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+ Se nota ya la obra federal en Sonora; confirma el presidente que seguirán los programas sociales y la obra para crecer; habla de respetuosa relación con Claudia Pavlovich; “estoy seguro que le va a ir muy bien, requetebién a Sonora, con Alfonso Durazo”: AMLO

GUAYMAS, Son.- La reiterada presencia de Andrés Manuel López obrador refleja mejorías tangibles en Sonora, principalmente en la región fronteriza, y pronto, según evolucionan proyectos, en el resto de la entidad.

Regresó este fin de semana para entregar obras y programas “para el Bienestar”. Con él, cauda de funcionarios. Fue anfitriona la gobernadora Claudia Pavlovich, quien llamó en cada evento a quien la sucederá desde octubre próximo, Alfonso Durazo.

La señora Pavlovich celebró logros anunciados por el distinguido visitante, porque “creo, sin duda, que estos programas vienen cerrando y van a cerrar esa brecha de desigualdad”.

Javier May, secretario de Bienestar, ven esos programas propósitos cumplidos y “para quien aún no comprende”, el lema “Primero los pobres” no es simple frase o eslogan publicitario, sino “un principio que da sentido a la actuación del gobierno y que sienta nuevas bases para el desarrollo de nuestro país”.

La Escuela es Nuestra, el apoyo a 5,795 productores del campo o a comunidades pesqueras, son algunos ejemplos, y Sonora tiene 367 mil 184 beneficiarios con respaldo anual de unos 6 mil millones de pesos.

El presidente habló de buena fe y amor al prójimo, al describir los Programas de Bienestar donde todo el apoyo es directo, pues desde San Luis, Sonoyta, Pitiquito, Puerto Peñasco, Nogales y Cananea, dijo que el dinero ya no queda en el camino. Por ejemplo, en escuelas se envía el dinero a padres y madres de familia y ellos deciden qué hacer, “las madres, los padres de familia hacen milagros con ese dinero”.

En cuanto a llamarles “programas”, AMLO no está muy convencido, pues un programa debe tener director, subdirectores, jefes de departamento, asesores, oficinas, viáticos “y al final el presupuesto se queda en el aparato burocrático”. Mejor directo, asegura. En Peñasco anunció atención especial, como se hace con yaquis, guarijíos y mayos, “a los seris de Sonora” y les mandó decir que pronto irá a visitarlos para ponerse de acuerdo.

Prometió regresar pronto a inaugurar el hospital de Hermosillo; pidió a Juan Ferrer, del Insabi, terminar de adquirir equipos “de muy buena calidad” y contratar al personal que se necesita. A Zoé Robledo, director del Seguro Social, ver si ese hospital “tan importante, bien construido, moderno”, sería parte del programa IMSS-Bienestar, “para atender a todo el pueblo” con médicos y medicamento gratuito.

La Guardia Nacional inauguró un cuartel más y Luis Rodríguez Bucio, su comandante nacional, felicitó al presidente porque trabaja en mejorar las condiciones de vida del pueblo a través de los Programas de Bienestar, lo cual transformaría las causas que generan conductas delictivas y la violencia.

El cuartel es uno de los 248 que habrá al terminar 2021, 8 para Sonora; 4 ya inaugurados, 2 concluidos en Nogales y Cajeme, y 2 en construcción en Guaymas y Navojoa, aunque el de Guaymas es apenas el terreno y un anuncio al lado de la carretera.

La GN tiene 100 mil elementos con los que busca hacer de México un lugar de justicia y paz. López Obrador creó una nueva estrategia, pues solo había una Policía Federal centralizada en México y era enviada a lugares donde se agravaba la situación, sin tener instalaciones; tuvo 40 mil elementos y la mitad era personal administrativo, así que solo 20 mil buscaban la tranquilidad en el país.

Hoy tienen el apoyo de las fuerzas armadas, con los 340 mil elementos de Sedena que antes no podían usarse o se hacía en forma “extralegal”, hasta que se modificó la Constitución; se agrega el de Marina, con sus 70 mil elementos y en ambos casos, personal bien formado, capacitado y equipado. Dijo AMLO: “No exagero, pero fue una decisión histórica. Imaginemos qué estaríamos haciendo con los 40 mil elementos de la Policía Federal frente a la actividad tenaz, agresiva de la delincuencia organizada”.

Bienestar es la palabra de su estrategia, porque no tenerlo, origina en buena medida la violencia; “el bienestar hace que haya empleos, que el salario alcance para lo indispensable” y con el bienestar “nadie va a tener motivos para tomar el camino de las conductas antisociales, les va a costar trabajo a los jefes de las bandas enganchar a los jóvenes”.

Insiste en avances contra la impunidad y el ejemplo hace recordar la cruel tragedia de Bavispe: “¿Qué pensaban? ¿que iban a quedar impunes esos crímenes? Pues no, hay 20 detenidos. Nos llevó tiempo, pero se hizo justicia”.

Como llegó a la presidencia con el apoyo del pueblo –sin compromisos, fue claro—“entonces la tienen difícil los de la mafia, porque ¿cómo le van a hacer, si no tenemos precio?”.

El alcalde nogalense, Jesús Antonio Pujol Irastorza, quedo encantado con las obras entregadas. En esa frontera se resolvió una necesidad contra inundaciones y al mismo tiempo se creó un espacio público.

Machacó el presidente en lo corrupto que era ordenar obras y que ya no; aquí invirtieron 400 millones en colonias populares –los próximos meses lo confirmarán—sin corrupción. Y cómo no votar por él, luego por su Congreso de nuevo, si en la frontera aumentó el salario mínimo al doble, valen menos los combustibles, hay apoyos también a la gente y eso seguirá.

En Cananea terminó su visita con anuncios de solución al conflicto permanente entre trabajadores de la mina y la empresa que la explota. Javier Villarreal (CTM) le pidió intervenir para arreglar abusos que se cometen contra el trabajador y López Obrador fue muy perceptivo.

Quedó en el ambiente la expresión que confirma la buena relación con Claudia Pavlovich, al agradecerle a la gobernadora de Sonora estar terminando su periodo “con una actitud de responsabilidad y de respeto a la investidura presidencial”.

Y luego, con el que sigue: “estoy seguro que le va a ir muy bien, requetebién a Sonora, con Alfonso Durazo, el nuevo gobernador electo de este estado”.