+ Ayuntamiento chafa deja mil corruptelas; Lorenzo y su pandilla intentaron timar al SAT; “El pantico” no hace malos quesos: desvía 70 MDP; el fantasma del PRI setentero ronda en el Congreso; Jardínes a CEA: pagaría los platos rotos
GUAYMAS, Son.- Por fin pude estacionar frente a Palacio municipal, donde sus corruptas altezas reales idas dejaron un tiradero que ya hace sudar a los nuevos administradores y en el alicaído inmueble vi la desolación heredada, el abuso cometido, la burla a la ley. Todo les valió un cacahuate y la entrega recepción fue letra muerta. Hoy se busca mobiliario y equipo que costó millones.
La alcaldesa Karla Córdova lo adelantaba: nadie informaba, todo era simulación. Debió comenzar desde bajo cero y el seguimiento aclarará en qué gastaron Sara Valle y cómplices, 2 mil 400 millones durante ese oscurantismo tresañero, porque si se buscan aplicados a la infraestructura, no están allí; tampoco en servicios ni en cuentas de banco que, para acabarla, embargará el fisco para desquitarse de una estafa.
Cierto, viene desde el “Lorenzato”, pero Sara Valle se desobligó del proceso legal ante el Sistema de Administración Tributaria que aclarara la burda maniobra, para mucha gente una leperada más del desaseado Lorenzo Decima, quien tranzó a Hacienda reclamando devolución de un Impuesto al Valor Agregado, porque en ese entonces (2017) era la moda y no pasaba nada si mentías.
Si hubiese problemas, allá los que seguían. Error: Jesús Olmedo, carbonateado regidor priísta e ídem comisionado de Hacienda explica que, hoy, la comuna responde en primera instancia, pero faltaría a un deber legal (se haría cómplice, como se hizo Sara de Lorenzo), si evade fincar responsabilidad a los hasta este momento presuntos saqueadores, pero para la gente, ya pillos de siete suelas.
Es que eso de estafar con 11 millones de pesos a Hacienda con el IVA, fue autoría de Lorenzo Decima, hoy exitoso empresario inmobiliario que, como Pedro, se hizo de mulas, en esos 3 años; y del tesorero cómplice, Arturo Lozano González, quien “mató el piojo” apenas llegado a ese cargo.
La duda es la participación de David Kiamy, secretario del Ayuntamiento, cuya ingenua respuesta es: “me falsificaron la firma”.
Si fue así, agregue el delito al enriquecido Lorenzo y al Arturo tesorero, el fraude que implica la firma apócrifa en el documento que en teoría, pasó por la comisión de hacienda del Cabildo, aunque los regidores siempre fueron ignorados –no todos, decía “El Pín” González, tras aquel escándalo de los 300 mil pesos que cobró-- por los alcaldes, como hizo el nativo de Las Tinajas que ahora planea construir un hospital de lujo en San Carlos.
Pero serán llamados a cuentas, junto con los autores del bandidaje de los últimos tres años, para ponerlos tras las rejas y recuperar alrededor –y siguen contando—de 330 millones desaparecidos.
Si usted cree que eso es normal, la ley dice que es delito. Y en Empalme, el traidor (a su pueblo) alcalde Francisco Genesta, el motejado “pantico”, también está en la mira de las autoridades que han ofrecido acabar con la corrupción: no aparecen 70 millones de pesos.
UNIFORMIDAD, NO UNIDAD
El Congreso sonorense integró 20 comisiones de dictamen legislativo y aprobó inscribir con letras doradas en el salón de sesiones del recinto, la frase: “2021, Centenario de la Secretaría de Educación Pública”, junto con el acuerdo de crear la Comisión Especial para el seguimiento de la Agenda 2030.
A ver si eso ayuda a progresar, aunque progresaría más si los diputados hacen su trabajo y apoyan los buenos propósitos del gobernador Alfonso, pues nada bueno augura ver la alineación de morenistas y aliados en clara uniformidad. No hay criterio que valga sobre las “líneas” en esos casos, y eso es malo.
Hace par de semanas entrevisté a Sergio Russo, delegado del PAN Sonora en Guaymas –otra vez no hubo panistas para representar a su partido en el puerto— y lamentaba eso. Lo entendí hasta ver cómo se vota en aquel recinto: como ordena el presidente del Congreso, Jacobo Mendoza Ruiz. Y vieran como llegan el presidente estatal de Morena y su equipo. Palidecería el priísmo setentero del siglo pasado.
El PRI, en la lona. Viera la actitud del colmilludo “Pato” de Lucas ante el nuevo partido aplanadora, y el ausente talento de Karina Zárate para medir fuerza en ese nivel. Fermín Trujillo sabe nadar en esas aguas, así que lo hará de muertito, y la “m´ijita” Paloma Terán, disfruta su papel de bisagra.
El PAN, la única oposición, no puede reñir a las patadas con Sansón.
De paso, el diputado local por Guaymas, Sebastián Orduño Fragoza, solo apareció en dos comisiones: preside la de Asuntos del Trabajo y es secretario en la del Agua, que preside Jorge Russo Salido. Está en la especial para trabajar en la llamada “Agenda 2030”, como uno de los 9 integrantes.
CEA ¿DISTINTO?
José Luis Jardines será el vocal ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua en Sonora. Es un reconocido técnico y conoce el ambiente. Guaymas se pregunta si será distinto al odiado Sergio Avala Ceceña. Yo digo que sí, a partir de que ya no obedecerá a ciegas a los que ya se van… a los que ya se les acabó.
José Luis asumirá un organismo saqueado en Guaymas y Empalme hasta hacerlo colapsar y, de paso, enfermaron a miles con la terrible fuga de drenajes, pero de alguna forma –corrupta, claro— convencieron al sector Salud estatal, de ocultar la emergencia sanitaria. También deben ser castigados.