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Estas líneas...

+ Comenzó a construirse la nueva clase política; la actual, la verdad, solo dañó a Sonora; la emergencia sanitaria vuelve a reflejarse en Guaymas; vuelven a brotar las aguas negras y CEA se mira impotente; La Bartina, pésimo mensaje; el PRI pide armar a los  mexicanos

 

GUAYMAS.- La propuesta hecha por Alfonso Durazo de construir una nueva clase política en Sonora para sustituir a la actual --que, la verdad, nos salió muy mano larga--, comenzó a cumplirse.

El gobernador acudió al Congreso estatal a atestiguar la conformación del primer Parlamento Juvenil 2022, y destacó lo imprescindible de hacer participar a los jóvenes en la solución a la problemática estatal.

Es el primer paso en el camino para ir dejando la conducción de la entidad en las manos de una nueva generación, manos “comprometidas, sensibles, honestas y capaces, de las juventudes sonorenses”.

Así lo expuso: “Necesitamos a las y los jóvenes participando más activamente en la toma de decisiones de nuestro estado. Necesitamos de su limpieza, de su idealismo, de su sensibilidad, de su compromiso; es imprescindible para construir una nueva clase política”.

El primer Parlamento Juvenil 2022 se integró con 33 jóvenes a quienes el gobernador invitó a mirar hacia adelante, a través del ejercicio de una carrera política y administrativa que los lleve, en un tiempo cercano, a tener en sus manos la conducción del estado.

La iniciativa fue resaltada como de carácter incluso mundial, por Durazo, al dirigirse al grupo tras la jornada de debate y toma de decisiones en temas como educación, medio ambiente o empleo, que se convertirán en propuestas para alcanzar soluciones. Los diputados las harán llegar a las oficinas correspondientes.

El punto es, se comenzó a preparar a quienes podrían en unos años, asumir responsabilidades como representantes, para que sus resultados no sean tan lamentables como los que nos dejaron los políticos que ahora son desplazados, cuyo trabajo no mejoró a la gente, al contrario, afectó su nivel de vida.

Lo refleja Sonora con su deficiente o ausente infraestructura y su falta de competitividad, con el pésimo manejo del dinero público que trajo peores consecuencias.

Formar jóvenes es gran iniciativa. Podríamos tener representantes con vocación de servicio, alejados de la mañosada característica, de las prácticas sucias que tanto nos perjudicaron. Soñemos con eso.

SIGUE LA EMERGENCIA

Al hablar de la infraestructura que nos legaron las últimas generaciones de políticos –sobre todo esos de los 30 años, reducidos a 24, aludidos por el actual gobernador— es de dar vergüenza.

En Guaymas, el servicio de agua potable y drenaje es el ejemplo.

¿Dónde quedó el dinero asignado para preparar el futuro? ¿Qué alcalde o gobernador(a) y colaboradores se lo quedaron? La evidencia responde esas preguntas, pero fiscales y jueces nunca actuaron contra la impunidad. Siguen sin actuar.

Aludo al trillado tema, porque los últimos cuatro días vuelve a reflejarse la emergencia sanitaria que ya tiene 20 años, pero tuvo que llegar un gobierno distinto a “los de siempre” para que se aceptara eso.

El gobernador mismo deberá cuidar que José Luis Jardines, titular de Comisión Estatal del Agua (CEA), haga las cosas bien y termine con la corrupción característica del organismo operador de agua y drenaje. No debe escuchar el canto de las sirenas ahora que lleguen los recursos para superar la situación que agobia al puerto, con largos ríos de aguas negras en sus principales calles.

En este momento hay más de 20 derrames en la ciudad y el principal, por su impacto visual y efecto sobre una mayor población, brota en calle 14 y avenida Serdán, frente a una escuela primaria que recibe a cientos de niños; y de la Casa de la Cultura, a donde se llega pisando arroyos y charcos pestilentes.

La acción inmediata la impide la falta talento. Y de dinero, claro, pero habrá cuando se licite y encomienden las obras a constructoras serias, que no hagan las mismas leperadas del ayer, pues entonces no habría soluciones y el dinero seguirá yendo al bolsillo de corruptos que, se supone, ya no actúan en el actual gobierno cuyo pregón principal es la lucha contra la corrupción. Por eso ganaron.

Inversiones en el corto plazo por más de 200 millones de pesos –se habla de 600 en tres años-- obligan a estar muy atentos a que no se repita ese pasado de contabilidad impecable, pero de obras deficientes o, de plano, ausentes.

LA BARTINA ¿EJEMPLO?

El bar La Bartina dio la nota roja hace unos días, cuando un guardia de seguridad murió a balazos, en un caso no aclarado.

El negocio debió cerrar provisionalmente, con un mensaje que habla de proteger a quienes asistían, pero eso preocupó más la sociedad.

La madrugada de este martes el lugar ardió. Los daños por el incendio fueron cuantiosos y quizá ahora sí cierre definitivamente.

Ese pésimo mensaje amenaza a la inversión y a la actividad económica regional. Lo entienden los responsables de la seguridad en Sonora, pero no dejan ver que estén preocupados por soluciones. Ni por eso, ni porque siguen las ejecuciones a pleno día y en cualquier calle.

Claro que el problema es nacional. Hasta el dirigente del PRI en el país toca el tema, proponiendo facilitar el acceso a armas a las familias mexicanas, para que puedan proteger su vida, su casa y su patrimonio, “porque los están asesinando de manera impune”.

Imagínese.