trabajos, no por su cumpleaños, diputado”.

Surge el aplauso, los abrazos, y se confirma el aprecio de muchos hacia el representante federal del 04 Distrito de Sonora.

Allí estaba el presidente López Obrador. Cuando los legisladores cumplían con lo que en el priísmo llamaban el “besamanos”, el mandatario lo ataja y le cuestiona lo allí sabido: “¿es tu cumpleaños, Heriberto?”, lo saluda y lo abraza.

Y mejor aún, por aquello de que en política todo son señales: lo mira con afecto, el abrazo se vuelve paternal y pide la foto mientras le dice: “eres un buen líder, Heriberto”.

El ingeniero civil y ahora diputado acarició el cielo en ese momento.

2.- José Luis Castillo es recordado por su incursión en los encordados del mundo y una de sus peleas está hoy en el “top ten” de las mejores. Allí está en la historia.

El PRI lo hizo diputado local, pues necesitaba su figura y su liderazgo como ídolo de pueblo.

Luego le dio largas a encomendarle el deporte de Sonora. Hoy lo llama el Estado y lo designa director del Instituto de Capacitación para el Trabajo en Guaymas y Empalme, un programa enfocado a ayudar a los adultos sobre todo, a aprender un oficio que le permita meterse al mercado laboral  o de los negocios.

Castillo, que luego de deportista se vuelve impulsor del deporte y también apoya iniciativas de jóvenes para que no caigan en vicios, aceptó la encomienda. Eso le ayudará a hacer lo que ya hace por iniciativa propia.

3.- Ernesto De Lucas, el “Pato”, sabe que el PRI no está en su mejor momento, pero no cede.

Habla de volverse hacia las bases y trabajar alejado de aquellos que tanto daño le hicieron a las siglas y en la radiografía aprende otras cosas que pone en práctica para la mejora y así llegar al 2021 convertidos en una buena opción contra lo que llamó la gran falla de Morena, que no ha cumplido expectativas.

Menciona a gente útil que auxilia a la gobernadora Claudia Pavlovich y, si, allí está la Jefa de la Oficina, Natalia Rivera, o el secretario de Gobierno, Miguel Ernesto Pompa (fíjense bien, se nota poco pero se siente) entre otros, pero agrega, por buen desempeño y seriedad en el trabajo que cumple, al titular de Educación y Cultura, el empalmense Víctor Guerrero.

Bien por Víctor, que comenzó en campo, escaló y hoy destaca en lo administrativo, así que está completo. Sería excelente caballero (candidato) si tuviese buen señor (partido).