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Estas líneas...

+ No se valió cambiar de nombre a bulevar de San Carlos; este lunes vuelven a votar; se piensa en llamar a suplente de regidor; por fin, CFE permite aprovechar su deprimente planta en desuso; divertido debate Durazo-Aguilar para precisar la superficie; la colonia “Termo” aplaude el proyecto

 

GUAYMAS, Son.- La Comisión de Nomenclatura del Cabildo deja mucho qué desear, quizá porque quienes son escogidos para la tarea no comprenden su función.

Repetida y repentinamente se cambia el nombre de las calles y nada pasa. En contraparte, a veces se promueve un cambio y pasan años antes de lograrse el reconocimiento a personas que lo merecen, porque eso es. O al menos se trata de que lo sea.

Los guaymenses rara vez saben cómo se llaman sus calles y quienes sí, las identifican con número. Por ejemplo, que la calle 13 se llame Elías Alberto Pradeau; que la 23, H. Escuela Naval Militar; la 12 lleva 3 en los últimos años: H. Escuela Naval Militar, David Medina y Rodolfo Montiel.

La 22 es Agustín A. Roa; el bulevar Las Villas, Mike Gordon; la avenida 6 se llamó Jesús Siqueiros y hace unos años se cambió a Julio R. Luebbert. Rodolfo Sánchez Taboada y Josefina Borboa comparten nombre al litoral desde el centro del viejo Guaymas hasta el astillero de Marina (antes Varadero Nacional, de quienes poco o nada saben las nuevas generaciones, como poco saben de Agustín García López, nombre dado al trazo urbano de la carretera federal 15. Y viera cuántos más aparecen en colonias nuevas.

A lo que quiero llegar es a la práctica común de hacer cambios que pasan desapercibidos para los ciudadanos y, también, al interés ausente en fijarse en esas cosas.

Por eso, con abrumadora mayoría se aprobó quitar el nombre de Manlio Fabio Beltrones al originalmente llamado Bulevar Escénico de San Carlos pero, ahora resulta, se debe volver a votar tal cambio, porque la sesión de diciembre tuvo errores de procedimiento.

Al regidor del PRI, Jesús Olmedo, le llegó el citatorio a sesión extraordinaria 2 horas 42 minutos antes de iniciar, y el límite para validarla es tres horas. Así de fácil.

Como una travesura, Olmedo pidió anular la sesión completa, pero como en ella se aprobó lo financiero de 2022, incluido el presupuesto, el Tribunal Estatal Electoral le dijo que no era para tanto y solo ordenó proteger sus derechos políticos, como ciudadano y representante, en el punto tres de la agenda.

Fue así como el magistrado ponente, Vladimir Gómez Anduro, comunicó al secretario del Ayuntamiento, Celestino Sarabia Tautímez, la obligación de reponer ese punto de la orden del día.

Este lunes, el punto –entre otros -- deberán “subirlo” a una sesión extraordinaria a la que, se supone, ya invitaron. O lo harán con, al menos, 3 horas de anticipación.

Así que el abogado y regidor tricolor, Olmedo, puso en jaque la costumbre de citar a última hora y, por otra parte, aunque se reconoce la capacidad del jurisconsulto en mención, imposible descartar el peso del personaje involucrado en el cambio. Hacerlo a un lado es poner en duda el papel desempeñado como gobernador y legislador, entre otras muchas encomiendas cumplidas en su extensa carrera política aún vigente, así que...

Hoy vamos a ver si tiempos traen tiempos. O para decirlo en forma más contundente, parafraseando a Cajeme, el valiente guerrillero yaqui, “antes como antes, ahora como ahora”. Ahora, los cambios de la 4T y sus mandos, buscan borrar cosas del ayer cercano tan dañino para el estado según su pregón. El nombre de una calle está en la lista de estos cambios.

A propósito del Cabildo, hay confusión sobre cómo resolver las ausencias de Iván Acevedo, regidor detenido por la fiscalía general por señalamientos graves.

Es que esto se está tardando y debe considerarse en llamar al suplente, aunque muchos no entendimos el trabalenguas del regidor presidente de la Comisión de Hacienda, Adrián Armendáriz, cuando le preguntaron lo procedente y dijo entre otras cosas que, si es culpable de lo que le imputan, “que se haga lo que se tiene que hacer”. Pues sí, ¿no?

MEJORARÁ LA “TERMO”

En la salida sur del puerto, en 1951, se inauguró la termoeléctrica Guaymas I, que operó hasta el inicio de este siglo.

Se subastó el viejo equipo como chatarra y lo que quedó, sufrió los efectos del vandalismo.

Quedó feo el precioso edificio y se volvió epicentro de la malvivencia en el sector, pero confirma el gobernador Alfonso Durazo que ahora se hará “una gran, gran obra” en ese y otro terreno adjunto.

Expuso la idea al lado del titular de Infraestructura, Heriberto Aguilar, y se presentó un momento muy divertido cuando Durazo le pregunta a Aguilar cuántas hectáreas son. La respuesta: “Trece hectáreas”.

“No, no, no Heriberto…”, y le pide que “no me rebajes”, pues no es fácil quitarle algo a Comisión Federal de Electricidad.

Tras las aclaraciones correspondientes sobre cuántas hectáreas son, el titular de Infraestructura reitera: “13, doctor”.

Y la respuesta divertida del mandatario: “¿13...? Ah, perdón. Escuché 3, ya (le) andaba mochando...”.

Enseguida informa que son 13 hectáreas “con 20 años sin uso… ¡20 años!”. Como forma parte del patrimonio de CFE, lo defienden, “sin embargo, como tienen 20 años sin uso ¿Qué significa? Que no las necesitan.

Pues no. Desde hace 10 años se han solicitado, pero hasta ahora la empresa de todos los mexicanos cedió para completar el proyecto de expansión del puerto marítimo comercial de altura.

Servirán para apoyar vialidades de acceso y reubicar oficinas. Rehabilitar el predio costará 17 millones de pesos y crear oficinas, 76 millones, así que no dude de la transformación en marcha, lo que trae saltando de gusto a los vecinos de la ahora tan descuidada colonia.