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Estas líneas...

+ Urge agua y saneamiento, pero no hay proyectos; el “Siri” debe pedir perdón… y ayuda; Célida terminó con contratos leoninos y Sara quiere iniciar uno; se crítica a generadores de violencia, no a la mujer; muere don Manuel; Empalme sin Isssteson


GUAYMAS, Son.- En Hermosillo hubo reunión de empresarios guaymenses y autoridades estatales, para tratar el tema de agua y saneamiento.

La impulsó el diputado federal Heriberto Aguilar Castillo, tras confirmar el poco interés para resolver esos problemas tan graves que enfrenta la ciudad, quizá porque el organismo operador lo dirige un huatabampense nombrado por un cajemense radicado en Hermosillo, que saturan nómina con amigos y queda poco para invertir en soluciones.

Tras el debido planteamiento, se confirmó que existen proyectos, pero los hizo alguien que chocó con la burocracia dueña de los presupuestos y terminaron en algún archivero.

Después de esa junta, hay esperanzas de hacer algo para resolver la crisis sanitaria que satura hospitales –increíble lo que se tiene que soportar en el IMSS-- con alergias e infecciones. Espero que el sector Salud esté ocultando esta información por el bien mayor de no alarmar gente, mientras actúa.

El punto es, cuando Comisión Nacional del Agua aceptó que hay “proyectos guardados”, Comisión Estatal del Agua tuvo que aceptar que también los tiene, pero deben actualizarlos. Dio buena respuesta el Estado, a través de la Secretaría de Infraestructura, al ofrecer proyectos ejecutivos ante la oferta del diputado Aguilar, de gestionar con buena expectativa, para este mismo año, al menos 160 millones de pesos con los cuales se iniciarían soluciones al problema del colapsado drenaje y sus mil fugas en la ciudad.

Por lo pronto, sigue perdiéndose en el camino la mitad del agua que nos mandan por el acueducto del Río Yaqui –que ya falló de nuevo--, el drenaje está colapsado en la mitad de los más de 300 kilómetros que existen en la ciudad y hasta el  momento, el tratamiento de agua es un sueño.

Por el drenaje, Comisión Estatal del Agua, si se aplicara la ley, habría sido clausurada por la Comisión de Prevención contra Riesgos Sanitarios, si esta dependencia trabajara como se debe.

TIROS RÁPIDOS:

1.- Me ilustran que los puños de un boxeador son considerados armas punzocortantes en  el código penal, cuando indagaba a qué se enfrenta el diputado local Orlando “El siri” Salido, quien como legislador, dista de logros como los que alcanzó en los grandes escenarios del mundo.

El púgil en retiro y usado por el Partido del trabajo para no perder su registro, el sábado andaba de farra y golpeó brutalmente a una persona. Mil justificaciones dan los dirigentes del PT, y hasta acusan a terceros, pero hacen el ridículo.

“Siri” ha ocupado titulares no por su labor en el Congreso, sino por sus riñas callejeras, por robar cerveza en tiendas de conveniencia y por violencia intrafamiliar. Hoy por brutal golpiza a una persona en un bar.

Sugerencia al “Siri” deportista: aléjese de los “amigos” de cantina, haga labor social –como lo que hoy hacen Julio César Chávez y “El Travieso” Arce—y evada a quienes llegan con el canto de las sirenas, esos que le obligan a mentirle a su gente, a su pueblo que lo estima como ídolo del ring, no por dejarse explotar por aventureros. Pida perdón a los afectados y busque ayuda verdadera.

2.- Ya pasó de moda esa burda práctica, pero el Ayuntamiento de Guaymas en su valemadrismo, diseña cómo privatizar el alumbrado público.

La leperada es conocida en muchos lugares del país, donde resultó carísimo para ayuntamientos que contrataron a empresas incumplidas, pero rescindir contratos al descubrirse la tranza, obliga a liquidarlas con cifras astronómicas, como hizo por ejemplo, Célida López en Hermosillo, quien no pagará a la beneficiaria los 3 mil 500 millones en 20 años de “operar” el alumbrado, pero sí mil 440 en menos tiempo, por no hacer nada.

Eso se quiere hacer en Guaymas y lo cabildea la alcaldesa Sara Valle Dessens, quien olvida por qué los políticos tradicionales perdieran la elección pasada. Por eso, por diseñar negocios particulares con el dinero ajeno.

Y así como en campaña lo hizo la alcaldesa, los diputados Heriberto Aguilar y Rodolfo Lizárraga invitaron a los regidores a no votar por ese timo en proceso llamado privatización, para que el particular escogido quién sabe dónde y cómo, opere el alumbrado.

Ahora, al ver el desagrado de volver al pasado delincuencial que nos impuso caras rentas por servicios no recibidos, la señora Valle quiso explicar que no es así, no se dejará a una empresa, se trabajará en conjunto, mencionando que no es el concepto de Asociación Público Privada lo que se busca, sino una “Alianza” Público Privada.

No les digo pues.

3.- En Hermosillo, hubo vandalismo en la marcha que intenta atraer la atención hacia el abuso contra las mujeres y encontró justificaciones en políticos, no en la gente común.

Por ejemplo, las legisladoras Wendy Briceño y Dolores del Río, lanzaron un golpe de oportunismo al aprobar la “pinta” de muros y destrozos, lo que sumado a gritos y amenazas contra quienes les pedían no hacer eso, equivale a violencia.

Exhibidas, reaccionaron como todo político, echando culpas y acusando al machismo, a la misoginia. Y a la prensa.

Es verdad, la autoridad falla en prevención de delitos contra la mujer, que van desde la golpiza en casa, hasta la muerte en algún predio abandonado. Felicito a quienes salen a las calles a manifestar su enojo por eso. Comparto ese enojo.

Pero no comparto la violencia, los insultos, no de esas mujeres que exigen la atención negada por razones conocidas, en los espacios creados para hacer valer la ley. No. Lo hacen las mujeres que con otros fines, distintos a la noble exigencia de atención y justicia, terminan desvirtuando la idea original, en perjuicio de lo que se persigue.

DE SALIDA:

Abrazo solidario mi estimado Manuel Ibarra salgado y familia. Falleció su padre, don Manuel, un hombre que dejó huella positiva en Guaymas.

Y en Empalme habrá problemas con trabajadores estatales, pues les quieren sin atención en el Isssteson, que anunció el cierre de su módulo. Tanto que tardan para lograr traer el servicio, para que la ineptitud y la indecencia, lo aleje.