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Estas líneas...

+ Durazo cierra en Guaymas y terminan las campañas; el puerto, su plataforma para relanzar a Sonora; presume ventaja de dos dígitos; se aprendió lo que esta región necesita; el aprecio a Aguilar Castillo y la confianza en el triunfo de Karla Córdova

GUAYMAS, Son.- Como hizo su principal adversario el día anterior, Alfonso Durazo escogió la explanada del Malecón Turístico “Hilario Rodríguez Malpica” para cerrar campaña por la gubernatura.

Fue un evento como el que necesitaba el abanderado del morenismo, quien rodeado de su fórmula por la alcaldía y diputaciones, afianzó sus propuestas y reiteró que después de la elección del domingo, volverá “papelito en mano” para organizar todo aquello de lo que habló y, en el caso de Guaymas, lo hará con “mi queridísima Karla”, refiriéndose a la doctora Córdova, candidata a la alcaldía, de cuyo triunfo no duda, como no duda del suyo ante la ventaja de dos dígitos que presume.

Durazo piensa en Guaymas cuando habla de relanzar a Sonora hacia las alturas de la economía, pues aquí hay “de todo”: puerto marítimo para el comercio mundial, comunicaciones, bellezas naturales. Pero también recuerda que “es el bastión histórico de Morena”, porque desde 2015 comenzaron a construir la estructura de Morena “y los primeros resultados los obtuvimos aquí”.

Así que desde aquí hará el “relanzamiento de la plataforma económica de Sonora” y el comercio marítimo será la herramienta. Lo tiene previsto, tiene inversionistas, proyectos, como los tiene para acrecentar el turismo y ampliarlo al centro de Guaymas, cuyo Centro Histórico rescatará a partir de sus servicios básicos, y llegará a Empalme donde también hay mucho qué hacer.

Pero para eso debe ganar, así que tiene todo listo con la organización partidaria más importante del estado. Ganará y ganarán sus candidatos al Congreso y alcaldías, porque se requiere a “la formula progresista de arriba abajo”.

Qué emocionado se vio el diputado Heriberto Aguilar cuando el aspirante a la gubernatura lo mencionó como “un gran diputado”, de cuyos méritos no habló porque “son muchos” y no había tiempo. Y eso de “mi queridísima Karla”, no tuvo precio para quien ya es vista por Durazo, como la próxima alcaldesa.

Los morenistas contaron hasta 10 mil personas en el lugar. Es creíble. Escucharon la arenga al voto, porque hay que ganar, y el mensaje de Durazo “a los del PRI, a los del PAN”: “van para afuera, porque han hecho mucho daño, pero ya se les acabó… van pa´fuera”.

Cuantos proyectos expuso y, créalo, todos repetidamente demandados por quienes promueven negocios y empleo en esta región, pero ignorados por las autoridades, que deberían alentar esas iniciativas y rescatar a Guaymas del atraso en el que la ambición y el egoísmo lo han sumido.

Por ejemplo, esa carretera a Chihuahua que así, con dos carriles, se completaría con 19 y medio kilómetros que le faltan. Si es de 3 carriles, mejor. Así se llegará al puerto marítimo donde dijo, se mueven 200 mil toneladas de carga y la idea es elevarla a 2 millones. Corrigió luego, pues hablaba de contenedores, no del volumen total, que tiene años estancado en unos 7 o 7 y medio millones de toneladas anuales.

También hizo recordar proyectos en el Centro Histórico, frenados por el interés malsano de quienes ven esa zona como algo que ya no sirve, cuando allí está la identidad guaymense. Ni se diga la urgencia de frenar el derroche de agua –el 60% se va en las fugas—y el cochinero que dejan los derrames del drenaje. Nada nuevo, pero no lo corrigen pese a tantos millones que dicen invertir sin reflejarlo.

Por lo menos a los guaymenses les es muy atractiva la oferta del político que quiere gobernar. Escuchó y se aprendió bien el de Bavispe, los proyectos planteados por quienes sí quieren a Guaymas.

A Sonora le promete mucho también, pero de dónde sacar lo que se necesita. Fácil: su gobierno aplicará los principios de la 4T, que es frenar la corrupción y conseguir por primera vez “un Sonora que sea para todos, y no de unos cuantos”. No habrá corrupción, es la fórmula.

Durazo volvió a mencionar a Heriberto Aguilar. Lo aprecia. Dijo tener a “nuestro amigo, el candidato” a su derecha, atendiendo gente, y explica que no puede subir al templete porque lo fiscaliza el INE y le carga la mitad del costo del evento. Luego va a la escalera y le levanta “la mano del triunfo”. Lo cuidó de la maledicencia por no aparecer en el templete.

Pues se  acabó. Ahora se sugiere analizar la información y con ella, escoger a quien desde su punto de vista, haría mejor la tarea que Sonora necesita. Lo cerrado de esta carrera dificulta decidir, pero ese es el reto que como elector tenemos.

Este jueves ya no hay campaña política, se entra a un receso con veda absoluta al proselitismo y el domingo, a votar. Esperemos que sea en orden y no tener que atestiguar agarres en los tribunales.