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Estas líneas...

+ Ingenuidad que no parece tal, afecta al PT; si hay buenas propuestas electorales, pero los partidos afectan; el “borreguismo” regional crece; la seguridad sigue en el suelo, pero es creìble la propuesta de Durazo


GUAYMAS, Son.-El grupo en el poder Municipal saltó límites que impone la autoridad electoral, al invertir en una oficina y propaganda que, dicen ellos, no es acto anticipado de campaña, pero tiene características muy parecidas a lo que la ley marca como tal.

En el viejo centro histórico “alguien” rentó, en efectivo y sin contrato –dato irrelevante--, el inmueble donde colocaron siglas del Partido del Trabajo que inventó Raúl Salinas de Gortari antes de que, finalizado el sexenio de su hermano Carlos, fuera enviado a prisión por algún delito que no recuerdo, de los cientos que le achacaban a quien trascendió como “Mr. Ten-per-cent”.

La oficina de marras llamó la atención primero por el color, tras meses abandonado el lugar. Luego, por las imágenes, Ana Gabriela Guevara a la izquierda y el presidente López Obrador a la derecha.

Cuando la Coordinadora local preguntó al estatal, sus voceros dijeron que a ellos no los voltearan a ver y se deslindaron. Igual ocurrió con los responsables porteños, quienes dejaron en claro que la Comisión Municipal “no ha autorizado  para que personas ajenas a ésta Comisión aperturen o manejen oficinas con el membrete del Partido del Trabajo”.

Y que “existe una clara violación a los estatutos de nuestro partido, tomando acciones sin la autorización de la Comisión Coordinadora Municipal que solo promueven la división, el encono y confusión al interior del mismo”, advirtiendo que pedirán la expulsión de quienes resulten responsables, ante la Comisión Nacional de Justicia, Garantías y Controversias.

El epílogo lamenta “profundamente que actores políticos del puerto deseen tomar un lugar que no se han ganado al interior del partido, mostrando un  total desconocimiento de las estructuras y estatutos del mismo. Teniendo como única apuesta generar división y confrontación”.

Eso dicen los tetrarcas, porque en el PT no manda uno, sino 4: Fátima Guadalupe Cortés Romero, Roberto Palafox Suárez, Jazmín Guadalupe Gómez Lizárraga e Iván Rodríguez Nava.

Dio la cara el director de Desarrollo, Víctor Marín, afirmando que “son oficinas de afiliación” y ya lo habían comentado con Ramón (Flores) y con Iván (Rodríguez) dos veces. Es que el ingeniero civil que fuera panista, perredista, luego panista-perredista, y ahora que es funcionario morenista intenta figurar en la planilla del PT. Diputado local, sería bueno, pues su patrona, la alcaldesa Sara Valle, intentaría reelegirse, pero difícilmente el PT la volvería a proponer al descubrirle algunas deslealtades, por eso buscó su afiliación al movimiento ganador, pero no le ha ido bien, así que tener dos barajas en su mesa es algo que se le ha hecho necesario.

Quizá por eso, quisieron dar un madruguete abriendo oficinas al margen de las que ha sostenido siempre el diputado local Lizárraga y su gente que son un buen número y hacen ruido.

Marín Martínez, hermano de la alcaldesa suplente Mónica cuando César Lizárraga intentó llegar al Congreso estatal –creo que le faltaron 50 votos--, dijo que solo querían trabajar por la unidad, “que el PT tenga una participación ciudadana mayor”.

No sabía --¿o sí?—que estaba exponiendo al partido a sanciones, pero si le preguntan, diría algo como lo que le respondió al reportero Miguel Leyva: “No. No tenemos notificación de nada. Estamos habilitando oficinas y ya lo veremos, si fuese en ese sentido”.

La aparente ingenuidad choca, cuando sea o no motivo de sanción el adelantarse a la campaña, abren oficinas de siglas que tienen dueño, sin pedir permiso. Y el permiso debe ser por escrito y a petición expresa, por escrito también.

Me imagino que no le entienden mucho a eso de las leyes, pero si le entendieran, pues, como decía un buen amigo hermosillense: “Mi amigo, tener poder y no usarlo, es como no tenerlo”.

Qué más da violar la ley tantito.

TIROS RÁPIDOS:

1.-A quienes me empujan para hacia la especulación de nombres para disputar posiciones de elección en 2021, les digo lo siguiente:

Hay gente buena, que pudiera hacer un gran papel, pero deben batallar con aquellos que se han apropiado de los partidos e imponen para fines ajenos a la comunidad, por eso la comunidad está como está.

Van estos nombres:

PRI: Enrique Claussen Iberri, Rogelio Sánchez de la Vega, Ginés Valentín Rodríguez, Manuel Olmedo Samaniego, Javier Carrizales Salazar.

El PAN, en veremos, pues por el “postlorenzismo” mejor apostará por un externo.

El PRD ha desaparecido del panorama y podría ir Jesús Saldaña por la alcaldía, si no es candidato a gobernador, como desean las mayorías del sol azteca.

Cuauhtémoc Benavides iría por Movimiento Ciudadano, o la doctora Karla Córdova.

Morena tiene un gran activo en el diputado federal Heriberto Aguilar.

El PT, a Rodolfo Lizárraga, pese a todo.

2.-En Guaymas y Empalme, el gran movimiento “borreguista” sobresale entre los que comienzan a crearse para apuntalar una figura hacia la gubernatura de Sonora.

El casi guaymense trae sus pulmones llenos de la fresca brisa marina de Bacochibampo y los aromas de los jardines del Hotel Playa de Cortez, del cual es vecino, por eso en el puerto atrae todo lo que le involucre, pues ya es hora de que alguien con amor a este suelo con aroma a pescado y mar, tenga el apoyo que requiere la problemática descomunal que padece.

Ah, y tendrá mucho peso la CTM, con el movimiento “Progresista” de la magdalenense Lupita Gracia y Julissa Bojórquez. En Guaymas ya se está sintiendo.

3.-La mayor parte de los policías despedidos aceptó el finiquito ofrecido por la autoridad, pero es porque no hay de otra. La Policía como era ya no existe. La Guardia Nacional –militares—hace la chamba, aunque hasta la fecha con poco resultado, pero el balance determinará eso, cuando sea el momento. Menos de dos años sigue siendo poco para revertir la caída libre de la seguridad pública del país. Tampoco hay que ser, aunque lo que se ve no estimula mucho.

Pero sigo dando crédito a la oferta del titular de Seguridad en el país, Alfonso Durazo: “para la mitad del sexenio de López Obrador, su estrategia de seguridad habrá rendido resultados totales. Así, los tres años restantes serán para consolidar esa estrategia y dejar un país pacificado en 2024”. Que así sea.