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Estas líneas...

+ Los yaquis, perseguidos o delincuentes; oro y/o drogas, el fondo de violencia y muerte; se defenderán, amenazan; tenía que ser: volvió el Covid; la Playa Incluyente Va, pese a todo; la guerra sigue en el campo

GUAYMAS, Son.- El arribo de empresas para explotar minerales en región yaqui considerada sagrada, es una provocación además de hacer temer por los efectos de la depredación propia de esta actividad.

Por eso, dicen los líderes étnicos, los hostiga y falta al respeto el Gobierno Federal y hasta les echó la tropa, que perversamente habría sembrado pruebas de ilícitos para incriminarlos y abrir camino a las trasnacionales que se llevarán “el oro”.

Eso, se queja el pueblo, es presión federal a favor del trasnacionalismo depredador porque hay oro y lo quieren. Se sabía de yacimientos auríferos, pero no tanto como para comenzar una guerra donde solo héroes como Stallone o Schwarzennegger, o nuestro inmortal Almada con su revólver de 6 tiros que dispara 80, nos salvarían del peligroso enemigo.

Pero “hay otros datos” tras el arribo de la tropa a Bácum. Mire: “La oficina del Ministerio Público de la Fiscalía General de la República, integra la carpeta de investigación por el delito contra la salud, tras asegurar casi media tonelada de metanfetamina en una comunidad cercana a esta cabecera yaqui”.

Confirma la fiscalía de la nación que la Secretaría de la Defensa Nacional le entregó material asegurado por elementos del Ejército durante su actividad en el rancho “El Papalote de Abajo”, 150 recipientes con 488 kilos de metanfetamina, valuada en más de 141 millones de pesos.

Eso sugiere un choque frontal con una etnia que acude a suelo sagrado en la sierra del Bacatete --donde cabalgaron fusil en mano los legendarios Cajeme y Tetabiate--, para recordar el juramento yaqui, el que reza que ya no hay nada para la persona, porque “tú, ya estás muerto”.

Sí, hablan de enfrentar arma en mano al Ejército “invasor y provocador”. Como dirían nuestros chavos: se salen. ¿O no?

Luego de dos, tres días, quien da seguimiento al muy serio caso yaqui, concluye que la secuencia de hechos violentos, los abusos de étnicos esquilmando a viajeros indefensos –ninguna autoridad los detiene-- al pasar por su tierra, desapariciones y asesinatos que incluyen a reconocidos líderes, tiene un origen más allá del millonario ingreso carretero.

¿La extracción del oro a cargo de mineras trasnacionales con socios locales? ¿El narcotráfico? Toca al gobierno federal aclararlo y resolverlo, o la sangre (mucha más) llegará al río.

Caminamos a exhibirnos ante el mundo como un país que ataca a su gente por el mezquino materialismo destructor de culturas y pueblos como exhibe la historia cuando llega el explotador egoísta, en este caso, de confirmarse yacimientos auríferos por los que vienen los poderosos. La otra, el uso de tradiciones para esconder ilícitos también destructivos como el nocivo tráfico de estupefacientes.

VOLVIO EL COVID

Como en meses pasados, el Covid se expande y la autoridad sanitaria vuelve a las restricciones.

No culpemos a funcionarios de Salud de nuestra propia irresponsabilidad, eso que nos sacó de las casas para trabajar y estudiar, pero la extendimos para ir “de antro” y reunirnos sin respetar la sana distancia. Hay vidas en juego y no entendemos.

Este día 13, en Guaymas, la celebración de la defensa de los urbanos locales contra el invasor francés Gastón de Raousset-Boulbon se transmitió por redes para evitar riesgos de hacerlo presencial; también se restringe aforo en espacios públicos y en el transporte urbano de pasaje, donde el antihéroe es el concesionario, quien olvidó sanitizar y reducir aforo en sus unidades, por lo cual es corresponsable de acercarnos hoy a la media capacidad hospitalaria ocupada.

LA PLAYA INCLUYENTE VA

Sea o no peligrosa, la Playa Incluyente va. La construyen en la improvisadamente llamada playa “La Roca”, en San Carlos, donde las tormentas destruyen muros y carreteras y, varias veces al año, el oleaje apenas es contenido por el malecón.

Pero se trata de gastar 8 millones de pesos o se irán a otro lado. Si una tormenta destruye todo, borrará evidencia contable y por eso se escogió el sitio, dicen los malpensados. A ver si la autoridad siguiente responde, pues la actual ya demostró de qué está hecha.

LA GUERRA EN SONORA

En el campo guaymense se eleva su saldo mortal. Este martes chocaron los señores de la guerra y hubo 6 muertos; Cajeme lleva una veintena en la semana. Ni en Bagdad se mira eso.