+ Empresarios y políticos empiezan a pensar en Guaymas; la crisis los alcanza; Carnaval, polémica de nuevo y el PAN exige cuentas; Claussen sí quiere, pero no confundan; Rodolfo, “nada con Ana, “Jaime loco que es”
GUAYMAS, Son.- Empresarios y representantes coinciden en lo maltratado del pueblo y en la necesidad de trabajar por él, al margen de grillas por el poder, porque el futuro es ominoso.
Cierto, los políticos todavía encuentran negocio en el dinero público, pero han ido demasiado lejos en sus golpes al erario.
Por eso la alcaldesa Sara Valle y el diputado federal Heriberto Aguilar, llamaron a empujar parejo. Se coincidió en la reunión del pasado viernes entre las partes, en que como siempre, en Hermosillo se decide qué darle o no a Guaymas y eso es lo que nos tiene así. Fue más amplio, pero resumo en aras del espacio. Se dijo todo, para eliminar dudas de cuál es el problema del pueblo.
Los unieron tres cosas: el problema sanitario por el imparable derrame del drenaje; la violencia; y el retraso en la creación del nuevo hospital del IMSS que se pidió desde los años 90. Como ya cambió todo y ahora la 4T es honesta y hará bien las cosas, se volvió a pedir.
Años ha, que la Comisión Estatal del Agua pide auxilio y nadie se lo da. No puede con el paquete por las cuentas mochas –dos sindicatos con más personal del debido, más gente de confianza que la debida, funcionarios ineptos o, peor, corruptos, que hacen negocios chuecos con empresarios ídem—y nunca podrá. Ni podrá el Ayuntamiento operar el sistema como la ley manda, porque está tronado, subsidiado y mal enfocado.
Tiene remedio, pero ¿quién pondrá el dedo en la llaga?
CEA es responsable del drenaje que brota en las calles; eso enferma a Guaymas y la medicina preventiva falla, saturando la correctiva.
Por eso el IMSS que opera desde 1959 su Hospital General de Zona para 50 mil habitantes, está lleno de fallas, pues hoy lo hace para 250 mil habitantes porque la zona incluye a Empalme y antes no había crisis sanitaria.
Hasta el alcalde Francisco “El pantico” Genesta consiguió un terreno en su suelo, amplio, de rápido acceso y él haría lo necesario para entregarlo listo. Pero le responden que invierta en servicios, accesos, vialidades, todo, y solo entonces verían si lo aceptan para construir el hospital.
Se teme entonces que buscando el “Mundo ideal” como llamó a eso el Consejo Empresarial, pase el tiempo y en 2021, la institución cancele el demandado proyecto “porque no hay terreno”.
Eso también entra en la seguridad pública, pero el enfoque fue el de las matanzas diarias en Guaymas y Empalme, a las cuales la autoridad llega, no detiene a nadie y se va. Eso no sugiere soluciones, tampoco la falta de capacitación o, peor, dinero, que afirma la autoridad, no hay.
De eso hablaron empresarios y representantes. Un primer resultado es el posible respaldo federal con lo principal, dinero, pronto, pero buscan conductos confiables para que no se pierdan en el camino.
Buena reunión. Ya “chole” exponer” problemas. Soluciones fue ahora el tema. Y no aceptar cuál es el problema, es no querer resolverlo.
TIROS RÁPIDOS:
1.- Fausto Gutiérrez “la regó” al adelantarse a decir que el Carnaval perdió dinero.
Tuvo que entrar al quite doña Sara, la alcaldesa, para decir que “todavía no se sabe” y pide esperar las cuentas. A ver.
Pero da risa que el presidente del PAN en Guaymas, Carlos Dueñas, exija transparencia y rendición de cuentas porque “ni siquiera se especificó con claridad el recurso destinado a la fiesta”, solo dijeron que se gastaron “entre 5 y 6 millones de pesos.
Pero dijo Dueña Rivera: “Es indispensable que los guaymenses conozcan de los ingresos y egresos por este Carnaval, pues al dejar detalles a la especulación se genera la percepción de corrupción".
Tiene razón. El sabe de eso, pues el ahora semiretirado y próspero personaje fue tesorero entre 2019 y 2012 y recibió los mismos reclamos.
2.- El PRI no celebró su aniversario 91 en Guaymas, al no estar las cosas como para eso, pese al trabajo de Gines Valentín, una mente fresca que cree en ese partido y reclama a quienes lo destruyeron, dejar trabajar a los priistas de veras.
Hace bien. Falta que le hagan caso, porque en Sonora, el tricolor no refleja fortaleza como para volver al ring y ganar el próximo combate.
De eso se habla mucho en Hermosillo, donde ya iban a relevar al “Pato” de Lucas en el comité estatal, pero hubo freno porque la propuesta no resultó, pues querían llevar al secretario del Trabajo Horacio Valenzuela, quien ni está ya para esos trotes ni le agrada a muchos.
Miren lo que dice él en un medio capitalino: “Él no se quiso sacrificar, porque le va muy bien en el cargo que tiene; es una mina de oro para personas de su calaña, sin escrúpulos, ni miramientos. ¡Fuchi! los sueldos en el tricolor”.
Pesado ¿no? Se lo ha ganado. Llegó a lo que llegó, por eso no le importó chocar con, por ejemplo, la CTM, que lo acusa de maridaje con empresarios, por eso le ganan todo a los obreros.
A propósito de ring, no confundan la riña de “los viejitos”, Arce y Chávez, actividad social muy positiva que busca generar atención y recursos para los jóvenes, con campaña personal de Enrique Claussen, quien quiere ser alcalde de Guaymas pero eso es otra cosa. Y no es secreto, pues lo dejó muy claro en entrevista para radio Red 93.3 hace semanas. Apoyemos el evento.
3.- Rodolfo Lizárraga dice que no hay nada que sugiera arreglo con Ana Gabriela Guevara, como parecía cuando Jaime Moreno Berry, ex dueño-dirigente del Partido del Trabajo, habló maravillas de la exolímpica y actual comisionada nacional en Sonora, a quien traen en todo el país cual cordel de porcino.
Como estaba Rodolfo el diputado al lado, creyeron que él se sumaba al pronunciamiento. No, el legislador guaymense fue directo al decir que “no, ni al caso. Jaime loco que es”.
De salida, confirman que el presunto fraudeador Javier Lou, quien en la vida real se llama Javier Duarte Loustanou, sorprendió a hoteleros locales de nuevo. El personaje cobra y desaparece, así que esta vez una patrulla estatal lo estaría esperando el día que dice él, se presentará a cantar con una hija de José José.