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Estas líneas...

+ Más movilidad, retrasa el regreso; las buenas cuentas del Estado; Guaymas, solo dos aspirantes para 2021, pero hay “chiquillada” alborotada; en Cajeme, el alcalde muestra fobia contra priístas; Rodolfo Lizárraga aprende que no puede confiar en todos

GUAYMAS, Son.- La movilidad, término de moda para contar nuestras salidas a la calle, es superior al 60% y eso es malo, dice la gobernadora Claudia Pavlovich, al pedir otra vez quedarnos en casa.

Remarcó, no debemos confundir el regreso a la “nueva normalidad” con un retorno a la “normalidad de antes”. Y, léanlo bien: el aislamiento social sigue y vamos a ocupar la solidaridad y a la fuerza de voluntad de todos los sonorenses.

Se trata de revertir el crecimiento acelerado de la pandemia por el Covid-19 ahora que caminamos hacia la reactivación económica, o al menos que no impacte tanto a la salud de la población. Quien ande en el calle deben reflexionar sobre los riesgos.

La gobernadora nos habló hace unos días de su preocupación porque habíamos superado los mil contagios y había 79 decesos; una semana después, estamos al doble. La famosa curva de contagios crece y, si no se frena, estaremos en graves apuros. Pero frenarla sin reducir la movilidad, es imposible.

Este 1 de junio, cuando se reemprenderá la actividad escalonada y por sectores, no termina la pandemia, solo se trata de reducir el impacto económico.

Por otra parte, celebremos que no todo es adversidad en la información estatal. El Gobierno de Claudia Pavlovich resultó muy bien calificado en la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2019.

Sonora era una vergüenza en sus cuentas en 2015, con oscuros resultados al manejar el gasto federalizado, pero en 4 años pasó a ser el quinto mejor en buen desempeño en este rubro y en cinco más: salud, educación, infraestructura, transporte y transparencia.

La gobernadora lo hizo generando confianza al abrir su gobierno, la información y volvió un escaparate el ejercicio del gasto, dejando en claro cómo se trabaja en puntos anteriormente muy relajados, como las compras y los contratos de obra pública.

Así que, si hay funcionarios burlándose de estas cosas, son los menos y están expuestos a ser exhibidos. Y también –y sería una gran lección-- enviados a prisión.

TIROS RÁPIDOS

1.- A un año del próximo proceso electoral, el principal aspirante a ocupar el cargo de alcalde en 2021 –cuando se supone que ya no habrá “efecto López obrador”—, Enrique Clausen Iberri, se centró en el tema de la salud, como se lo encomendó la gobernadora del Estado.

Sara Valle sería la segunda aspirante más fuerte, como alcaldesa y dueña de los bats y las pelotas en el puerto, pero no refleja desvelo por el 2021. Hablar de pesos completos en este momento, pues no.

Lo anterior surge porque hay media docena de ex priístas y ex perredistas/panistas de 3 o 4 rounds, manifestándose interesados en el cargo. Si no entienden lo que ocurre en algo tan evidente como la pandemia, menos lo que el renglón electoral traerá consigo.

Y tampoco se vale involucrar al titular de Infraestructura, Víctor Marín, quien con poco, hace mucho y así debe seguir. No lo distraigan, que de por sí es muy poco lo que se puede hacer con lo que queda en Tesorería.

2.- Se sacó de la agenda el martes y el jueves ya estaba muerta, la reforma electoral en Sonora, que en su mayor parte era un gran salto a la modernidad. No se tocó en la prolongada sesión de jueves, pulverizando el acuerdo previo en comisiones, de una mayoría simple a favor.

Es que las dirigencias nacionales de Morena y PT vinieron a leer cartillas. Si aquí, ambos partidos andan de la greña, no significa que se manden solos y regañaron a Magdalena Uribe, al “Siri” Salido (mucho), a Ramón Flores y a la propia Ana Guevara. También Movimiento Ciudadano persuadió pronto a María Dolores del Río, como ocurrió con Luis Mario Rivera. Otra vez será.

Pero la lección es clara: las riñas de las tribus en lo local, no reflejan lo nacional. Morena y PT vuelven a mostrarse trabuco a vencer en 2021 si acuerdan como ahora lo hicieron.

La reforma, repito, tenía cosas buenas, pero se dejó ir el tiempo y la jugada sorpresa terminó en medida de fuerzas donde ganaron quienes deben ganar siempre, si supieran donde están parados.

3.- En Cajeme, el alcalde Sergio Pablo Mariscal mandó cortar el agua a “pudientes” que deben mucho. Hasta felicitaciones ganó por intentar orden en el organismo operador municipal.

Pero mezcla gimnasia y magnesia. En su sueño de ser candidato a gobernador del Estado --algún perverso le metió la idea en la cabeza--, le cortó a dos casas presuntamente propiedad del ex alcalde priísta Faustino Félix Chávez y lo divulgó cual trofeo de guerra.

El propio Faustino aclaró todo y el alcalde hizo el ridículo, como lo hace al colgarse del presidente López Obrador y sus frases, para posicionarse con costo, por supuesto, a la tesorería de Cajeme. Novatadas pues, en lugar de provocar el tan prometido cambio que sea útil a la sociedad.

Debiera aprender del administrador enviado a Guaymas, el fuereño Iván Cruz, que al menos eso sí hace bien, al llamar a los deudores y explicar por qué deben contribuir, antes de sacar machete.

De salida: Pedro Angel Contreras, director del ISSSTESON, reprochó al diputado Rodolfo Lizárraga expresiones hechas a un reportero hermosillense, que las tomó como declaraciones.

Quien conozca a Rodolfo, sabe de su forma de hablar, se divierte cuando cree puede hacerlo, pero acaba de confirmar que eso no debe ser frente a todos. Bromeó, malamente, que se haría prueba de COVID-19 en la Secretaría de Salud y no en el ISSSTESON, pues allí podrían sembrarle el virus.

Contreras respondió así en tuiter: “A nombre de los trabajadores de la salud de @IssstesonGob expreso mi indignación y rechazo a las frívolas declaraciones del Diputado @rlizarraga13. Le informo que las pruebas se analizan en el laboratorio oficial de la @ssaludsonora. Quedo a sus órdenes para aclarar cualquier duda”.

Rodolfo tuvo que reconocer su error y aclarar lo necesario. Ya llamó a Pedro Ángel y la sangre no llegará al río.