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+ Durazo y su oferta para Guaymas y Empalme; de su riqueza se benefician unos cuantos, “pero todo eso se revertirá”; Gándara viene a Guaymas este martes; Rodolfo Lizárraga se aleja de la candidatura

GUAYMAS, Son.- Sin Guaymas no puede entenderse la historia de Sonora, pensamos muchos, y me sorprendió esa frase en boca de Alfonso Durazo Montaño durante su discurso en la preciosa cuanto descuidada explanada, donde es evidente el abandono y el poco interés en políticas afines al turismo, por culpa de la ambición de unos cuantos.

Cientos de seguidores en el amplio espacio coreaban vivas al candidato al hablar de esta tierra “de tradición liberal, nacionalista y progresista que venció a la invasión francesa y combatió al régimen porfirista”. Caramba, en qué momento perdimos ese coraje, aquel ejemplo de nuestros ancestros.

Durazo inició su campaña en la Plaza de los Tres Presidentes, principal espacio de reunión de la vieja ciudad hasta llegar las pandemias del coronavirus y de la agobiante violencia. Allí encendió la tea de la esperanza al prometer convertir a Guaymas en un polo de desarrollo, atendiendo el grave problema de inseguridad, el de un sector pesquero y de infraestructura en crisis y el de servicios públicos obsoletos.

Como lo hacen los guaymenses que amamos este suelo –porque muchos guaymenses no lo aman pese a tanto que les da--, lamentó que pese a su riqueza natural, se ha padecido un proceso que ha favorecido a unos cuantos, “pero todo eso se revertirá”.

El candidato de la alianza "Juntos haremos historia en Sonora" sabe que la principal inquietud de este suelo es la inseguridad, por eso se vuelve necesario un gobierno “que enfrente la violencia de manera indelegable, pronta y expedita para regresar la paz y seguridad a la región”.

Muy bien que piense en relanzar a Guaymas y rescatar “su emblemático centro histórico”, consolidar una oferta turística y cultural y cambiar el rostro a la ciudad. Apoyará el Conservatorio de Música a favor de la vocación musical y, caray, atenderá la queja interminable por el pésimo suministro de agua y el colapsado drenaje.

Lanzó un dardo a los industriales de la sardina que contaminan con sus desechos al anunciar un programa de mejora de la calidad del agua y del aire, para no bloquear el desarrollo turístico. Pero solo deben preocuparse los irresponsables que contaminan, como lo refleja el olor y el color del mar en los alrededores del parque industrial, y no hacen nada para evitarlo.

Infaltable el tema de ampliar la capacidad del puerto marítimo comercial, buscando los excedentes que saturan Manzanillo y crear enlaces con Arizona y California. Y, otra cosa que asustará a los armadores pesqueros que hacen mal las cosas, es su plan de crear alternativas para que la acuacultura la exploten cooperativas. Pero la apertura queda aquí marcada: “el sector pesquero, pescadores y armadores, contarán con un aliado en mi gobierno”.

Durazo llegó de Empalme, la ciudad fundada en 1905 al unirse –se empalmó, precisamente— la vía del tren del suroeste de los Estados Unidos con el del Pacífico Mexicano. Eso trajo prosperidad hasta los años 90, cuando el salinato vendió la empresa a los Larrea. El trabajador debió emplearse por largas jornadas y poca paga a la industria maquiladora.

También movió el corazón su centrada expresión de: “ya es momento de que tengamos un cambio de raíz; ya le toca a Empalme”, al que convertirá en un corredor logístico multimodal e industrial. La aprobación se reflejó entre quienes le escuchaban hablar de esa ciudad “que es un orgullo para la historia de los trabajadores de Sonora”, por su conciencia histórica y colectiva representativa de los mejores valores de Sonora.

Reconoció a la “Ciudad jardín” por la contribución de los ferrocarrileros con su lucha obrera y sindical, que forjó una mejor vida a varias generaciones. Fue donde se vivieron los mejores tiempos de las conquistas obreras del país pero también, y lo dijo con sentimiento el bavispeño, “los peores días del régimen neoliberal” del que recordó, privatizó el ferrocarril y precarizó a sus trabajadores.

Pero Empalme ha visto correr mucha sangre y faltan muchos de sus hijos. Lo sabe Durazo, por eso habla de regresar la paz y la tranquilidad a la región y recuperar para las familias espacios emblemáticos hoy en el abandono, como la Puerta Metropolitana –aún no se termina, señor candidato-- y la Plaza Independencia (El Tinaco); excelente eso de crear espacios de esparcimiento en el camino viejo del Puente Douglas y la zona de muelles Bellavista. Y genial la oferta de dignificar las playas de El Cochórit, con un boulevard costero con malecón turístico hasta Playa del Sol.

Alentador, sin duda, para quienes hace años ven caer el nivel de vida a niveles insospechados.

GANDARA, MAÑANA

Ernesto Gándara Camou, candidato de “Va por Sonora”, estará mañana en Guaymas, casi su tierra, para explicar su oferta política.

RODOLFO SE ALEJA

Cada día que pasa, aleja a Rodolfo Lizárraga de la candidatura del PT por la alcaldía de Guaymas. Parece que esas siglas pactaron hace una semana terminar con ese proyecto en definitiva. Ya falta poco para confirmarlo.