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Estas líneas...

+ AMLO y la seguridad en Sonora; en Cajeme,  ya se tiene un “plan especial” para frenar la violencia; ofrece pagar con obras a los yaquis que toman la carretera; los estadios ahora son escuelas técnicas; fue amplia la agenda, pero en Guaymas marcó “actividades privadas”


GUAYMAS, Son.- La inseguridad robó agenda en la enésima visita a Sonora, del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Este domingo en Ciudad Obregón, el presidente dijo estar “ocupado, no solo preocupado, por lo que está sucediendo en Cajeme en cuanto a seguridad”, pero anunció que, junto con el Gobierno del Estado, “ya tenemos un plan especial que se está aplicando para garantizar la paz y la tranquilidad”.

El “plan especial” a aplicar en uno de los municipios más violentos del país no revela –no se debe—datos específicos, solo generalidades como de traer más elementos del Ejército, Marina y Guardia Nacional, para frenar la violencia homicida que azota la región.

Habló de programas sociales como principal herramienta para apoyar la pacificación. Atrae la oferta de arreglar el problema de esos sujetos que extorsionan a los usuarios de la carretera federal 15, en la zona yaqui. El presidente ofrece pagar a esos pueblos –no a los sujetos que amenazan y agreden-- el dinero que obtienen por bloquear la vía y cobrar por dejar pasar.

Hizo la oferta en Tórim, donde fue esta vez la reunión del mandatario y representantes de los 8 pueblos de la etnia y donde la tolerancia del presidente se manifiesta de nuevo, aunque a muchos no nos guste: dijo que va a convencer “a los que cobran”, para que se quiten y, si son jóvenes, les van a ofrecer becas, pero no se les retirará usando la fuerza pública.

Algo parecido ofrece a los seris, donde se otorgan permisos para cazar el borrego cimarrón –creo que cuesta 50 mil dólares—y el presidente les ofrece obras por el equivalente a lo que reciben, para que dejen de matarlo.

Al participar, el gobernador Durazo insistió en una zona económica especial para facilitar la instalación de maquiladoras en este suelo y llevar empleos a la etnia. Pero lo dificulta la toma de la carretera, que daña la imagen del pueblo y aleja a los empresarios.

Si se da el paso, el proyecto beneficiaría a unos 3 mil yaquis que viajan a diario más de una hora para llegar a su empleo, en Guaymas y Empalme. Debe borrarse la imagen de conflicto, de la cual la toma carretera es la cereza del pastel, para generar proyectos económicos y financiar, por citar un ejemplo, el mantenimiento de grandes proyectos actuales del gobierno federal, como el acueducto que por fin les dará agua potable y cuyo costo mensual alcanzará los 15 millones de pesos al mes.

Pero volviendo al tema de la seguridad, la gira iniciada en Hermosillo comenzó con eso, y con la buena nueva de recibir recursos equivalentes a un adelanto de los próximos 3 años, 710 millones de pesos, del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública.

Se equiparía a la Policía Estatal y ampliarían instalaciones con mejor tecnología. Cada parte de la famosa –y criticada-- Mesa de Seguridad, habló de logros y el tiempo se fue en números que ya no recordamos.

Recuerdo sí, el rostro satisfecho de Durazo al aceptar, hay delitos de alto impacto, pero en lo general, en los primeros 150 días de su gobierno, bajan cifras del delito y suben aprehensiones y sentencias. El presidente se dijo satisfecho y poco después resaltaba la coordinación con Durazo, a quien ahora hasta le llamó “hermano”.

Pero miren, también dijo esto al hablar de apoyo al gobernador que seguirá apoyando: “No personalizo; es el apoyo al pueblo de Sonora, a los sonorenses de los 72 municipios”.

Así fue luego en Yécora y otros puntos donde habló de metas y, para evitar el choque con la burocracia, hasta fijó fecha para regresar y evaluar avances.

Personalmente quiero destacar la obra del estadio “Héctor Espino”, convertido en el Bachillerato Tecnológico de Educación y Promoción Deportiva, un apoyo a la educación y a los deportistas del futuro.

Se le compró al Estado, que lo iba a malbaratar entregando el histórico sitio a algún rico de apellido ilustre para hacer un centro comercial, o algo así. Pero no, la conciencia se impuso y se conserva aquello que debe darnos identidad, en lugar de borrar nuestra historia.

Al mismo tiempo, como se hizo sobresalir, ayudará a tener mejores oportunidades para la juventud y eso, dijo el gobernador Durazo, está asociado a la reconstrucción del tejido social.

Y contrario al pasado, cuando la inversión pública al tiempo aparecía como propiedad privada –ejemplos hay mil—, el estadio volverá a ser del Estado, como volverá a serlo en Cajeme el “Tomás Oroz Gaytán”, para fortalecer esos, y el Gobierno de Sonora decida cómo utilizar el resto del terreno, pero “siempre pensando en la gente, en los jóvenes”.

Este tipo de proyectos son infraestructura para la prevención. Desarrollar oportunidades evita problemas a futuro. Un joven encaminado al camino correcto, no terminará contaminando ambientes sociales o, peor, arrojado sin vida en alguna oscura calle.

El presidente terminó este domingo su gira y volvió a la capital del país, pero aunque llegó una fuerza de tarea con elementos del Ejército y la zona yaqui es parte del Municipio de Guaymas, nos quedó a deber la visita a Guaymas, para entregar el cuartel de la GN y presentar el proyecto del puerto marítimo comercial de altura. Otra vez será.

Aunque debe ir avanzado eso, porque la alcaldesa Karla Córdova se veía sonriente al terminar la gira, en la cual pudo charla en varias ocasiones con el mandatario federal y con el estatal. Algo anunciará la doctora en los próximos días, seguramente muy positivo para el futuro esperado con el cambio de ruta en el mando estatal y del municipio.

En cuanto al pleito del presidente con la prensa, no debiera ser, por el pésimo ambiente generado, pero la riña brota por diferencias políticas lejanas a la solución, por eso seguiremos viendo esos espectáculos que enrarecen ambientes y solo benefician a pescadores del río revuelto.