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Estas líneas...

+ El oficialismo sigue protegiendo a los partidos; quiénes cumplirán las propuestas de las alianzas; el virus de la reelección contagia a todos; critican a regidora, pero no por étnica; pescadores beneficiados, sin intermediarios por fin


GUAYMAS, Son.- No es tiempo de candidaturas independientes y lo prueba el Instituto Electoral sonorense al negar registro a quienes prefieren alejarse de siglas y caminar solos, pero terminan bloqueando calles y sugiriendo la antidemocracia de la autoridad.

No se define aún cómo disputar un cargo de elección popular sin un partido. Es decir, buscarán votos y crearán para ello una estructura tipo partido, con programas y administración iguales. Un partido pues, pero personal y sin la fiscalización de aquellos.

El “Bronco”, que con dicha característica gobierna Nuevo León, es ejemplo de que el candidato independiente no existe como tal, pues ganó y al analizarse el mando no resaltan diferencias con los que llegan a través de un partido.

Petra Santos ejemplifica al político de buen antecedente por causas justas, pero quizá por lo mismo, los partidos no le dieron la estafeta. El “Borrego” Ernesto Gándara por muchos años quiso la candidatura del PRI y debió renunciar a él para serlo del PAN sin ser panista. Por la libre, ni él habría cumplido reglas de la autoridad electoral.

No es casualidad el interés de los políticos por quién debe ocupar los cargos en instituciones electorales, pues allí es donde se marca la tarea y cómo hacerla. Dejar ir a un independiente pondría el mal ejemplo.

Fernando Cruz Miranda y Petra Santos Ortiz deben esperar otros tiempos, igual que Pancho Arballo, o el desbocado “caballo negro” Contreras, pues hay mucho más en el fondo, que ese poco representativo 3% de apoyo de electores exigido que no se logra sin ser marca conocida.

Hasta el fuerte aspirante cajemense Ricardo Bours desistió de tal intento y prefirió aliarse a Movimiento Ciudadano y su estructura, para una aventura de tal calibre.

Un partido tiene mucha fuerza porque usa a la gente que integra, aunque no siempre responde a esa gente. De hecho, en los últimos años se volvió cínico el cómo utilizan a su representación, por eso se les dio la espalda y ahora se juntan para sobrevivir.

Por eso Bours, volviendo al cajemense, criticó que a la Alianza Va Por Sonora “no le interesan los problemas que atraviesan los sonorenses” y “solo ven por los intereses de quienes dirigen esos partidos”. Y al pacto de honestidad firmado por Alfonso Durazo, cuando Morena postuló a candidatos procesados por delitos graves.

Gándara es el candidato de “Va Por Sonora” y tiene buena propuesta: la unidad. Pero no es nada nuevo, siempre trabajó en eso y su imagen desprende esa meta, por su calidad de gente y habilidad para desenvolverse en el mar tormentoso de la política donde, no seamos ingenuos, no siempre se decide correctamente.

Ese será el principal muro donde choque Alfonso Durazo, quien trae mucho peso consigo pero tiene también enemigos formidables que trabajan minando su figura y generando temor hacia lo que vendría si llegase al poder estatal. El de Bavispe lo atribuye al cambio que se acerca y que la mayoría de los sonorenses anhelan para una transformación favorable, cuestionada sin embargo, por tanto “chapulineo” llenando de panistas, priístas y perredistas los espacios de Morena. ¿Qué no fueron ellos los responsables de lo que ahora combate?

TIROS RÁPIDOS

1.- El diputado federal por Cajeme, Javier Lamarque, no abona mucho a su imagen camino a reelegirse, al pedir estar en la primera línea para ser vacunado contra el Covid. La rechifla debió dejarlo sonrojado, aunque sonrojarse no es típico en políticos.

Lamarque, le decía en anterior espacio, es quien en 2015 denunció a Otto Claussen por construir durante su trienio como alcalde, una mansión en exclusivo complejo turístico valuada en 3 millones de dólares, lo cual marca el antecedente de quien también quiso ser diputado federal en 2018 por el PVEM; hoy, picaba piedra para serlo por Morena y de pronto decide buscar el retorno a Palacio Municipal, donde se encontró con Carlos Zataráin, quien ya brincó también al movimiento lopezobradorista.

Como el PVEM no se aliará con Morena y Otto Claussen se adueñó de las siglas, hará campaña por esa posición, al ver que el trabajo municipal y su imagen actual está en el suelo, pero en Palacio recurren al “mira quién habla”.

O como dice el diputado local del PT, Rodolfo Lizárraga Arellano: Sara Valle “tiene gran carga negativa”, cuando pide que no lo obliguen a mencionarla, porque “es darle juego, es subirla al ring y no se lo merece”.

En ese tema, Víctor Marín, director de Infraestructura Urbana en Guaymas, debió registrarse por Morena para buscar la alcaldía, pues es de los pocos personajes municipales de valía. Aceptó hacerlo como aspirante a síndico al lado de Sara Valle, con todo lo que ello implica.

2.- David Figueroa será el candidato a alcalde de Hermosillo por el Movimiento Ciudadano.

Fue alcalde de Agua Prieta y diputado federal y se sintió desplazado en el panismo que hizo ligas con PRI y PRD.

Gana Carlos “Charly” León, dirigente del MC, que con esta figura elevará sus bonos, en tanto que el PAN y su alianza pierden. Y más perderán si el poder económico y el tradicionalismo político, se impone y sacan del juego a una figura fresca como es Antonio Astiazarán.

3.- Raúl Sánchez Almeida logró consolidar la histórica liberación de permisos federales de Pesca, directamente al hombre de Mar, cita un comunicado que me envía.

“Termina la era de los intermediarios y organizaciones, para comenzar con el derecho al aprovechamiento de los recursos naturales para los mexicanos”, agrega.

Raúl es abogado, descendiente de gente de mar y dirige la Unión de Pescadores Libres con alcance en Sinaloa, Baja California Sur, Baja California, Nayarit y Sonora, y anunció la respuesta del presidente López Obrador a la petición de pescadores ribereños, que años y años pidieron oportunidad de contar con sus propios permisos de pesca, pero no, eran entregados a líderes que se quedaban con ellos. Esta vez no ocurrió así y eso marca la nueva historia en la pesca ribereña regional.

De paso, en el pleito que trae el regidor guaymense Ernesto Uribe contra la alcaldesa Sara Valle, a quien acusa de permitir el mal uso de dinero público, señaló a regidores cómplices y allí coló la regidora étnica Blanca Bórquez Amarillas.

Pero una cosa es agredirla verbalmente y otra señalarla como ausente en los debates y de aprobar todo lo que le piden. Eso, a juicio de muchos, solo es pedirle trabajo, así que no debe involucrar discriminación ni ataque a la etnia.

Imagínese lo que dirá el político hermosillense Alberto Rodríguez Parra, cuando Uribe lo señala de beneficiarse de las aprobaciones que hace la representante de los yaquis en el Cabildo, y por las cuales desaparece gran parte del presupuesto municipal.